FIC IRINA '50 Sueños de Verano' Relato No.2 "Un buen Afeitado"

Esperando que nuestra SORPRESA del

REGRESO DE LOS FICS DE IRINA, 

 les haya gustado... aquí presentamos el FIC 2.

Aviso sobre los FICS, sobre todo dirigido a las chicas más jóvenes que nos leen ya que aparecerá contenido sexual explícito, con palabras y situaciones (Lemons). Personas impresionables fácilmente y de mente no abierta dejamos a vuestra conciencia la decisión de leerlo o no

FIC-IRINA  50 Sueños de Verano'

FIC NO.II "Un Buen Afeitado" 

por Irene Mendoza

Capítulo II. 
Un buen afeitado.

Tengo ese sueño en mi cabeza y no logro olvidarlo. Era tan real, tan… Me he despertado casi amaneciendo, con el portátil encendido y sus ojos fijos en mí y he vuelto a estremecer. He regresado a la cama pero ya no he podido dormir. ¿Qué es lo que ha ocurrido?

Me paso el día rememorando cada segundo de mi sueño, una y otra vez y eso me hace sentirme extrañamente excitada. Estoy como ida, no entiendo, no atiendo. Solo sé que quiero volver a soñar con él, con Rob.

Estoy de vacaciones y he vuelto a pasar gran parte de la mañana sola, viendo fotos de Rob, recopilándolas. Su visita a la bolsa ha salido en televisión, en las noticias del mediodía. Estaba preparando la mesa para comer, me he puesto nerviosa, he dado un brinco al verle, se me ha caído un plato y se ha hecho añicos contra el suelo.

Por la tarde salgo a dar un paseo pero no logro apartar a Rob de mis pensamientos. Esta noche quiero volver a soñar con él. Me acuesto en la cama pensando en él e intento dormirme pero no puedo. Vueltas y más vueltas. Me desespero. Quiero que Rob regrese, quiero volver a sentirle, aunque solo sea así, en sueños. Tal vez si… Me levanto de la cama y me siento delante de mi portátil, en el sofá, con el ordenador frente a mí. Lo enciendo y comienzo a ver fotos de Rob. Hace calor. Recuerdo que la pasada noche estaba abierta la ventana. Me levanto y la abro. Vuelvo a sentarme frente al portátil. Observo sus últimas fotos, sus gestos, sus ojos, sus labios, su pelo y ocurre de nuevo. Poco a poco me vence el cansancio y finalmente me sumerjo en un nuevo sueño.

* * *

Entro en una habitación y una nube de vapor me envuelve. Es un inmenso cuarto de baño, todo blanco y sé que él está ahí, entre la bruma cálida y húmeda, frente al espejo empañado. Me acerco a él, la bruma se disipa un poco, Rob se vuelve, me sonríe y mi sueño comienza de verdad con esa deliciosa y gloriosa sonrisa suya.

Solo lleva una toalla enrollada a la cintura. Paseo mis ojos por su torso desnudo. Se acaba de duchar. El vello de su pecho aun está perlado de gotitas de agua y su pelo mojado gotea sobre su frente. Llego hasta él y me doy cuenta de que se dispone a afeitarse y se me ocurre que tengo ante mí… la perfecta fantasía erótica.

Ni corta ni perezosa me pongo frente a él. Tiene la maquinilla de afeitar en la mano. Se la quito juguetona. Al fin y al cabo es mi sueño.

-       ¿Qué haces? – dice sorprendido -. Dámela. Voy a afeitarme. Tengo demasiada barba y pica.

Se rasca la frondosa barba rubia-rojiza

-       Quiero afeitarte – <<No puedo creer que haya dicho eso>>. Me mira divertido y entorna los ojos.

-       Espera, ¿lo has hecho alguna vez?

-       No pero no debe de ser tan difícil – digo encogiéndome de hombros.

Abre mucho los ojos sorprendido o… asustado. Me río.

-       ¡Trae aquí eso! – dice intentando quitarme la maquinilla.

-       ¡No, déjame! Anda – imploro pegada a su cuerpo -. Será divertido, ya verás.

-       ¿Divertido? – dice muy cerca de mi boca. Asiento con una pícara sonrisa -. Está bien pero… ten cuidado. No vaya a aparecer en la entrevista de mañana con la cara llena de cortes.

-       Tendré mucho cuidado con tu valiosa cara - Bromeo -. Siéntate ahí.

Rob coge la silla que le señalo junto al enorme lavabo de mármol blanco y se sienta. Se está divirtiendo mucho con esto, lo sé. No puede reprimir una espectacular elevación de ceja seguida de una sonrisa matadora.

-       Bien, ya estoy sentado. Primero tienes que enjabonarme la cara – ríe.

Doy el grifo del agua caliente, dejo correr el agua y comienza a salir vapor. Lleno la pila del lavabo y cojo el bote de espuma de afeitar, lo agito y me pongo un poco en la palma de la mano izquierda. Con la derecha comienzo a esparcir la espuma por las mejillas barbudas de Rob. Le dejo toda la cara enjabonada y me detengo. Acabo de tener una gran idea, creo. Dejo todo en el lavabo, me deslavo las manos y me marcho.

-       ¿A dónde vas ahora? – dice sorprendido.

-       Ahora vengo, quiero ponerme cómoda.

<<Este sueño está siendo muy divertido >>, pienso y no puedo evitar sonreír.

* * *
FIC 2 COMPLETO DE IRINA AQUI

Regreso enseguida y al verme aparecer Rob se incorpora un poco de la silla y me mira de pies a cabeza. Estoy casi desnuda, solo llevo mis bragas y una camisa suya blanca de algodón sin atar que me está inmensa. Sus ojos se quedan fijos en mí, me escrutan llenos de deseo. Me remango las mangas mientras me acerco a él sin prisa para retomar la tarea de afeitarle.

Solo en mi sueño me encuentro tan sexy y provocativa. La camisa abierta deja mis pechos y mi ombligo al descubierto. Me acerco más con la maquinilla en la mano. Rob alarga la mano e intenta tocarme pero me aparto dando un paso atrás.

-       ¡Ah, no! No puedes tocarme. En eso consiste el juego.

Me mira y niega con la cabeza sin dejar de sonreír.

-       Tú mandas – dice con los brazos en alto.

Me pongo seria, junto a él, casi rozándolo. Respira hondo y se apoya en la silla. No me toca, reposa la cabeza en el respaldo y cierra los ojos.

Comienzo a afeitarle en silencio, para no distraerme. Paso la maquinilla por su espesa barba rubia-rojiza presionando con cuidado y enseguida dejo un poco de piel sonrosada al descubierto. Pongo la maquinilla bajo el grifo del lavabo para limpiarla y la deslavo. Doy otra pasada por su mejilla y aparece un poco más de su suave piel. Una vez más y llego hasta el mentón. Poco a poco la espuma va desapareciendo de su hermosa cara. Noto el calor de su cuerpo tan próximo… Rozo su pierna con la mía. Suspira, deja los labios entreabiertos, abre los ojos y me mira fijamente. Sus pupilas se dilatan al máximo y sus ojos se oscurecen. Parece que quiere tocarme, lo desea mucho. Es mi sueño, por eso lo sé. Me mira como pidiéndome permiso pero niego con la cabeza. No podemos reprimir una sonrisa. Continúa mirándome de un modo tan intenso que me pone nerviosa. Prosigo afeitándole con su penetrante mirada fija en mi cuerpo, intentando concentrarme.

* * *

En mi sueño sé que Rob me desea y eso me excita mucho, más que nada. Me coloco junto a él, cojo su cabeza y la ladeo para dejar expuesta su marcada y masculina mandíbula. Paso la maquinilla con más suavidad pero sin vacilar, arrastrando el jabón y con él la barba. Continúo con su cuello. 
Dos pasadas más y dejo un lado al descubierto. Veo el pulso fuerte y constante en su suave cuello ya sin barba. 

Apoyo mi cadera en su cuerpo y le rozo la piel con el mío, esta vez con toda la intención. Noto como su respiración se agita. 
Me coloco frente a Rob y le afeito la zona del bigote, donde su barba es más rubia y dura, sin poder evitar imaginar las deliciosas cosquillas que podría hacerme con ese bigote donde él quisiera.

Tengo su cuerpo muy cerca. Miro su torso velludo y no puedo evitar chuparme el labio inferior. 
Me mira, pasea su mirada por mi figura insistentemente. Sus ojos se detienen en mi blusa entreabierta a la altura de mis pechos y automáticamente mis pezones se endurecen.

 El se da cuenta y continúa inmóvil pero un sexy gruñido se le escapa. Cierra los ojos un instante, respira hondo y al abrirlos yo ya estoy con la boca abierta.

-       Sigue, no te pares – sonríe y susurra con voz ronca – Lo haces muy bien.
-       ¿Cómo lo sabes? Es mi primera vez – Bromeo.

Mi voz suena dulce, excitada.

-       Lo haces muy… suave – dice en voz baja acariciando mi vientre con las yemas de sus dedos.

Dejo que lo haga, no puedo negárselo ya. Todo mi ser tiembla de deseo.

-       Me… faltan las patillas – mi voz es casi un jadeo.

-       Déjalas largas y… rectas.

Lo dice mientras acaricia mis glúteos con las dos manos. Baja la cabeza, me mira de lado y en mi sueño comprendo lo que quiere, lo que desea de mí ahora.

-       Bien… – jadeo.

Me pongo entre sus piernas apoyándome en sus muslos. Respiro profundamente. Me aprieta contra él y puedo notar su dura erección tras la toalla. Intento terminar con sus patillas sin éxito. Mis manos tiemblan. Abre más las piernas y la toalla se suelta de su cintura abriéndose. Jadeo excitada ante la visión de todo su cuerpo desnudo y Rob deja escapar el aire entre sus dientes sin dejar de mirarme. No puedo retirar mis ojos de su cuerpo. Vuelve a apretarme contra él, otra vez, más. Yo sigo con la maquinilla en la mano. Agarra mi mano, coge la maquinilla sin apartar los ojos de mí y la deja sobre el lavabo. Aun le quedan restos de jabón en la cara. 


Se muerde el labio y prende mis bragas con sus dedos separando la tela de mi cuerpo y desliza sus manos dentro, acariciando mis caderas, bordeando mis ingles mientras acaricia mi piel. Gimo de puro deseo y el responde con un suave y profundo jadeo. Noto su palpitante erección entre mis muslos. 

Tira de mis bragas bajándolas poco a poco, con suavidad. Jadea más fuerte y yo también. 

Deja mi trasero desnudo y con un último tirón las bragas se deslizan solas por mis piernas hasta alcanzar el suelo. 

No me quita la camisa, que ya está pegada a mi piel, mojada por el abundante vapor que inunda el cuarto de baño.

 La fina tela de algodón deja entrever mis pezones oscuros. 

El dirige su boca hacia ellos y alcanza un pezón, se lo mete en la boca y lo chupa apretándolo entre la lengua y el paladar.  La sensación es indescriptible. 
Todo mi cuerpo tiembla. No importa que sea un sueño. ¡Lo hace tan bien…!

Rob me toma por las caderas y me sienta sobre sus piernas. Le rodeo con mis muslos. Mete sus manos bajo la camisa retirando la tela de mi cuerpo y acaricia mi cintura haciendo que mis entrañas se estremezcan por anticipado. Sus manos suben por mis costillas y alcanzan mis pechos. 

Las posa sobre ellos llenándolas y haciendo que un fuerte gemido escape de mis labios. Estoy lista. Pego mi vientre al suyo, me sujeta con fuerza elevándome un poco y me vuelve a bajar sobre su miembro, entrando en mi. Me penetra despacio, hasta el fondo, toda. Apoya su frente en la mía y cierra los ojos. Yo le observo extasiada. 




Su respiración es entrecortada como la mía. Beso su boca y él me devuelve el beso. Comienza a moverse lentamente primero y yo con él. Sin pensarlo, sin esfuerzo. Su beso continúa invadiendo mi boca y se vuelve intenso y apremiante, como su lengua, como sus movimientos, cada vez más potentes. El anhelo cálido y suave de mi vientre se ha vuelto urgente, ávido. 



Nuestros jadeos se agudizan. Perdemos el control. Rob me sujeta para no caernos los dos de la silla. 
Comienzo a sentirlo, estoy llegando. 
Mi cuerpo se deja llevar, mi interior inicia el ascenso. 
Me agito, me contraigo en torno a él. 
Todo mi cuerpo convulsiona. Un, dos, tres, cuatro, hasta diez veces y estallo en un potente orgasmo perfecto que acompaña al suyo.

Terminamos sin resuello, exhaustos, mirándonos a los ojos. Sé que el sueño está a punto de acabar. Rob sonríe: 
En mi cara tengo restos de espuma de afeitar que él me retira dulcemente con sus dedos, mientras aun respira con fuerza.

* * *

De pronto me despierto y miro a mi alrededor confundida. 
Me toco la cara medio dormida, todavía con esas maravillosas imágenes en mi mente. No hay rastro de jabón y estoy en pijama recostada en el sofá. 


Rob me mira desde la pantalla de mi portátil, me doy cuenta de que mi vientre aun tiembla levemente y sonrío.

Ya quiero que llegue la noche.