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DECISIONES
Kristen
Londres me encanto, Munich estuvo genial y ahora…París. Estaba en París por primera vez en mi vida y me trataban como a una reina. El hotel Crillón, en pleno centro de la ciudad, en la plaza de la Concordia, era fabuloso. Tenía una gran suite decorada al estilo Luis no se qué en donde se me había recibido con ramos de flores y una cesta de frutas, sales de baño, perfume, todo un lujo y todo francés. Pero lo que más me gustó fue la bañera. Era inmensa, con patas en forma de garras de león y grifos dorados. Mármol y terciopelo por todas partes. Saqué fotos de todo aquello con mi móvil y se las envié a mis padres inmediatamente. Acababa de acostarme en una enorme cama con dosel cuando Rob me envió un mensaje que me hizo sonreír de oreja a oreja: ¡Wow!, la habitación es genial, ¿verdad? Nos vemos mañana, estarás cansada. Que duermas bien, princesa Kristen.
La primera entrevista de la mañana fue muy divertida y Rob estuvo sembrado. Yo nunca tendría el desparpajo que tiene él para responder lo primero que le pasa por la cabeza. En realidad me asustaba pensar qué diablos podía llegar a decir por esa bonita boca. Luego tuvimos un programa en directo, rueda de prensa en hotel antes y después de comer. Y después del enésimo estreno tocó hacerse las últimas fotos en la balconada del hotel, desde el que se divisaba toda la ciudad con la Torre Eiffel iluminada al fondo. Todo París parecía brillar para nosotros. No quería estropear el estilismo así que me quité la gabardina negra que me cubría para que me fotografiaran. Hacía un frío espantoso y aguante todo lo que pude hasta que empecé a tiritar.
- No, que va… estoy…bien – dije muy digna.
- Sí por eso tiritas y te estás poniendo azul – rió.
Ya me estaba tomando el pelo otra vez. Cuando acabaron los flashes quise ponerme la gabardina rápidamente pero alguien se la había llevado dentro del hotel. Maldije tiritando cada vez más.
- Kristen, te vas a congelar – dijo Rob con ternura.
- Eres una caja de sorpresas, ¿sabes francés? – pregunté admirada.
- Solo un poco, del colegio – dijo azorado -. Pero parece que todavía me acuerdo de algo a pesar de las piras. No fui muy buen estudiante que digamos. Tu seguro que sí.
- Siempre saqué muy buenas notas – dije orgullosa -. Me hubiese gustado ir a la universidad pero no creo que vaya a ser posible.
- Me lo imaginaba – sonrió sin dejar de mirarme a los ojos.
<<¡Uf!, cómo siga mirándome así..>>. Me estaba poniendo nerviosa una vez más así que opté por intentar seguir la conversación pero había perdido el hilo así que cambié de tema.
- La habitación es… increíble, ¿verdad?
- Sí, parece del palacio de Versalles – rió.
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(El Staff Agradecemos sus comentarios)
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Rob me miró de un modo especial, como si me desnudara con la mirada y me dio vergüenza haber mencionado lo del baño. Creo que se dio cuenta y rápidamente cambió de tema.
- Una vez estuve en París pero no me alojé en un hotel así.
- ¿Cuándo? – dije en vez de preguntar ¿con quién?, qué era lo que realmente quería saber.
- Hace años. Tendría 17 o así. Vine con Tom y otros amigos, vinimos de turismo mochilero, con cuatro libras en el bolsillo y fue genial. Salimos por París de noche, intentamos entrar a un cabaret pero no nos dejaron y bebimos absenta, como los pintores y escritores del siglo XiX.
- ¿Qué es absenta?
- Es una bebida muy fuerte que sabe a anís y a regaliz y es verde. Se le llama “El hada verde” y hay un ritual para tomarla.
- ¿Un ritual?
- Sí, verás se echa un poco en un vaso…
Y procedió a explicarme el modo en que se mezclaba con agua fría, echándola sobre un azucarillo colocado sobre una cuchara grande y honda, haciendo que el azúcar se disolviese y volviendo el líquido blanquecino, como si fuese leche, que había que tomar lentamente. Me encantaba escucharle y verle gesticular moviendo sus enormes manos de dedos largos y flexibles.
- … y se dice que es alucinógena y afrodisiaca – sonrió con picardía.
- ¿Ah sí? – pregunté curiosa.
- No lo sé, en realidad no sé si funciona. No me dieron la oportunidad – rió.
La cena fue deliciosa y Rob continuó hablando sin parar, vengándose de su amigo Tom por sus indiscreciones de Londres, contándome sus peores golferías y para el postre ya no podía parar de reír.
- ¡Pobre Tom, ja, ja! ¿Y tú no tienes historias golfas que contar?
- Anda, cómete el mousse de chocolate que veo que te encanta – dijo con su sonrisa más pícara.
- Me está encantando París. ¿Y a ti? – dije tras un suspiro.
Rob me observaba en silencio, pensativo de pronto y tuve la sensación de que quería decirme algo pero que no sabía cómo.
- A mí también pero aun queda lo mejor – susurró haciéndome estremecer.
La cena había terminado, Rob pagó la cuenta y con su chaqueta puesta me tomó de la mano para salir, no sin antes pedir un taxi y una botella de champán que añadió a la cuenta. Nos metimos en el taxi, que tras un recorrido turístico por los Campos Eliseos, el Louvre, Notre Dame y no sé cuantos sitios más nos condujo hasta los pies de la Torre Eiffel, toda iluminada, haciendo guardia en la noche parisina. Rob me ayudó a bajar del taxi y se dispuso a abrir la botella de champán, lo que logró no sin que un gran chorro del espumoso vino saliese disparado hacia el aire. Me pasó la botella riéndose y haciéndome reír a mí también.
- No es un modo muy ortodoxo de beber champán pero se me ha olvidado pedir las copas. ¡Qué fallo!
Bebí un gran trago a morro y la risa hizo que el chispeante líquido se me escapase por la comisura de los labios. Rob me miraba sin apartar sus ojos de los míos, estaba guapísimo todo vestido de negro. Le devolví la botella y bebió. De pronto unos trozitos blancos, como de papel, comenzaron a caer del cielo.
- ¿Qué es…? ¡Está nevando!- grité haciendo reír a Rob -. ¡Es increíble estar aquí! – dije girando sobre mí misma, bajo la torre.
Rob se acercó para pasarme la botella. Un escalofrío me hizo temblar de emoción.
- ¿Tienes frío? – dijo posando sus manos en mi cintura.
Un nuevo escalofrío recorrió mi espina dorsal cuando sus manos me acariciaron.
- Sí, mentí.
No era frío lo que sentía exactamente. <<¡Oh, dios! ¿Por qué Rob tiene que ser tan jodidamente dulce y sexy?>>. No me aparté de su cuerpo y dejé que siguiera acariciándome con mayor intensidad.
- ¿Quieres que volvamos al hotel? – susurró muy cerca de mi cuello.
- Ajá – tragué saliva -. Será lo mejor.
Me beso en la frente con ternura y acarició mi rostro. Volvimos al taxi agarrados de la mano y regresamos al hotel en silencio. También en silencio subimos en el ascensor que nos llevaba a nuestras habitaciones, sin dejar de mirarnos, muy juntos. Me acompañó hasta mi puerta y cuando creí que me daría las buenas noches con un dulce beso, bueno, quizá con dos, me encontré pegada a la pared del pasillo, con su cuerpo y sus labios sobre el mío. Sus manos posesivas acariciaban mi cintura bajando por mi vientre hasta mis caderas, mientras sus labios recorrían mi cuello con ansia, haciéndome estremecer. De pronto su lengua se enredó con la mía y perdí la noción de todo correspondiéndole con gusto.
Sus manos ardían y su lengua me quemaba la piel. Se pegó a mis caderas. Me tomó por los glúteos y elevándome se apretó contra mis muslos abiertos. Jadeé sostenida por sus manos, contra la pared y su cuerpo se apretó aun más al mío. De pronto me di cuenta de que estábamos en el pasillo de un hotel.
- No Rob, no – gemí.
- ¿No qué? – susurró.
Su voz, susurrada junto a mis labios sonó tan sexy que mi cuerpo tembló sin querer.
- Ha sido una noche genial pero… no… Bájame por favor.
- Todavía puede mejorarse, preciosa – sonrió.
Lo hizo con aquella increíble sonrisa suya, la que me hacía olvidarme hasta de mi nombre y volvió a apretarse a mí, sujetándome con fuerza por las caderas para posarme en el suelo.
- Es mejor que sigamos siendo solo amigos.
- No tengo intención de dejar de ser tu amigo después – dijo con voz muy dulce.
Sin dejar de sonreír comenzó a besar mi cuello de nuevo.
- Rob… - le empuje un poco para apartarme de sus caderas.
- Kristen… – jadeó con voz ronca.
Acarició mi cuello, mientras sus labios bajaban por mi clavícula e iban a posarse sobre el inicio de mis senos. Suspiré pero volví a empujarle un poco más fuerte.
- Para Rob – suspiré.
- Relájate – susurró.
Volví a empujarle, esta vez sin miramientos.
- ¡Relájate tú!
Se apartó al instante y me miró desconcertado.
- ¿Qué te pasa, Kristen?
- ¡Qué te pasa a ti! – dije furiosa.
- A ver, espera que me aclare. Hemos pasado una noche increíble, aquí en París y hemos venido hasta tu habitación juntos y nos estamos besando. ¿Correcto?
- Sí ¿Y?
- Que creo que la que tiene que aclararse eres tú, no yo.
- ¡Joder Rob, no quiero complicarlo! – dije con tristeza.
- Pues no lo compliques, preciosa – dijo cogiéndome la mano con ternura.
- Rob… Mike y yo nos hemos dado un tiempo hasta que acabe la promoción pero no lo hemos dejado y esto…es… no quiero...no sé cómo explicarlo – dije desesperada.
No encontraba las palabras adecuadas y no me gustó la risa que escuche salir de su boca después de mis palabras. Rob me soltó la mano. De pronto me di cuenta de que tenía mucho frío.
- ¡Esto es… es genial. Eres increíble! – dijo llevándose las manos a la cabeza -. Pues siento decirte que yo no estoy traicionando a nadie pero que tú sí que lo estás haciendo, ¿sabes? Madura de una vez, Kristen.
Me miró con dureza, dio media vuelta y se alejó por el pasillo camino a su habitación. Entré en la mía y oí cómo cerraba de un portazo. “Traición”, esa era la palabra que no había conseguido pronunciar y que Rob había dicho por mí. Y en ese momento le odié por ello.
CONTINUARA ........
Oh por Dios!
ResponderEliminarMe siento mal por kristen.... creo que Rob tenía que entender que Kristen quería hacer las cosas bien...y que el no estaba ayudando en nada...
Ojala todo se arregle pronto :)
Yo mas bien creo que Rob siempre fue honesto y se dejo llevar por lo que sentía y a ella la inexperiencia clásica de una chica de su edad la confundió, al darse cuenta que Angarano ya no era lo mismo en su vida y que Rob le movía tan fuerte el tapete.. siento que debió definir antes,.. pero es hasta normal en chicas tan jóvenes que suceda esto.. pienso yo
ResponderEliminarIrina...realmente no estabas alli viendo cómo pasaba todo esto???...porque parece totalmente verídico.
ResponderEliminarSigue escribiendo...eres la hostia!!!
Pd.: Escribes algún fic aparte de este???
Me encanta!! Joder como puedes crear algo tan bueno!! Sige asi!!
ResponderEliminarAmiga: voy a sumarme a las palabras de KRISTEN ¿Por qué Rob tiene que ser tan jodidamente dulce y sexy? es genial, no puedo quitar la sonrisa de mi cara... Por dios!! ya no aguanto la ansiedad!!! quiero "verlo" en la cama YA!! aunque Creo que ese dia no voy a poder seguir trabajando... Suspiros...
ResponderEliminarq bueno!! esta hermosa..
ResponderEliminarUff esto está tan bueno como para verlo cada tercer dia.cuando será que kristen termine al angarano ,y ya no haga sufrir a rob
ResponderEliminarPero esta niña es tonta, o que!!! Que se pensaba,que después de pasar una noche así, se iban a poner a deshojar margaritas... Pero bueno, empate a uno, a quién le toca el próximo rechazo?
ResponderEliminarIrina, estoy de acuerdo con lo de que la creatividad necesita su proceso y su tiempo, tus lectores somos unos ansiosos, pero sólo por la intensidad a la que nos tienes acostumbrados. No te sientas agobiada, te seguiremos aunque nos dejes un poco más de tiempo (pero poco) en ascuas, lo que si que te pido es que muestres las sesaciones tal cual lo estás haciendo. Enhorabuena!!!
amo saber q cada mañana cada lunes, mierc y viernes, leo esta maravillosa historiaaaaaa!! Irinaaaaaaaaa, sos una geniaaaaaa!!!!
ResponderEliminarhuuuy pero que le pasa a Kristen!!! con un hombre de estos se rinde quien sea, me uno a Rob que Kris madure de una vez y que aclare lo que quiere.. asi no se puede... maravillosa historia la verdad si me gustaria que tuviera algo de cierto.. me parece alucinante una historia de amor tan linda...en fin no veo la hora de que al fin se de cuenta de lo que siente y bote al otro del todo... gracias por esta maravilla!!
ResponderEliminarFelicidades Irina,pero si no es mucho pedir podrias pone el relato de los dos del mismo fic,estoy que muero por saber que pensaba rob en este.
ResponderEliminarEsto, esta buenisimoooooo que bárbaro estoy pero súper enganchada.............
ResponderEliminarWOOWW ESTO SE PUSO CANDENTE EXCELENTE INICIO DE SEMANA QUIERO LEER EL PROXIMO!! A VER Q HACE ROB GRACIAS IRINA
ResponderEliminarWOOWW ESTO SE PUSO CANDENTE EXCELENTE INICIO DE SEMANA QUIERO LEER EL PROXIMO!! A VER Q HACE ROB GRACIAS IRINA
ResponderEliminarOrale, que capitulo tan caluroso, no se como Kristen se pudo resistir ante tan bello hombre, pero también eso habla que ella no podía de alguna manera traicionar al enano que tenía de novio, pero creó que pronto lo va a mandar a la goma. gracias Irina me encanto como siempre y en espera de leer otro capitulo mas.
ResponderEliminarComo se puede rechazar a un hombre como Robert con lo guapo,bello,hermoso y papasito que es.está genial Irina,felicidades.
ResponderEliminarComo se puede rechazar a un hombre como Robert con lo guapo,bello,hermoso y papasito que es.está genial Irina,felicidades.
ResponderEliminarno se ustedes pero me encanta como escribes y no dejes de hacerlo nos llevas a punto en el que nos comemos las uñas y cuando relatas las escenas de atraccion entre Rob y Kristen siento como si yo fuera la que esta alla. Eres genial Ansio leer la siguiente parte
ResponderEliminaresto puede ser el inicio de otra saga ....mas real.... estaria barbaro
ResponderEliminarSencillamente ME ENCANTA!!!! tambien me desespero un poco por saber mas y seguir leyendo sin parar.... pero todo va muy bien, es como dicen "de lo bueno en pequeñas dosis" pero no pares de contarnos iri...
ResponderEliminarwow como lo relatas nos dejas con ganas de leer mas cuando se acaba la lectura,pero sigue asi eres magnifica escribiendo,la historia de Rob y Kristen,me puedo imaginar q asi fue,gracias por hacernos pasar un buen rato Irina.
ResponderEliminarme encato irina deveras amo tu forma de escribir nunca cambies
ResponderEliminaririna aun no puedo imaginarme que kristen rechasara a Rob pero lo demas me encantoooo
ResponderEliminarsigue asi que llegaras lejos irina