Fic 'La Fundación', Capitulo 37 por V-Team

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Fic La Fundación  Capitulo 37
por V Team

Imágenes: Elena

En cuánto las chicas regresan las actividades de la Fundación se retoman y parece que hay más trabajo que nunca. Todas lucen espléndidas, parece que unos días alejadas del trabajo viendo a sus familias o simplemente disfrutando de un descanso las han renovado. Me han preguntado cómo la pase en mis vacaciones con mis padres, les he dicho que me las he pasado fenomenal y no miento, excepto porque con quien en verdad estuve fue con Rob.

Cada quien regresa a sus actividades y Lena nos informa sobre la posible llegada de nuevas integrantes a la Fundación, todas nos alegramos ya que cada día es menos el tiempo libre que nos queda, el trabajo es mucho y la gente que nos necesita más.

Berta sigue recibiendo flores de Andrés Treviño y parece que pronto volveremos a verlo en el Congreso para la Prevención del Maltrato Infantil organizado por asociaciones civiles y gubernamentales, que cada año se celebraba en Guadalajara. Andrés es muy amigo de un miembro del comité organizador y le habló de nuestra Fundación. Es la primera vez que la Fundación asiste al Congreso; Carol y Vero presentarán una ponencia con el tema “Intervención para prevenir la violencia”, y todas iremos a apoyarlas. 

 Tenía mucho que no salíamos todas juntas, así que aprovecharemos para conocer el Estado de Jalisco. A las chicas les hace mucha ilusión conocer el estado del mariachi y el tequila, aunque este último no sea precisamente su licor favorito.

***

Partimos el miércoles por la tarde. Las chicas tendrán mañana su ponencia a mediodía pero no queremos riesgos. A pesar que no tenemos nuestra mejor cara por lo cansado del vuelo, muchas personas voltean a mirarnos en el aeropuerto, Rob siempre dice que tantas mujeres hermosas llaman mucho la atención. Ésta vez, dos camionetas nos trasladan al Hotel. Nos hospedamos en el Real Inn Guadalajara, donde se llevará a cabo el Congreso y que se encuentra en el centro financiero de la ciudad. Estamos lejos del centro histórico y las atracciones culturales por eso extenderemos nuestro viaje hasta el fin de semana para que las chicas puedan conocer la ciudad, otra de las más importantes del país.

Al siguiente día, luego del desayuno, nos dirigimos al auditorio del hotel para recoger nuestros gafetes como participantes en el Congreso. Carol y Vero están muy nerviosas y se preparan para su ponencia mientras las demás visitamos los stands de algunas instituciones y analizar después con cual debemos colaborar.

Andrés Treviño, junto con el alcalde de Guadalajara y el Presidente del comité organizador se encargan de inaugurar el evento y dar unas palabras de bienvenida. Observo a Berta discretamente y me doy cuenta que lo mira con admiración, y no la culpo porque en verdad es muy guapo, además que parece ser todo un caballero, y no quita el dedo del renglón respecto a que Berta acepte salir con él, incluso la anima a mudarse a Monterrey.

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Luego todas tomamos asiento, se acerca el turno de Carol y Vero y queremos estar en primera fila. Hablan sobre el trabajo que realizan en la fundación con las madres de familia, orientándolas y educándolas para evitar la violencia en el hogar y cómo identificar si existe en sus propias casas, ya que la violencia puede llegar a ser muy sutil y no solo a través de los golpes. Los asistentes aplauden a las chicas que han tenido una presentación impecable y se oye a la gente murmurar sobre el buen trabajo que hacemos en la Fundación. 

Posteriormente en un receso saludamos a algunos conocidos y Berta aprovecha para presentar a Andrés con Lena como la Presidenta de La Fundación Crawley, pues no habían tenido la oportunidad de conocerse. Berta se ve nerviosa, parece que Andrés verdaderamente la provoca. Él ofrece colaborar con la Fundación en todo lo que esté a su alcance y nos reitera la invitación para regresar a Monterrey.

-Seguro que también los niños necesitados en Monterrey agradecerán nos visiten más seguido –dice bromeando y sin quitarle los ojos de encima a Berta.

-Puede que tenga razón Alcalde Treviño –contesta Lena –y aunque quisiéramos extender nuestra ayuda, de momento nos es imposible, así que preferimos concentrarnos en nuestra área, donde está nuestra sede.

-Es que Andrés no sabe que nuestra Fundación se creó apenas hace un par de años y está en proceso de crecimiento –comenta Berta.

-¿En serio? Muchas veces se requiere mucho tiempo para llegar al nivel de organización que ustedes tienen y ustedes lo han hecho en muy poco tiempo, además me llama la atención que todas sean de distintos países.

-Nos esforzamos mucho –dice Lena –cada una da lo mejor de sí. El que seamos de diferente lugares ha sido una casualidad y en parte por decisión de nuestro benefactor.

-Debe ser una persona muy inteligente, al elegir mujeres tan talentosas y además hermosas. Señoritas…

Andrés se despide porque tiene otros compromisos que cumplir. Berta lo acompaña a la salida. Por ese día, la serie de conferencias termina alrededor de las tres de la tarde. En cuanto terminamos, nos cambiamos la ropa formal para salir a dar un paseo por la ciudad. 

Vero conoce el mejor lugar de tortas ahogadas en la ciudad y yo muero por comer una, así que es lo primero que hacemos. Es un establecimiento pequeño, no hay mesas, solo barras y bancos altos pero ahí venden las mejores. Las tortas ahogadas son el platillo típico tapatío por excelencia, consiste en un pan, conocido como birote, rellenos de trozos de carne de cerdo frita, popularmente llamada “carnitas”, este pan es bañado en una salsa especial a base de tomate y especias. 

Luego de comer acudimos al Centro histórico, caminamos alrededor de la Plaza Guadalajara y visitamos la Catedral que está justo enfrente, además que es uno de los lugares más representativos de la ciudad, no solo por su arquitectura sino también por su historia. Al otro extremo de la Plaza también se encuentra el Teatro Degollado, un hermoso edificio de estilo neoclásico recargado, tiene capacidad para más de mil personas y es escenario para diversos espectáculos, de ópera, ballet, conciertos y recitales. 

 

Antes que se haga muy tarde regresamos al hotel ya que debemos estar en el Congreso mañana a primera hora.

Al siguiente día luego de atender la última ponencia y asistir al brindis de clausura nos fuimos a la Plaza de los Mariachis, el mariachi es el conjunto musical más representativo de México y tiene su origen justo en esta zona del país. En esta plaza, con más de cien años de tradición, se puede disfrutar de esta música, así como de otros aspectos del folclor mexicano gracias a los bailables de danza regional y exposiciones permanentes. 

 

 También se podía degustar de antojitos mexicanos así como de buen tequila. Ésta vez fue el turno de Maca, Juno, Xim y Angela de probar el tequila, Berta y Fina prefirieron beber cerveza, mientras que Lena, Liz, Carol, Vero y yo tomamos tequila. 

-Es bastante fuerte –dice Maca –pero es cuestión de acostumbrarse –añade y supongo que no lo desagrada del todo.

Berta estaba feliz porque siempre le ha gustado la música con mariachi y se le ocurrió comparar los característicos atuendos con los trajes de luces de los toreros, yo no lo había pensado, pero ahora creía que tenía un poco de razón, eran menos vistosos, pero sí tenían un poco en común. Todas estaban pasando un rato muy a gusto, en especial españolas y colombianas donde el mariachi es bastante conocido y hasta tarareaban algunas canciones. Terminamos exhaustas y con la garganta lastimada de tanto cantar, pero todas muy divertidas. 

***

El sábado después del desayuno, ya un poco tarde debido a la desvelada del día anterior, nos dirigimos al municipio de Tlaquepaque, sitio vecino a la ciudad de Guadalajara y lugar obligado para visitar.

Lo primero que hicimos fue recorrer las galerías de las diferentes artesanías que ahí se elaboraban. Entre las técnicas que se trabajan en Tlaquepaque destacan el vidrio soplado, el hierro forjado, la talla de madera y la alfarería. Las chicas se volvieron locas por comprar al menos una pieza pero la mayoría de ellas eran complicadas para trasladar. Sin embargo Fina logró negociar que le enviaran un artículo hasta Cancún por un costo extra, pero la pieza valía mucho la pena, era un hermoso baúl de madera y hierro que después ella se encargaría de enviarle a su hija. Vero decidió llevar un par de botellas de tequila para tomar con Rob en cuanto regresara.

Luego dimos un paseo por el jardín Hidalgo, plaza principal del municipio, con su típico kiosco al centro, hermosos jardines alrededor y al fondo el Templo de San Pedro Apóstol, originalmente construida por los franciscanos a inicios de la época colonial.

Cuando tenemos apetito, decidimos comer y pasar un rato parecido al de ayer en el Parían, un centro de convivencia familiar por excelencia para los tlaquepaquenses. Parían, es una palabra de origen filipino que significa mercado. Originalmente era un tianguis para las comunidades indígenas pero a principios del siglo pasado se colocaron las primeras cantinas. El Parían se encontraba en un terreno enorme que ocupaba un manzana entera, su entrada principal estaba decorada con arquería de cantera; al centro del mercado estaba un pequeño kiosco y alrededor los establecimientos, bares y restaurantes, en donde uno podía sentarse a disfrutar de los platillos típicos de la región al tiempo que tomaba alguna bebida y disfrutaba de la música de mariachi o admiraba bailes regionales. 

Además de las tortas ahogadas, otros platillos típicos de la zona que pedimos para las chicas, eran el pozole jalisciense, un caldo con un tipo diferente de granos de maíz y carne; y la birria, carne de cabra o borrego preparada con una salsa caldosa de varios chiles y especias y cocinada en un horno especial. Afortunadamente las chicas cada vez tenían menos problemas con el picante de la comida mexicana y podían disfrutarla más y padecerla menos.

 

Igual que el día anterior estábamos muy divertidas, teníamos que pasarla bien pues no era el tipo de fiesta que se podía encontrar en Cancún comúnmente. Todo era diversión y algarabía, uno de los músicos se acerca a nuestra mesa y pregunta si queremos alguna canción en especial.

-Luz de luna.

-Mujeres divinas.

-Hermoso cariño.

No nos ponemos de acuerdo y el mariachi decide interpretar “Hermoso cariño”, la canción es muy linda y no puedo evitar sentir una emoción en mi pecho al recordar a Rob.

Estábamos tan cómodas y pasándola tan bien que no nos dimos cuenta que estaba cerca de anochecer. Pedimos la cuenta, era tarde y al otro día partíamos temprano para Cancún. El bullicio comenzaba a aumentar debido a la hora. 

De repente la música para abruptamente y se escuchan gritos y discusión en una mesa al otro extremo del lugar pero visible para nosotras, al parecer al calor de las copas ha comenzado una bronca entre dos tipos. El mesero que nos atiende nos distrae cuando regresa con el cambio. Nos ponemos en alerta cuando la gente empieza a levantarse de sus mesas alejándose de la bronca. Confío en que todo se calmará antes que sea necesario salir corriendo.

Pero me equivoco, todo sucede en un momento. Uno de los tipos saca una pistola, la gente que está más cerca empieza a correr despavorida hacia la salida. Todo es confusión y gritos. 

-¡Salgamos! – grita alguien pero apenas oigo su voz en medio del escándalo. 

Escucho un primer disparo, el instinto de supervivencia me hace reaccionar, intento seguir a todos. Escucho un segundo disparo, esta vez me asusto en verdad, el miedo se apodera de todos mis sentidos, algo me hace ir directo al suelo, tengo un terrible dolor en la mano derecha, escucho un tercer disparo y dejo de saber mí.

...CONTINUARA...