Para las chicas que No leyeron y no se enteraron, comenzaremos a poner FICS (relatos imaginarios) apartir del momento en que Rob hizo la primera Audición para el papel de Edward Cullen en Crepúsculo y cuando conoció a Kristen y a los Actores del Cast y a la directora Catherine Hardwicke. Una gran sorpresa del Blog para Ustedes escrita por una de nuestras amigas.
Agradecemos a IRINA por su hermoso trabajo, DISFRUTEN EL FanFic esta muuuuy Interesante!!
*****************************************************************************************************
FAN FIC NO. 2LA AUDICION ROB II
por Irene Mendoza
DIA 3
El sonido del móvil
bajo la almohada me despertó. Era mi agente, que no se fiaba y me llamaba desde
el gimnasio.
Me duché, me comí
un trozo de pizza de la noche anterior con un té helado y me lavé los dientes
dos veces.
Camiseta blanca
planchada bajo el colchón, una camisa azul por encima, jeans y olor a jabón. No
me gusta usar perfume.
Un último vistazo
en el espejo para intentar recolocar mi pelo aun mojado, atusándolo sin
remedio. Siempre he tenido una mata de pelo grueso e indomable, a pesar de los
cepillados exhaustivos de mi padre, pero hoy me veía más despeinado que en toda
mi vida. <<Quizás debería habérmelo cortado un poco>>, pensé.
<<¡Dios, estoy poniéndome histérico, más que nunca! Esa chica…, no me la
quito de la cabeza>>
Siempre me he puesto
nervioso en las audiciones, incluso los primeros días de rodaje me siento como enfermo
pero esto… Y encima me moría por fumar pero según Nick no era correcto llegar
oliendo a tabaco. En USA le daban mucha importancia a eso así que me aguanté
como pude.
Respiré hondo. Estaba
a punto de salir pero cuando tenía un pie en la calle di media vuelta.
<<Esto tiene que salirme bien, esta vez sí>>. Corrí hacia mi escaso equipaje y rebusqué. Ahí no
estaba. Miré en la mesilla de noche, tampoco. <<Eres un desastre Rob.
Piensa, ¿dónde lo pusiste?>>. Corrí al baño y tiré sobre el lavabo todo
lo que tenía en mi neceser. Maquinilla
de afeitar, pasta de dientes y allí estaba, junto a las aspirinas y los
antiácidos.
Tom me había dado
un valium. No es que mi amigo fuera un drogadicto ni nada por el estilo pero él
decía que le hacía estar relajado para las audiciones. No había tomado nada en
mi vida, de drogas, quiero decir. A lo sumo un par de caladas a un porro para
cinco. Mis adicciones se limitaban al tabaco, la cerveza y las hamburguesas,
así que esto me parecía ser un adicto.
<<Necesito
este trabajo>> pensé, <<no quiero volver a casa como un perdedor
para acabar trabajando de dependiente en una zapatería pija>>.
No lo pensé más,
puse la pastillita en mi boca, abrí el grifo y la tragué con un poco de agua.
<<¡Ahí va,
joder! Espero no marearme o dormirme>>.
El taxi esperaba en
la puerta y me condujo hasta Venice dejándome junto a una bonita casa con
vistas al Pacífico. Salí del taxi y miré
el mar. L.A. era tan cálido y soleado que era difícil echar de menos mi querido
y viejo Londres. Mi estado de ánimo era excelente, la ansiedad había
desaparecido. Tom tenía razón. El valium me hacía estar relajado, como un poco
anestesiado.
Llamé al timbre y
esperé. <<La tal Catherine
Hardwick debe ser una tía muy rara. Mira que hacer la audición en su
casa>>. Me abrió la puerta una mujer de mediana edad, rubia y sonriente.
-
¿Eres Robert, verdad?, pasa.
Kristen ya ha llegado. Te está esperando.
Tragué saliva al
oír su nombre. <<Ya está aquí, ¡Oh dios!, menos mal que me he tomado esa
cosa porque sino ahora mismo estaría sudando a chorros>>.
Catherine me miró a
la cara y de pronto se plantó frente a mí.
-
Quédate ahí parado un momento, a
ver… No está mal. Date la vuelta – dijo mirándome de arriba abajo. Parecía una
mujer muy enérgica -. Tienes un aire… “bayroniano”, como de galán decimonónico.
Soñador, desgarbado. ¿No te lo han dicho nunca?
-
Eh…no, es la primera vez que me lo
dicen – sonreí azorado ante esa descripción mía tan extraña.
Catherine sonrió y
me cogió del brazo para que continuara caminando.
-
Pasa por aquí. Subamos. Te vi en
Harry Potter. Has crecido desde entonces. Ya no pareces tan niño.
<<Oh, oh, lo
sabía. No parezco un adolescente. ¿A quién intento engañar?>>.
-
Bueno, solo tengo 20 años – dije
para intentar arreglarlo.
-
No te preocupes, eso no es un
problema. El acento sí. Es precioso tu acento británico pero…
-
No será un problema, puedo poner
acento americano – me apresuré a añadir.
Catherine se paró
de nuevo al final de la escalera que llevaba al segundo piso de la casa.
-
Te voy a ser sincera, Robert. No
encontramos a Edward. No damos con el galán – rió-. Todos parecen maravillosos
cuando los ves ahí de pié con sus cuerpos de gimnasio y sus dientes blanqueados
pero luego no funcionan junto a Kristen. No hay química. La pobre está harta de
besar muchachos.
-
¿Besar? – pregunté aterrorizado.
-
Sí, básicamente quiero que os
beséis. Toma, aquí tienes la escena.
Entonces me di
cuenta de que Catherine tenía unos papeles en la mano. Los agarré con los ojos
como platos y me puse a leer rápidamente: habitación
de Bella, de noche. Edward aparece y la sorprende. Se sienta a su lado en la
cama. No seguí. Saqué el último chicle de menta que me quedaba del bolsillo
trasero de mis pantalones y me lo metí en la boca masticando con fuerza. Catherine
se paró al final del pasillo ante una puerta entornada.
-
Es aquí – dijo.
------------
-
Rob, esta es Kristen. Kristen, Rob
– dijo Catherine -. ¿Quereis preparar un poco la escena? ¿un café? Podéis
hacerlo mientras lo preparo.
Y salió de la
habitación.
Allí estaba,
sentada sobre la cama de Catherine con las piernas cruzadas, los mismos papeles
que yo en las manos, mirándome fijamente. Fue como si su imagen me golpeara. Me
acerqué dando un par de zancadas y le tendí la mano sin dejar de mirarla.
-
Hola Kristen – dije agarrando su
pequeña mano.
-
Hey – dijo sujetando con fuerza la
mía, escrutándome con curiosidad y una media sonrisa en sus labios -. ¿Inglés?
-
Sí, pero puedo cambiarlo, el
acento, quiero decir – sonreí azorado -. Crecí viendo películas americanas.
Ella también sonrió
y bajó la mirada un momento para volver a mirarme directamente a los ojos.
Solté su mano para pasármela por el pelo. <<Santo dios, es preciosa, tan
dulce, tan sexy…>>.
Vestía unos
vaqueros ajustados, y una camiseta blanca de pico que dejaba ver la nívea piel
de sus brazos, su cuello… <<Eres un maldito pederasta y un pervertido. Es
solo una cría pero no puedo dejar de pensar en… Que dulce tiene que ser… ¡Para
Rob!>>.
-
¿Empezamos? – preguntó Kristen de
pronto.
-
Sí, sí, claro – titubeé.
-
Ven siéntate aquí – dijo
señalándome la cama.
-
Si quieres podemos…- empecé a
decir sentándome a su lado.
-
Sí me interrumpió -. Perdona, dime.
Se mordió el labio
inferior para luego chupárselo levemente. <<¡Oh, mierda! Esto
es…>>. Me fui acercando más a su frágil cuerpo.
-
Que podemos leer el diálogo juntos
para ir cogiendo el ritmo de la escena.
-
Vale – sonrió -. Aunque ya me lo
sé de memoria.
Sonreí pero por
dentro me sentía un completo idiota. Kristen se removió para acercarse más a mí
y pude apreciar mejor la piel blanquísima de su escote, su largo cuello, su
rostro sin una gota de maquillaje, su nariz un poco respingona rodeada de pecas
y el verde de sus bellos ojos fijos en mí. De pronto los bajó dejándome sin
ellos, carraspeó y comenzó a leer con voz profunda, suave ¡tan sexy! Yo la
seguí, intentando poner mi mejor acento
americano y con ello forcé mi voz que sonó algo más ronca de lo habitual.
-
¿Por dónde has entrado? – comenzó
Kristen.
-
Por la ventana – respondí tímido.
-
¿Lo haces a menudo?
-
Los dos últimos meses. Me gusta
verte dormir. Es… me parece fascínate. Pero quiero probar una cosa – hice una
pausa -. Quédate muy quieta. No te muevas (…) ¡Para!
-
Lo siento.
-
Soy más fuerte de lo que creía –
susurré perdido en aquellos dulces ojos.
-
Ojala pudiera decir lo mismo.
-
No puedo perder el control
contigo.
-
No te vayas – dijo Kristen con
angustia.
En ese momento
entró Catherine.
-
¿Qué tal vais chicos?
Estaba tan
ensimismado que me levanté de golpe tropezando con mis pies y casi caí de la
cama.
-
Bien, todo controlado – dijo
Kristen intentando no reírse.
-
¿Empezamos a grabar?
-
Sí, sí muy bien – dije
avergonzadísimo.
-
Estupendo, después tomaremos el
café.
Catherine se puso a
preparar la grabación y yo volví a sentarme al lado de Kristen.
El diálogo fluía
con facilidad. De vez en cuando echaba un vistazo al papel para acto seguido
volver a toparme con su mirada verde. Ella decía su texto con aplomo y
sentimiento, sin mirar el guión una sola vez. No podía dejar de admirarla.
Kristen tenía algo que me hacía desearla muchísimo y eso me asustaba.
-
(…) Es… me parece fascínate. Pero
quiero probar una cosa. Quédate muy quieta – susurré una vez más, con la voz
más sexy que conseguí poner.
Mi cuerpo se puso en tensión. En el guión
ponía <<BESO>> bien claro. En ese momento me tragué el chicle.
Su cuerpo se
aproximó lentamente. ¡Oh, dios la tenía tan cerca, cada vez más cerca! Hasta
que pude oír su respiración. Estaba seguro de que ella también podía oír mi corazón
palpitando como un loco.
Kristen se puso de
rodillas frente a mí, casi rozándome. Pude oler su pelo, una mezcla de miel y
tabaco. Su rostro junto al mío. Sus pequeños senos tan cerca…
-
No te muevas.
Mi voz tembló de
deseo. Sentía su calor y mi corazón latiendo a mil por hora. Acerqué mi boca a
la de ella. Kristen cerró los ojos y entreabrió sus labios. Posé mis labios en
los suyos muy despacio. Los rocé apretando su labio superior muy suavemente, sin
abrir la boca y sentí como si una corriente de calor extendiéndose por todo mi
cuerpo.
La besé más fuerte esta vez tomándola por la cintura, acariciándola apenas. Vi el rubor de sus mejillas, noté su respiración entrecortada. Cerré los ojos y continué besándola con ternura y pasión a la vez, notando su dulce sabor en mi boca. De pronto Kristen acarició mi nuca erizando todo el vello de mi cuerpo y me agarró del pelo sin dejar de besarme, succionando un poco mi labio inferior. Todo mi ser estaba excitado, en tensión. Menos mal que el valium tuvo efectos secundarios en mi virilidad porque si no hubiese pasado un momento muy embarazoso. Aun así no me permití bajar la guardia y haciendo caso a las señales de mi cuerpo la aparté un poco de mi, muy dulcemente. Abrí los ojos despacio, como despertando de un sueño, para encontrarme con los de ella fijos en los míos. Las pupilas dilatadas y brillantes, la boca aun abierta, húmeda. ¿Era cosa de mi calenturienta imaginación o ella me había correspondido?
La besé más fuerte esta vez tomándola por la cintura, acariciándola apenas. Vi el rubor de sus mejillas, noté su respiración entrecortada. Cerré los ojos y continué besándola con ternura y pasión a la vez, notando su dulce sabor en mi boca. De pronto Kristen acarició mi nuca erizando todo el vello de mi cuerpo y me agarró del pelo sin dejar de besarme, succionando un poco mi labio inferior. Todo mi ser estaba excitado, en tensión. Menos mal que el valium tuvo efectos secundarios en mi virilidad porque si no hubiese pasado un momento muy embarazoso. Aun así no me permití bajar la guardia y haciendo caso a las señales de mi cuerpo la aparté un poco de mi, muy dulcemente. Abrí los ojos despacio, como despertando de un sueño, para encontrarme con los de ella fijos en los míos. Las pupilas dilatadas y brillantes, la boca aun abierta, húmeda. ¿Era cosa de mi calenturienta imaginación o ella me había correspondido?
Nuestros cuerpos se
separaron poco a poco y mi pecho sintió una punzada de anhelo muy cercana al
dolor. ¡Cómo deseaba seguir besando sus suaves y tiernos labios. La deseaba con
toda mi alma, joder!
De pronto la voz de
Catherine me sacó de mi estado de ensimismamiento y me di cuenta de que ni siquiera me había percatado de la cámara.
-
Suficiente, chicos. Perfecto, muy bien ¿Tomamos ya ese café?
-------------
Había sido como… como si Catherine no hubiese estado presente. Solo Kristen y yo.
-
Salid a ver el océano, ya recojo
yo esto – dijo Catherine tras terminar nuestros cafés.
Caminamos juntos en
silencio. Al salir al jardín le cedí el paso a Kristen y me quedé tras ella.
Era pequeña pero con un cuerpo muy bien proporcionado. <<Preciosa>>.
Me apoyé en la
pared de la casa para encender un cigarrillo. Kristen se colocó junto a mí.
-
¿Quieres?
-
Aha – asintió y cogió el cigarro
que le tendía rozando mis dedos -. ¿Es la primera vez que vienes a L.A.?
-
Sí, a probar suerte – dije mirando
el mar y encendiéndome otro cigarrillo.
-
¿De dónde eres, de que parte de
UK?
-
De Londres.
Asintió exhalando
el humo de un modo muy sexy.
-
¿Y qué te parece esto? – dijo sin
dejar de observarme.
-
Pues…es raro. Esto de estar en
Hollywood, quiero decir. Los contrastes. Todo el mundo te dice que es actor o
que quiere serlo, hasta la cajera del supermercado – reí -. Y no tenía ni idea
de que las audiciones se hacían en las casas de los directores.
-
Sí, en sus camas. En L.A. lo
hacemos así -. Bromeó Kristen.
Reí y me di cuenta
de que aun podía sentir el calor de su beso en mis labios. Kristen me sonrió y
continuamos fumando en silencio.
-
Odio las audiciones, todas, no
solo las de L.A. – dije.
-
Yo también. Amo actuar pero las
audiciones. Son tan…
-
Frustrantes ¿verdad? – asintió -.
Por cierto me encanta el clima de L.A. ¿Siempre hace tan buen tiempo?
-
No siempre pero bueno, no hace
frío como en tu tierra.
-
¿Has estado en Inglaterra?
-
No, aun no he viajado mucho, solo
a Australia, mi madre es de allí, y a Canadá. Pero me encantaría ir. Lo haré,
lo haré en cuanto pueda.
-
Quizás hagamos esta película
juntos, tengamos muchísimo éxito y viajemos por todo el mundo – deseé en voz
alta.
-
¿Tú crees? – rió para acto seguido
fruncir el ceño -. No lo sé. Casi ninguna de las películas que he hecho han
tenido mucho éxito. “La habitación del pánico” quizás pero ya nadie me recuerda
cuando voy a los castings. Ultimamente he tenido buenas críticas pero en
Hollywood manda la taquilla, no es como en Europa.
-
Pero allí hay poco trabajo.
-
Sí, es difícil – dijo encogiéndose
de hombros.
La miré con
ternura. ¿Qué tenía 16, 17? Pero parecía tan madura e inteligente.
-
Ayer
vi “Into the wild”. Tenía curiosidad – sonreí -. Me
encantó tu papel.
-
Gracias – susurró avergonzada -.
Salgo muy poco.
-
Lo suficiente para dejar huella.
La observé. Estaba
colorada, mirando al suelo con el ceño fruncido, apretando los labios y negando
con la cabeza y comprendí porque Catherine la había escogido para el papel de
Bella. Kristen se moría de timidez y no le gustaban los halagos, no era
vanidosa pero sin embargo se transformaba cuando actuaba. Era valiente y lo
daba todo, ¡vaya si lo daba! Rocé mis labios con mis dedos recordando y sonreí.
-
Te vi en Harry Potter – dijo con
una sonrisa tímida.
-
¿Ah sí?, empiezo a odiar esa
película.
-
Te mueres muy bien – bromeó.
-
Menos mal. Un vampiro es un muerto
viviente ¿no? – y puse cara de monstruo con la intención de hacerla reír.
Lo hice y me sentí
genial al oírla. Estaba tan a gusto a su lado… No quería que acabase aquel día.
--------------
<<Espero volver a verte>>, me dijo antes de irse. <<Y yo>>, dije mirándola embobado, sin querer soltar su mano cálida y pequeña.
La vi marchar no
sin antes fijarme en su precioso culo respingón. ¡No pude evitarlo!
<<Eres tonto
Rob>> pensé, <<podrías haberle dicho algo más, joder, haberla
invitado a comer o algo>>.
Poco después me
estaba despidiendo de Catherine y aun me duraba la tristeza. En un momento de
lucidez quise asegurarme de volver a ver a Kristen.
-
Catherine, encantado de conocerte
– dije estrechando su mano -. Me voy pero antes quería que le dieses mi
teléfono a Kristen por si… bueno, estaré por aquí unos días más y me gustaría…
-
Muy bien Casanova. Se lo daré pero
siento decirte que Kristen tiene novio. Le conozco porque trabajó en una
película mía – debí poner la mayor cara de desilusión de la historia -. Es un
buen chico y llevan juntos algún tiempo.
-
Sí, eh… claro – dije completamente
desolado.
-
De todas formas le daré tu teléfono.
-
Muchas gracias – intenté sonreír
-. Gracias por todo Catherine.
-
Gracias a ti, Robert.
-
Una cosa más. Tengo que
preguntártelo porque si no reviento, ¿hay más candidatos?
-
No tú eres el último y esta
audición no estaba programada. Por eso ha sido en mi casa. Te llamaré tanto si
eres elegido como si no. Te doy mi palabra ¿vale?
---------------
¡Estaba bien
jodido! <<¿Por qué no puede salirme nada bien?>>. Esa noche solo en
casa de mi agente me dediqué a beber para olvidar. Estaba realmente deprimido y
aunque Tom me llamó para salir no quise. Ya había planeado acabar con todas las
cervezas y el whisky de Nick. El tenía una cena de trabajo y no se iba a dar
cuenta. Puse de nuevo “into the Wild”. Ya había decidido no devolverla al video
club.
Pasé la parte de
Kristen como diez veces o más y esta vez terminé el trabajito manual que había
comenzado la noche anterior. <<Tan caliente, tan dulce…>>. Justo al
llegar al orgasmo gemí su nombre como un desquiciado.
DIA 4
Nick me despertó al
regresar del gimnasio y Tom no tuvo compasión de mi resaca sacándome de la cama
antes del mediodía.
-
¡Venga Rob, ponte una gafas de
sol. Hollywood nos espera!
No soy un mitómano
pero acabé comiendo en un garito del paseo de la fama y paseando por los alrededores
del teatro chino donde cientos de estrellas habían inmortalizado sus huellas.
Tom y yo terminamos haciendo que poníamos nuestras manos en el cemento y tonteando con las chicas que pasaban al
grito de <<Eh, chicas ¿queréis
conocer a dos actores británicos? >>.
Nos paramos a tomar
algo y entonces Tom comenzó el interrogatorio que había estado temiendo.
-
¿No me vas a contar nada de la
audición?
-
No tengo ninguna intención – dije.
-
¿Por qué? ¿Tan mal te fue? Por lo
menos dime que tal era la chica.
Qué cómo era la
chica decía. Dulce, sexy, preciosa, inteligente… Era “la chica”.
-
No sé – suspiré -. No tengo ni
idea de lo que hice. Ya sabes. Te llamaremos y todo eso.
-
Aquí todo el mundo parece conocer
esos libros de vampiros.
-
Crepúsculo, la Saga Crepúsculo –
dije.
-
Lo que sea. Las preciosidades del
otro día se los habían leído. Le dije que mi amigo iba a hacer una prueba para
el papel protagonista y se pusieron como locas. Casi se enfadan por no haberte
llevado conmigo. Les prometí que os presentaría. Parecían estar enamoradas de
ese tipo, el del libro.
-
Pues ya pueden ir esperando.
-
¿Qué coño te pasa, tío?
-
Nada, es la resaca.
-
¿Pero crees que tienes
posibilidades? Puede que se convierta en una de esas películas de culto, como
“Jóvenes Ocultos”.
No contesté. Me limité
a encogerme de hombros. Posibilidades. Las deseaba con toda mi alma y ya no
solo por el dinero si no por volver a ver a Kristen. Había decidido que me daba
igual lo que Catherine me hubiese dicho. No podía olvidarme de aquel beso. Algo
había ocurrido en ese par de horas que estuve con ella. Por lo menos me había
ocurrido a mí.
DIA 6
Catherine lo
prometió y cumplió. Dos días después de la audición me llamó.
-
Hola Robert, soy Catherine.
-
Hola Catherine, ¿qué tal? Gracias
por llamar.
-
Te lo prometí y bueno lo prometido
es deuda así que…
Se me hizo un nudo
en la garganta y dejé que ella continuara hablando.
-
Tuve un presentimiento contigo
cuando entraste por la puerta y la grabación no hizo más que confirmarlo.
¡Tenéis una química increíble tu y Kristen! Nunca vi nada igual.
-
Eso, eso significa… - tartamudeé.
-
Significa que el papel es tuyo.
Habrá que pulirte un poco. Pelo, cejas, ropa, quizás algo de ejercicio… ¿estás
dispuesto a ello Robert?
-
Sí, sí, claro. ¡Lo que sea!
Estaba en estado de
shock. Solo veía la imagen Kristen en mi mente y aquel caliente beso.
-
Stephenie no estaba convencida del
todo pero…
-
¿La autora? – pregunté volviendo a
la tierra.
-
Sí, bueno ella prefería a otro
actor del cual no diré el nombre pero era demasiado mayor y Kristen la
convenció finalmente.
-
¿Kristen? – reí emocionado, loco
de alegría.
******************************************************************
.
CHICAS: Me encanto!!!! esperamos la siguiente parte con ansia
.....................................próximamente la Tercera parte....................................
Por Irina
LOS LEERÉ POR ÚLTIMA VEZ A VER SI ME LEVANTA EL ÁNIMO. FUERZA CHICOS.
ResponderEliminarIgual!!!...imaginar esos momentos...y como serían!!...
EliminarAyyy Kristen!!!...por qué???...por qué tiraste todo ese AMOR a la basura???...sigo sin entenderlo...y creo que no lo entenderé nunca!!!...:(
No tiro todo ese amor a la basura. Los Humanos cometemos errores y aprendemos de ellos, Kristen aprendió, ella es mas que un error que cometió, ahora solo la reconocen por ese error, y no la valoran a ella como persona, es increíble y es una pena que la gente no la aprecie.
ResponderEliminarEl que de verdad ama perdona, eso hizo Rob. Y ahora estoy muy muy feliz de que ellos estén felices.. Ya falta poco para que termine el rodaje de Rob en Australia :) Y tendremos Robsten
¡Viva Robsten!
tienes toda la razon viva robsten
ResponderEliminarOoooh dios es tan romantico me encanto
ResponderEliminar