FanFIC no.48 "Comic Con 2009.Rob"

FANFIC NO.48
"COMIC CON 2009.ROB"
por Irene Mendoza



COMIC CON 2009

Rob


Fueron tres días maravillosos, intentando recuperar el tiempo perdido. Los dos estábamos desesperados por estar juntos. Pensando de la mañana a la noche en hacerlo una y otra vez. Locos de ganas, ansiando besarnos, tocarnos, chuparnos y lamernos el uno al otro. 

Durante ese tiempo quise tenerla a mi alcance todo el rato, ni un instante lejos de mí. Adoro cada centímetro de su suavísima y blanca piel. Venero su cuerpo pequeño y delicado.

El último día llovió sobre N. Y. refrescando aquel calor abrasador. Hicimos el amor frenéticamente, desahogándonos, hasta llegar la noche. En la penumbra, una y otra vez, como una deliciosa tortura, un deleite exquisito. No puedo recordar las veces que lo hicimos. Solo sé que teníamos las ventanas abiertas de par en par, que la lluvia cesó y ya solo se oían las goteras que caían sobre el suelo de la terraza y nuestra respiración agitada. Pasó la noche y el amanecer nos encontró tendidos sobre la cama, exhaustos y abrazados. 

----------- 

Los dos necesitábamos vivir plenamente lo que habíamos empezado unos meses antes, estaba bien claro. Ya no había dudas. Las inevitables separaciones nos iban a causar siempre un dolor profundo pero esa primera larga separación me hizo darme cuenta de que la distancia no hacía sino incrementar mi deseo por Kristen. Que de alguna manera lo reavivaba y hacía del reencuentro algo explosivo y salvaje para ambos. 

----------- 

Dar CLIC en MAS INFORMACION para seguir leyendo fic 48

Volvimos a separarnos y viví contando las horas que faltaban para el Comic Con, para poder tenerla otra vez porque es el único momento en el que ella es realmente mía, cuando estoy dentro de ella y la poseo, la hago temblar y gritar mi nombre. Kristen es un espíritu libre, así la veo yo. Ella dice de mí que soy apasionado y creo que tiene razón, soy muy apasionado aunque no lo sabía. Con ella he descubierto facetas de mí que no conocía. Ahora me conozco mejor gracias a Kristen.

----------- 

Continuamos los dos con nuestros respectivos rodajes conscientes de que la distancia no era un problema para nosotros, me di cuenta de ello y pude relajarme un poco pero lo hice demasiado y en uno de mis despistes habituales crucé una calle sin mirar y casi me atropelló un coche. El tipo ni siquiera me golpeó, frenó en seco y me gritó <<¡mira por dónde vas!>>. No me conocía y debió de pensar que yo era un loco porque le saludé muy sonriente y le di las gracias. 

A esas alturas de mi vida me encantaba que no me reconocieran. No le di importancia pero el incidente se filtró a la prensa. Así que esa misma tarde una Kristen angustiada me llamó mientras estaba en el set.

- Rob, ¿estás bien? – preguntó Kristen con un hilo de voz, llena de preocupación al otro lado del teléfono.

- Sí, claro ¿por qué, preciosa? – pregunté extrañado -. Un momento, Kristen, ahora estoy contigo. ¿Podemos hacer un pequeño descanso, por favor? Un café, vale. Dime cariño.

- Alguien en el set ha visto uno de esos programas sensacionalistas y dicen que has tenido un accidente, que te ha atropellado un coche – le temblaba la voz.

- ¿Qué? ¡No! Bueno, crucé una calle un poco temerariamente pero no pasó nada.

- ¡Oh Rob, dios. Qué susto he pasado – suspiró -. Perdona por llamarte al set, sé que estás trabajando…

- No amor, no pasa nada. Tranquila, estoy entero. Enterito para ti. Es increíble que se dediquen a divulgar tanta chorrada – dijo furioso -. Solo han conseguido que tú pases un mal rato. ¡Jodida gentuza!

- Ten cuidado, ¿vale? – me susurró con ternura.

- Sí, no te preocupes. ¿Estás bien?

- Sí, sí, ahora sí. Me moría por oír tu voz.

- Yo me alegro de oír la tuya. ¿Hablamos esta noche?

- Creo que hoy me darán las tantas en el set pero no importa, llámame a la hora que quieras – su voz volvía a sonar tranquila y alegre -. Rob,…

- ¿Qué preciosa?

- Te quiero – susurró.

- Y yo a ti, cariño.

- Hasta luego. Besos por todas partes. Cuelgo.

- Por dónde quieras. Hasta luego – sonreí.

------------ 

Y por fin llegó el bendito Comic Con. Tomé el primer vuelo que pude conseguir y marché para L. A. Estaba ansioso por tener a Kristen de nuevo en mis brazos. 

Yo no tenía casa, todas mis cosas estaban repartidas entre la casa de los Stewart y un trastero alquilado así que acordamos alquilar una habitación en algún hotel de San Diego, discreto y con encanto. Kristen se encargaba, me dijo.

Nada más pisar L. A. tuve la extraña y agradable sensación de que regresaba a casa. Nick me recogió para llevarme a San Diego. Era la primera vez que me ocurría desde que salí de casa, de Inglaterra. Me extrañó ese sentimiento de cercanía con aquella loca ciudad tan diferente a mi Londres natal.

El hotel era pequeño, de lujo pero sin estridencias. Bien alejado de los lugares frecuentados por las estrellas que acudían al Comic Con y por lo tanto al resguardo de ávidos paparazzis sin escrúpulos. Estaba claro que Kristen sabía encontrar lugares con ambiente agradable. Entré en la amplia habitación decorada con un discreto estilo oriental. Maderas oscuras y paredes de piedra. Oí correr el agua en el cuarto de baño. Kristen estaba en la ducha. Sonreí, dejé la mochila y mi maleta en la habitación, no sin antes echar un vistazo a la inmensa cama de madera, lo que me hizo sentir una punzada de deseo recorriendo mi vientre. 

Yo también necesitaba una ducha. Me quité la camisa, la camiseta y comencé a soltarme los pantalones. Fui dejando un reguero de ropa tirada por el suelo de madera mientras me dirigía al cuarto de baño. Abrí la puerta en silencio, con sumo cuidado para que Kristen no me oyese y me asomé. Una nube de cálido vapor velaba la mampara de la ducha. Aun así pude apreciar su hermosa silueta tras el cristal y una corriente de lujurioso deseo invadió todo mi cuerpo recorriéndolo de la cabeza a los pies. Kristen canturreaba. Sonreí de nuevo y sin hacer ruido me deslicé dentro del baño. De puntillas llegué a la inmensa ducha de mármol oscuro y aprovechando que ella estaba de espaldas a mí me metí dentro y la agarré por la cintura pegándome a su trasero. A mi contacto Kristen dio un grito acompañado de un saltito y se giró.

- ¡Rob! – jadeó.

- ¿Te he asustado? – susurré al tiempo que me apretaba a su piel mojada y notaba crecer mi erección contra su cuerpo.

No me respondió me echó los brazos al cuello acariciando mi nuca, como era ya su costumbre y me acercó a ella, buscando mi boca con afán. 

Yo abrí la mía para dar paso a su lengua, para saborearnos mutuamente. La atraje hacia mí con el corazón latiendo con muchísima fuerza para acariciar con fervor todo su húmedo y hermoso cuerpo. De un salto me rodeó con sus piernas y me introduje en ella una vez más, suavemente, resbalando hasta llenarla. Y ella me acogió en su interior con un dulce quejido, dispuesta para mí. 

Lo hicimos suave y lento, con pasión y ternura. Después Kristen se dedicó a mimarme y yo me dejé mimar encantado. Me secó tras la ducha y me llevó hasta el dormitorio. Nos echamos sobre la cama y me dio un maravilloso masaje en la espalda. Fue tan agradable que tuve que darle las gracias del mejor modo que sé. 

Pasamos el resto de la mañana en la cama, hasta el mediodía cuando una furgoneta con cristales tintados y Nick de copiloto nos condujo al auditorio donde se celebraba el Comic Con.

Lo primero, jugar al despiste con los paparazzis. Kristen salió primero y yo me quedé escondido en la furgoneta para poder entrar por una puerta trasera, como siempre. Tenía muy buenos recuerdos del año anterior. Kristen y yo habíamos tenido una especie de amor platónico durante aquel Comic Con. 

Personalmente estuve tan alucinado con la aceptación del público, aquel que meses atrás quería lincharme y me llamaba feo, que pensé que aquella buena acogida no podría repetirse. Cuál fue mi sorpresa cuando me dijeron que las fans abarrotaban el recinto de nuevo. Recordé como el año anterior me había empezado a poner nervioso al llegar al backstage y escuchar el murmullo ensordecedor que hacían cientos de personas hablando a la vez. Respiré hondo y resoplé para salir en medio del griterío que a partir de entonces se haría habitual en mi vida. Había pasado un año y nada había cambiado, o todo. Recordé el tonteo descarado que Kristen y yo tuvimos sin proponérnoslo, una especie de hipnótica estupidez que nos poseyó. Cómo no podía dejar de mirarla, de decir bobadas, de reírme, de bromear con ella, de respirar hondo para quitarme aquella opresión tan intensa del pecho, la que sentía cuando ella me miraba con sus preciosos ojos verdes. Sí, decididamente eran buenos recuerdos.

 

En la entrada del Centro de convenciones nos encontramos casi todos: Peter, Kellan, Anna, Kristian, Billy… y Nikki, que nada más ver a Kristen se abrazó a ella. Creo que fue un abrazo sincero y que realmente la echaba de menos pero Kristen se había llevado una gran decepción con ella. Además continuaba siendo amiga de su ex así que el distanciamiento entre las dos era inevitable.

No me importó demasiado ver a Nikki, no soy rencoroso, creo que no merece la pena pero no la quería cerca, estaba claro que le gustaba demasiado la fama y era capaz de verder a cualquiera por un poco, estaba seguro. A parte de eso supongo que no es lo que se dice una mala persona. Y no es por dármelas de rompecorazones pero estaba casi seguro que seguía sintiendo algo por mí. Así que lo mejor era guardar las distancias con ella.

Debí de ponerme algo tenso y para Kristen soy como un libro abierto así que para que no se me notara y sacarme una sonrisa dejó de hacer caso a Nikki y bromeó conmigo acerca de la gorra que llevaba puesta.

- ¡Eh, esa gorra es mía! – gritó.

- ¿Ah sí? No me había dado cuenta –bromeé. 

  

- ¡Te la has llevado a N. Y.! – rió.

- Solo la tomé prestada a cambio de mis camisetas – sonreí.

Estuvimos un rato más tonteando pero tocaba entrar en el edificio. Alguien decidió sentarnos separados poniendo en medio al bueno de Taylor. Debieron pensar que juntos nos distraeríamos mucho y ese fue el error porque Kristen y yo con la atracción del año anterior multiplicada por mil no pudimos remediarlo, nos mirábamos embobados, nos sonreímos cómplices, nos tocábamos el pelo a la vez. 

Todo mientras nuestro compañero hablaba con devoción de la próxima película de la Saga. Nosotros no hacíamos ni caso, solo teníamos ojos el uno para el otro. Apenas dos horas antes ella había estado conmigo, en mis brazos y aun se nos notaba en la cara.

Había que estar ciego para no darse cuenta de nuestra mutua atracción.

Cuando el resto del cast y Chris Weitz nos acompañaron continuamos separados. Yo ya no me centraba en nada y encima Kristen se puso juguetona y me pasó una notita por debajo de la mesa que pasó por varias manos antes de llegar a mí: ¿Te ha gustado el hotel que he elegido? No me has dicho nada. A mí me ha encantado el cuarto de baño en concreto. ¡Ah y la cama, muy cómoda! 

La miré desconcertado. Estaba totalmente seducido por aquella increíble, sexy y sorprendente mujer con aquel aire roquero que le sentaba tan bien. 

Después, tomándonos fotos con Taylor no pude evitar tocarla del culo. Ya se lo había mirado mientras saludábamos con el resto de actores. Me encanta su culo, lo reconozco y sin querer, bueno queriendo, posé mi mano en él haciendo que su rostro se volviese hacia mí con cara de <<¿Qué coño estás haciendo, tío?>>. También me encanta hacerla rabiar. 

Entre foto y foto nos rozábamos. Estoy seguro que ella me tocó la espalda adrede, acariciándola y mi cuerpo respondió al instante, estremeciéndose con su tacto. <<¿Cuándo acabará esto? Quiero salir de aquí con ella!>>, pensé. La miré con deseo y le susurré al oído:

- Ultimamente me he dado cuenta de una cosa.

- ¿De qué?

- De que me gusta echarte de menos. Bueno, no es que me guste pero… ¿No es verdad que cuándo volvemos a vernos…?

- El reencuentro es increíble, sí. ¿Para ti también? – sonrió.

- Sí es… fantástico, preciosa – resoplé -. ¿Cuándo acaba esto, joder? Quiero sacarte de aquí de una vez, quiero… ¡Uf!

- Yo también quiero irme – susurró con voz sexy y ronca en mi oreja. 

Regresamos al hotel y desaparecimos por tres días, hasta el domingo 26 de julio por la tarde, cuando regresé a N. Y. a terminar de rodar Remember Me.

Mientras tanto todas las revistas se preguntaban dónde nos habíamos metido y nosotros nos reíamos escondidos, como siempre.

...Continuará...

LOS FICS son publicados Lunes, Miércoles y Viernes en los siguientes horarios: México 12 pm, Argentina 2 am, España 7 am. Al Staff nos complace mucho que tengamos mas lectores asiduos de este gran relato escrito por nuestra talentosa Escritora Irina, de igual forma los invitamos a comentar y participar cuando lo deseen, ya que nos gusta platicar e interactuar con uds.

Aviso sobre los FICS, sobre todo dirigido a las chicas más jóvenes que nos leen. A partir del relato 23 aparecerá contenido sexual explícito, con palabras y situaciones(Lemons). Deseo recalcar que esta historia ficticia Robsten es tal cual como la Autora considera que sucedieron los hechos y las situaciones de acuerdo a información documentada. A LAS PERSONAS IMPRESIONABLES FÁCILMENTE Y DE MENTE NO ABIERTA DEJAMOS A VUESTRA CONCIENCIA LA DECISIÓN DE LEERLO O NO. 

**************************************************************************************

Para Leer FICS Anteriores

dar Aquí ---->FIC 46, FIC 45, FIC 44, FIC 43,  FIC 42,  FIC 41, FIC 40,  FIC 39,  FIC 38,  FIC 37, FIC 36, FIC 35,  FIC 34, FIC 33, FIC 32,  FIC 31, FIC 30, FIC 29,FIC 28, FIC 27, FIC 26,  FIC 25, FIC 24, FIC 23, FIC 22,  FIC 21,  FIC 20, FIC 19,  FIC 18, FIC 17, FIC ESPECIAL DE CUMPLEAÑOS 26 DE ROB, FIC 16, FIC 15, FIC 14, FIC 13, FIC 12, FIC 11, FIC 10, FIC 9, FIC 8, FIC 7, FIC 6, FIC 5, FIC 4, FIC 3, FIC 2, FIC 1.