Fic 'La Fundación', Capitulo 46 por V-Team

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Fic La Fundación  Capitulo 46
por V Team

Imágenes: Elena

Le debía tanto a Rob, jamás podría pagarle esto que acababa de hacer por mí. Siempre me sentí protegida a su lado, pero nunca pensé que se convertiría en el ángel que realizaría el milagro de devolverme a mi hija.

-De cualquier forma, gracias –le digo a Lena –y tengo por seguro que tú lo habrás ayudado.

-Ni lo digas, siempre deseamos que de nuevo estuvieran juntas.

-Lena yo… todavía no alcanzo a entender cómo fue que vine a parar aquí, ni por qué Rob se tomó la molestia de hacer todo esto.

-¿Y todavía lo preguntas? Lo hizo porque te ama.

Siento como si Lena me estuviera reprendiendo, su rostro está serio y su tono es duro.

-¿Acaso es muy difícil de comprender? Creo que se enamoró de ti desde aquél día en que te vio por televisión. Él no se merece sufrir.

-Lo sé.

-Disculpa no debería meterme en esto. Solo piensa bien lo que harás.

-No hay nada qué pensar. Voy a buscar un trabajo en la ciudad, regresaré a mi casa para estar cerca de mi familia y darle a Mía un hogar, el que perdió cuando Carlos se la llevó. Espero que no sea molestia que permanezcamos un par de días aquí.

-Por supuesto que no, todo el tiempo que quieras. Te extrañaremos.

-Y yo a ustedes.

Busco a Mía, está con las chicas en la alberca. Rob está sentado observando. Me acerco a él 

-¿Podemos hablar? –Asiente –en otro lugar.

Se levanta y caminamos hacia la terraza. Toma asiento y me sonríe. Pero la sonrisa no se extiende hasta sus ojos. Sus ojos, esos que dejaré de mirar, en los que ya no me veré reflejada.

-Rob yo no sé cómo agradecerte –le digo y me sostengo de la mesa para no caer. Siento que todo se desmorona en mi interior.

-No bonita, no tienes que agradecerme nada, sabes que te amo y que haría cualquier cosa por ti.

No puedo más y rompo en llanto. Son lágrimas dulces y amargas, Rob me ha hecho la mujer más feliz del mundo y ahora al separarme de él volveré a ser desdichada. Creí que sería más fuerte, que esto no me afectaría tanto, pero ahora que el momento ha llegado me doy cuenta de lo mucho que lo amo y lo mucho que lo extrañaré.

Rob se levanta y se acerca a mí. Me rodea con sus brazos y me consuela.

-Mi amor por favor no llores, creí que estarías muy feliz. Anda sonríe no queremos que Mía se preocupe.

-Discúlpame –digo sollozando.

-No seas tontita, sé que harás lo mejor para tu hija. Nunca te reprocharía nada.

-¡Ay Rob! –le digo incapaz de decir algo más. Y me aferro más a su cuerpo. Ahora tan sensible como me encuentro, sería capaz de olvidarme de todo y quedarme si me lo pidiera, pero no lo hace. Comprendo que para él debe ser difícil enfrentar el hecho de querer a una mujer que tiene la responsabilidad de una hija.

-Anda, ponte contenta. Tenemos que celebrar. Le he pedido a Dolores una cena especial para despedirlas. Mía ha pedido hamburguesas.

¿Despedirlas? Sus palabras me duelen. Me quedo pensando. Parece que quisiera apresurar nuestra partida. Intento no juzgarlo y en vez de ello entenderlo.

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Quisiera seguir hablando con mi niña y tenerla todo el tiempo a mi lado pero ella está feliz en la alberca. Cuando el día termina Mía está rendida. Le doy un baño y una merienda ligera, termina su leche sentada en mis piernas donde se queda dormida. Esa noche me la paso observando dormir a mi pequeña.

***

Para Mía han sido como unas pequeñas vacaciones, las chicas la consienten en todo, están encantadas con la niña y sus ocurrencias. Fina dice que Mía le da una alegría especial a la casa. Mientras algunas de las chicas se encargan de ella, yo termino con algunos pendientes y me reúno con Lena para dar por terminada mi estancia en La Fundación.

Lena me ha dado el contacto del abogado pues parece que el asunto con Carlos aún no ha terminado, tal vez tenga que esperar la resolución de un juez. Pero sigo adelante con mis planes. Las chicas nuevas realizarán algunas de las actividades que yo hacía para la Fundación. Todo ha sido tan deprisa que lo único que lamento es no despedirme de los niños de la Casa hogar.

Trato de poner mi mejor cara en la cena de despedida, pero la verdad es que me siento muy triste. Mis horas en esta casa están contadas, así que trato de pasar algún tiempo con cada una de las chicas, me llevo algo muy especial de cada una, todas son especiales para mí, he aprendido mucho de todas, incluso de las recién llegadas.

Nuevamente Mía se queda dormida, en un camastro cerca de la alberca donde hemos tenido la cena. Rob se ofrece a ayudarme. Rob toma a Mía entre sus fuertes brazos y la acuna contra su pecho, me enternece tanto la imagen que una lágrima se forma en mis ojos; algún día este hombre será un gran padre pienso, no seré testigo pero me enteraré seguramente por los medios y pensaré en lo afortunada que sea aquella que le dé hijos a Rob, porque de lo que si he sido testigo es de sus acciones bondadosas que dicta su alma noble y pura.

Acomoda a Mía en la cama de mi habitación y la cubre delicadamente, pasa junto a mí pero va directo a la puerta.

-Buenas noches –me dice agachando la mirada y cerrando la puerta.

Le contesto y hago un esfuerzo por no llorar.

Me levanto muy temprano para empacar. Lena me ha dicho que puedo llevarme todo lo que quiera, pues todo estaba en mi habitación había sido dispuesto para mí desde que llegué, sin embargo sólo me llevo algunas prendas que me traen algunos recuerdos y me voy prácticamente con lo que llegué. Mía siempre ha sido muy obediente así que no he tenido problema para que quiera dejar la casa, además de que está ansiosa de ver a mis padres.

Las chicas rondan por mi habitación y me sonríen aunque me miran tristes. Rob se deja ver poco. Decido buscarlo para agradecerle y finalmente despedirme.

-Finalmente te irás –dice cuando entro a su habitación.

-Es lo mejor para mi hija –digo dando unos pasos al interior del cuarto –ambos sabíamos que esto no tenía futuro –le digo. 

-Sí, es verdad, ambos lo sabíamos.

-Siempre te estaré agradecida.

-Me alegra haberte dado lo que más querías. Yo… te quiero –dice acercándose a mí. 

No resisto más, se que pagaré caro esto, pero lo abrazo y le susurro que yo también lo quiero. Me desbarato por dentro al saber que esto es el final, pero consigo no llorar. Luego de unos minutos abrazada a su cuerpo y respirar su delicioso aroma, me alejo para verlo por última vez, pongo dos de mis dedos sobre sus labios, evocando cuando estuvieron sobre los míos. 

-Se me quedan los besos que ya no podré darte –me dice con sus glaciales ojos que parece van a derretirse.

-Rob –digo con un nudo en la garganta y las lágrimas me traicionan, verlo a los ojos era mi debilidad. Sin darnos cuenta acercamos nuestros rostros, estamos a punto de besarnos pero los dos sabemos que sería un error.

-Te llevas mi corazón –me dice e inmediatamente me llevo la mano al pecho envolviendo el diamante con mis dedos.

-¿Quieres que te lo devuelva?

-No, no, no. Hablé en sentido figurado. Quise decir que al igual que el diamante, mi corazón te pertenece y te pertenecerá siempre. Nunca te olvidaré –dice y me abraza nuevamente

-Te amaré siempre –digo finalmente como despedida y separándome suavemente de él.

***

Subo a Mía en la parte trasera de la suburban, Vicente nos llevará al aeropuerto. Abrazo fuerte a Lena y a todas las chicas, Maca, Berta, Vero, Carol, Ani, Juno, Xim, P., Samira, Fina Lizz, Angela y mi querida 8:56.

-Gracias por todo chicas, las llevaré en mi corazón.

Regreso a la camioneta, y echo un vistazo con tristeza a la casa de la Fundación Crawley, el que fue mi hogar por unos meses y donde viví tantas cosas. 

 No puedo evitar mirar hacia la ventana, aquella desde la que vi a Rob por primera vez, y ahí está él, regalándome una hermosa sonrisa, la cual le devuelvo. 

Tal vez no lo vuelva a ver nunca, pero lo que he vivido a su lado nadie lo podrá borrar ya nunca. Rob había sido mi ángel y eso no cambiaría.

Me llevo tantas cosas de esta casa, pienso, jamás imaginé pasar situaciones difíciles como las que aquí enfrenté y maravillosas como las que aquí viví; la ilusión del amor, la amistad incondicional, sin duda dejaba algo de mí aquí pero también me llevaba lindos recuerdos y sobre todo me llevo una mujer más fuerte y con ganas de seguir luchando.

...CONTINUARA...