Fic 'La Fundación', Capitulo 15 por V-Team

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Fic La Fundación  Capitulo 15 
por V Team

Imágenes: Elena

En varios días no hubo noticias de Rob, seguramente estaba muy ocupado en el rodaje, pensé que no tenía derecho a extrañarlo, desde que me descubrí enamorada de él supe que mis sentimientos no tenían sentido y que sólo debía disfrutar del momento, pero no podía evitar el deseo de al menos una llamada, me sentí como una jovencita. Para no pensar en él me ocupé de ayudar a Vero y Berta en las actividades que organizaban junto con la Casa Hogar de Cancún donde se atendía a todo tipo de población vulnerable, desde niños a ancianos. Pasamos algunos días en ese lugar jugando con los niños y preparando el material que daba Carol en sus pláticas a mujeres víctimas de maltrato. 

Para ocupar mi mente los siguientes días me puse a planear los siguientes paseos. Lena ha tenido un fuerte resfriado y no ha salido de su habitación. Decidí llevar a las chicas a Puebla aprovechando que todas tendrían libre un fin de semana, lo cual le comuniqué a Lena en cuanto la vi. 

-Excelente “V”, no voy a Puebla desde hace mucho y me encantaría ir también –dijo Lena que no había podido ir a Palenque por atender asuntos de Rob y que ya se sentía mejor luego del resfriado. 

-Perfecto, entonces iremos todas –nos llevábamos tan bien que sería muy divertido viajar todas juntas. 

Tomamos un vuelo de casi dos horas a la ciudad de México, ahí rentamos una camioneta similar a la que teníamos en Cancún, era un suerte que Vero sabía conducir vehículos grandes o hubiéramos tenido que rentar dos coches. Tomamos la carretera México-Puebla y advertí a las chicas extranjeras que serían al menos dos horas más de camino, estaban tan entusiasmadas que no les importó. De camino pudieron admirar el paisaje y sobre todo los volcanes que lucían maravillosos en todo su esplendor aunque con poca nieve sobre la Ciudad de México. 

-Esta historia si la sé, así que la contaré yo –dijo Vero. 

-Adelante –le dije sonriendo. 

-Ese volcán de forma común es el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, es ese otro de forma más extraña –señala Vero –el primero aún es activo por lo que ya no dejan acercarse mucho, al segundo le llaman mujer dormida por la forma femenina que tiene. 

Hay una leyenda prehispánica que dice que el Popocatéptl representa a un guerrero que va a pelear y deja a la princesa Iztaccíhuatl a quien le profesaba un grande amor, ella jura casarse con él a su regreso, pero ella es engañada y alguien le dice que su amado ha muerto en combate, cuando él vuelve ella ha muerto de tristeza, él se queda adorándola inclinado a sus pies y los dioses los cubren de nieve y los convierten en montañas. 

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-Que historia tan bonita –dice Maca. 

-Es muy triste –comenta Ani –una tragedia, casi como Romeo y Julieta. 

-No todas las historias tienen finales felices –dice Lena. 

Pensé en mi historia con mi Ángel. ¿Qué final tendría? ¿uno de cuento de hadas o…? No, ni lo pienses, eso es Shakespeare y se acabó. 

Cuando llegamos, buscamos el hotel en el que habíamos reservado en el centro. Nos hospedamos en el Mesón de San Sebastián, era un pequeño edificio del siglo XVI pero muy acogedor y con una decoración exquisita con muchas antigüedades en el mobiliario. 

 

 Puebla, era una de mis ciudades favoritas por su vasto patrimonio cultural, tan sólo en la ciudad de puebla se celebraban 85 festividades religiosas por la cantidad de Iglesias que hay, Maca estaba impresionada por la cantidad de recintos. La arquitectura de Puebla era algo digno de visitar, caminamos por las calles del centro histórico admirando los edificios, las iglesias y los conventos. 

-Miren ese edificio –dije señalando con el dedo –es la Casa del alfeñique y tiene una historia muy romántica. 

-¿Cuál es la historia “V”? –preguntó Xim curiosa. 

-Bueno, se dice que un muchacho español se enamoró de una joven poblana, quien como condición para casarse con él, le pidió una casa de dulce. El joven enamorado mandó construir un inmueble con una composición de cantera, ladrillo, azulejos y arena de cal que formaba la fachada, los adornos parecen hechos de pasta de azúcar, similar al dulce poblano conocido como alfeñique, de ahí su nombre. Es una casa del siglo XVIII, y se nota claramente por su estilo barroco. 

-Los hombres de antes eran más románticos –comenta Carol decepcionada. 

Seguimos caminando por las calles del centro, las artes populares también eran dignas de admirarse así que nos detuvimos en el Parían, mercado de artesanías, caminamos una calle más y entramos a los locales donde exhibían variedad de objetos de Talavera, Berta no pudo resistirse a comprar una hermosa vajilla de Talavera, una técnica de cerámica muy especial por todo el trabajo que conlleva, estaba deseosa de ponerla en la mesa. 

 

-Haré paella para estrenar la vajilla, a Rob le encantará –mi corazón se estrujó al oír su nombre. “No pienses más en él V”, me reprimo, él es inalcanzable y siempre supe que esto no tenía futuro. 

-Vayamos a comprar dulce típicos –dice Lena y me regresa a la realidad. 

Había una calle completa con negocios dedicados a la venta de dulce típicos, los cuales tuvieron su origen en los conventos, las chicas parecían niñas en los mostradores de las coloridas tiendas eligiendo de las canastas decoradas con papeles de colores. Las dependientas de las tiendas nos miraban fascinadas y se reían al ver el heterogéneo grupo de turistas, daban pruebas de los dulces para animarlas a comprar, pero de la vista nace el amor y probar no era necesario, todas traían bolsas llenas de limones rellenos de coco, camotes, obleas con miel, y los deliciosos borrachitos. 

-“V”, tus paseos son divinos pero muy cansados –dijo Juno una vez que estuvimos en el hotel. 

-Mañana caminaremos menos, lo prometo. 

Al siguiente día luego del desayuno tomamos un recorrido en turibus, para conocer la ciudad, en una zona más amplia, el recorrido nos llevaba a los puntos de interés como monumentos históricos y edificios principales, después les prometí una deliciosa comida. 

Así que las llevé a la Fonda Santa Clara donde la especialidad era la cocina poblana. 

 

-Bien chicas como ya les he dicho antes, la gastronomía mexicana es muy variada y en cada estado se come diferente y los platillos muestran también algo de historia. Les recomiendo principalmente el chile en nogada, es un platillo muy mexicano desde tiempos de la independencia creado por monjas poblanas y lleva los colores de la bandera, el chile esta relleno de carne con frutas y está cubierto de una crema con nuez, y es decorado con el rojo de la granada, es delicioso. 

-Regresaré con kilos extra –dijo Ani. 

Además de los chiles en nogada, las chicas probaron las chalupas, una especie de totilla de maíz cubierta de salsa y pollo, el manchamanteles, que era un mole dulce con frutas y por supuesto, el mole poblano. 

 El mole es uno de los platillos más representativos de México y es una salsa bastante elaborada que lleva muchos ingredientes como chocolate, nueces, almendras, canela, ajonjolí y variedad de chiles. 

-Rob se ha perdido de estas delicias –dijo Carol sacándolo nuevamente a relucir, pero no la culpaba, olvidarse de él era casi imposible. 

Salimos de Puebla cerca de las cinco de la tarde, Vero se puso un poco nerviosa pues un aguacero nos sorprendió en la carretera, sin embargo Vero manejaba muy bien así que nos sentíamos seguras. Para matar el tiempo de regreso al aeropuerto las chicas discutían el mejor momento de Rob en la saga de Crepúsculo, aunque más que discusión parecía un mar de coincidencias. 

De repente Lena, que venía junto a Vero, lanza un grito, todas nos ponemos alerta al mismo tiempo que nos vemos empujadas por la fuerza del impacto. Un vehículo del carril contrario ha derrapado e invadido el contraflujo, Vero ha reaccionado rápido intentando evadirlo, sin embargo nos pega levemente en el costado izquierdo de la camioneta, y por la velocidad hemos salido de la carretera, sentimos el auto detenerse bruscamente y quedamos atrapadas en una zanja. 

Hay un momento de confusión, todas estamos asustadas, todo ha sucedido muy rápido y no sabemos cómo reaccionar, nuestra adrenalina está al máximo y Juno intenta salir del vehículo, Maca la detiene. 

-Dios mío, chicas lo siento tanto, he intentado esquivarlo pero… -dice Vero y comienza a sollozar. 

-Tranquila Vero, no ha sido tu culpa –le dice Lena. 

-Parece que todas estamos bien acá atrás –comenta Maca –¿estás bien Juno? –Juno asiente. 

-Disculpa, pero salir así sería una imprudencia –le dice aún sosteniéndola. 

Un par de vehículos se detienen para auxiliarnos, mientras Lena llama a la aseguradora, cada una va bajando de la camioneta con precaución. La peor parte la ha llevado el otro vehículo que ha terminado volcado. El conductor está mal herido pero sobrevivirá, según escuchamos que dicen los paramédicos que lo han auxiliado. El teléfono de Lena suena y ella contesta nerviosa. 

-Oh Rob eres tú… en realidad no, hemos tenido un accidente en la carretera–hace una pausa –no te escucho bien, creo que sí, estamos esperando una ambulancia. ¿Rob? ¿estás ahí? 

-Era Rob chicas, pero se me ha cortado la llamada. 

Una segunda ambulancia llega y cada una de nosotras es revisada, todas estamos bien, sólo asustadas y con uno que otro rasguño, el representante de los seguros nos ha solicitado un vehículo que nos traslade a la ciudad de México. Vero y Lena tendrán que hacer unas declaraciones y decidimos quedarnos en un hotel cerca del aeropuerto, además de que ya hemos perdido el vuelo de regreso a Cancún. 

Hemos pedido cuatro habitaciones pero por alguna extraña razón, todas permanecemos por algún tiempo juntas en una sola, intentando acompañarnos para superar el susto. El teléfono de Lena vuelve a sonar. 

-Rob, tranquilo, todas estamos bien, sólo un poco confusas. No, no, no tiene caso que vengas –dice intentando disuadirlo –te digo que sólo fue el susto. Si, mañana estaremos de regreso en Cancún. Claro. Gracias por preocuparte. 

-¿Qué te dijo? –pregunta Ani, pero la verdad es que todas queremos saber. 

-Estaba muy angustiado, quería venir inmediatamente, pero no tiene caso. Lo he tranquilizado un poco. Nos llamará mañana. Les manda un beso a todas. 

Todas soltamos un leve suspiro. Luego nos retiramos a descansar. 

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Amanecemos un poco adoloridas y algunas con leves moretones en algunas partes del cuerpo, al parecer en la sacudida nos hemos golpeado unas con otras, yo tengo uno en la frente, seguramente me golpee contra el cristal y no lo recuerdo. 

Una vez instaladas en Cancún nos tomamos el día libre y Lena nos reúne a todas fuera del despacho, Rob quiere hablar por separado con cada una y vernos por Skype, al parecer todas pasan en el orden en que llegaron a la Fundación, así que soy la última. 

-Hola –digo incapaz de decir otra cosa de tenerlo nuevamente frente a mí, no en persona pero sí en tiempo real y trato de ponerme cómoda en el asiento frente al escritorio. 

-Hola –me dice sonriendo e inmediatamente después frunce el gesto, supongo que ha visto mi golpe –estuve muy preocupado por todas, en especial por ti –hace una pausa y luego sin preámbulo me suelta: –Quiero que vengas a verme.

...CONTINUARA...