Fic 'La Fundación', Capitulo 19 por V-Team

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Fic La Fundación  Capitulo 19
por V Team

Imágenes: Elena

Me despierto sobresaltada, menos mal que ha sido una pesadilla. Sin embargo mi corazón está asustado, como si algo malo fuera a pasar. Quisiera hablar con Rob pero no quiero molestarlo con una tontería. Intento calmarme. 

-Sólo ha sido un sueño –un mal sueño, repito en mi mente. 

No funciona, siento el impulso de levantarme de la cama y empacar, terminar con esto que no nos llevará a nada bueno a ninguno de los dos. “No sin despedirme”, eso dije cuando me pidió no desaparecer; trato de calmarme. De cualquier forma tengo que hablar muy seriamente con Rob al respecto, lo que sucedió en el aeropuerto no puede repetirse, no es conveniente para ninguno. Luego de unos minutos me siento más tranquila pero no logro dormir de nuevo. 

Al cabo de tres semanas creo que puedo decir “la he librado”, nada malo ha pasado, sin embargo añoro tanto estar entre los brazos de mi Ángel, lamento haberle dicho que sería mejor que no habláramos, mi mente, mi cuerpo y mi alma están extrañándolo demasiado, esto era lo que temía que podía pasar, ya sé lo que es no tener a un ser amado junto a ti y no quiero volver a pasar por lo mismo, pero ya es tarde, Rob ha anclado su barco en mi corazón y será difícil sacarlo de ahí. No quiero pensar en lo peor, pero parece que la vida no me dejará tener una felicidad completa. 

Rob sigue ocupado trabajando y nosotras aquí con las actividades cotidianas. Dos de las nuevas chicas están por llegar, Vero ha ido a recibirlas al aeropuerto. Su bienvenida a la Fundación dista mucho de lo que yo viví, esto es un poco más formal, todas estamos en la estancia, puedo ver en sus rostros una mezcla de emociones, parecen tranquilas pero con muchas dudas, ambas miran a su alrededor. Ambas tienen rasgos claramente latinos, pero puedo reconocer a mi compatriota como la de cabello castaño y a la chica de Colombia como la de piel con ligero tono canela. 

-Ella es Liz, es mexicana y Ángela viene de Colombia –dice Vero, presentando a las dos chicas. 

-Bienvenidas a la Fundación Crawley –dice Lena. 

-Gracias –dicen ambas casi a coro. 

-¿Cómo está usted? –dice Ani y se arroja abrazar a Ángela. 

-Bien, gracias –dice Ángela 

-Estoy muy feliz de tener alguien de mi tierra aquí. 

-De hecho Ani, Ángela viene temporalmente. Ella es amiga de Luz –apunta Lena. 

-Perdón pero yo todavía no entiendo…–dice Liz. 

-Claro perdona. 

Lena nos presenta a cada una y comienza a explicar lo que es la Fundación, señala que tenemos un benefactor muy especial que prefiere ser anónimo pero que algún día ellas conocerán, les explica cómo se maneja la Fundación y cuáles son sus objetivos. 

-Y bien pues ese hombre maravilloso que nos da empleo y ayuda a tanta gente es Robert Pattinson. 

-¿El actor? ¡Qué buena broma! ¡Ya! ¿Dónde están las cámaras? –pregunta Liz. 

Nadie se ríe. Al contrario se quedan muy serias. 

-Yo te creo, Luz es mi amiga y no me habría enviado a un lugar en donde me lo harían pasar mal, y ella sabe lo mucho que admiro a Robert Pattinson. 

-Yo también soy su fan, pero... ¿Es en serio? 

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-Totalmente –continúa Lena –él estará aquí en unas cuantas semanas y podrán comprobarlo. Ahora son libres de rechazar la propuesta y marcharse en cuánto ustedes quieran, pero les pediría discreción absoluta. 

-Yo acepto, de cualquier forma no estaré aquí por mucho tiempo, aunque ahora… 

-Yo también, es sólo que me parece increíble –concluye Liz. 

Las chicas, se van adaptando poco a poco a la casa, y conociéndonos poco a poco. Un día Ani muy animada por la llegada de Ángela decidió preparar arepas, una especie de tortilla de maíz con queso, nunca las había probado y me encantaron, la casa estaba más alegre que nunca y yo me volví adicta a las arepas, que por supuesto acompañamos con café colombiano. 

* * *

Cierto día las chicas estaban ocupadas y yo lleve de paseo a Liz y Ángela, casi íbamos entrando a la casa cuando sonó el teléfono. Era Rob. 

-¿”V”? ¿Eres tú? 

Mi corazón salió disparado cuando escuché su exquisita voz. 

-Hola, ¿Cómo te va? –dije como boba intentando no mostrar la verdadera emoción que sentía pues las chicas estaban cerca. 

-Qué bueno que me contestas tú. Me moría por escucharte. 

-Estoy con las chicas recién llegadas, esperan conocerte pronto. 

-Entonces no puedes decirme lo mucho que me extrañas –trague saliva, Rob era adorable y un poco malicioso cuando se lo proponía. 

-Sí claro, mucho –dije intentando parecer que me preguntaba otra cosa. 

-¿Tanto como yo a ti? 

-Supongo que sí. 

-Siempre disfruto mucho mi trabajo pero esta vez se me ha hecho eterno. Tengo que colgar pero estaré de vuelta en dos semanas. Ya quiero verte. 

-Aja –y mi ambigua respuesta le provoca risa. 

-De acuerdo, te dejo ya. Un beso. 

-Hasta pronto –le digo y creo que me sonrojo ligeramente. 

* * *

-Era Rob –les digo a Liz y a Ángela –dice que vendrá pronto para conocerlas. 

-Todavía no lo creo dice Liz. 

-Será como un sueño –señala Ángela. 

No sé qué contestarles, a pesar que llevo un tiempo aquí estoy igual que ellas, creyendo que esto es imposible, qué es un sueño; y si a esto le sumo que he estado más cerca de él de lo que se puede estar de un hombre, el sueño se vuelve una divina confusión que me lleva a creer que puedo estar aluciando. Solo el sufrimiento, el dolor que permanece en mi pecho me mantiene cuerda, con un pendiente que me recuerda que esto es real; de lo contrario no estaría aquí y ya me hubiera vuelto loca de amor por Rob. Aunque probablemente ya lo estaba. 

* * *

A la semana siguiente tenemos una visita sorpresa Irina, la agente de la Fundación en España, llega acompañada de Fina de Madrid, quien se quedaría a vivir con nosotras. Ambas tenían bellos ojos color miel y cabello castaño. Esta vez explicar sobre la Fundación Crawley no fue problema, Fina estaba emparentada con Irina, era su tía aunque en realidad parecía su hermana mayor. Tampoco fue necesaria una presentación, tanto Irina como Fina parecían conocernos a todas, sabían la historia de cada una y aunque no nos conocían físicamente, prácticamente fueron adivinando a cada una, incluso a las recién llegadas. Estaba poco más que impresionada durante nuestro encuentro. 

-Es un placer por fin conocerlas –dijo Irina. 

-Tú debes de ser Lena, eres justo como te describió Irina –dijo Fina saludando con un beso en cada mejilla a nuestra jefa, luego la miró fijamente a los ojos con dulzura tomando sus manos entre las suyas –deseaba mucho conocerte. Si no me equivoco tú eres Berta. Querida, tú y yo tenemos historias similares, yo también me he quedado sola, mis hijos han dejado el nido, pero yo aún tengo mucho qué hacer en esta vida. 

-Es un gusto tenerte aquí, te sentirás como en casa –contestó Berta –aquí serás muy útil. 

De la misma forma Fina e Irina fueron identificando a cada una. 

-¿”V”? ¿O me equivoco? 

-Si soy yo –dije dando un paso adelante para saludarlas. 

-Eres justo como te imaginaba –continuo Fina –linda, lamento tanto lo de tu hija, no pierdas la fe, estoy segura que pronto la encontrarás. 

-Gracias, eso espero –le dije con una sonrisa. 

Irina había hablado ya con la mayoría de las chicas por teléfono, así que fue más bien una presentación para Fina, que resultó ser muy empática y tenía palabras lindas para todas. 

Durante la cena, momento para el cual ya había mucha confianza entre todas, Irina nos explicó que se había tomado la molestia de acompañar a Fina a México porque quería pasar sus vacaciones en Cancún, así que comenzamos a planear algunas salidas por los alrededores para las recién llegadas, así como un viaje relámpago a la ciudad de México, en donde probablemente Rob se uniría a nosotras. 

* * *

La primer salida que tuvimos fue similar a la que ya había hecho con las demás, viajamos a Chichen Itzá y visitamos los cenotes en Yucatán, además de las recién llegadas se unió Berta, para acompañar a sus compatriotas y Carol que no había podido ir la vez anterior. Igual que las demás quedaron fascinadas. Yo tuve algunos compromisos qué cumplir en la casa hogar y no paseamos, pero Irina se dedicó a descansar y Fina, Liz y Ángela a adaptarse a su nueva vida en la Fundación. 

* * *

Finalmente la espera para volver a ver a Rob había terminado. Lena, Irina, Fina, Liz y Ángela viajamos a la ciudad de México, donde estaríamos sólo un par de días. Nos fuimos directo al hotel, nos hospedamos en el Four Seasons ubicado en avenida Reforma en el centro de la ciudad, la ubicación era privilegiada en la avenida más bonita de la ciudad. 

Queríamos descansar un rato y luego salir a cenar, el plan era levantarse temprano al siguiente día para aprovechar al máximo y en la tarde reunirnos con Rob. Conforme avanzaba el tiempo en el reloj también aumentaban las mariposas que revoloteaban emocionadas en mi estómago. A pesar de todo, la emoción por ver a Rob no decrecía sino todo lo contrario, se volvía cada vez más fuerte y más ansiosa.

...CONTINUARA...