FanFIC no.69 'Vocacion.Rob'

Somos un Blog ROBsessed, donde solo deseamos seguir contando la versión de Irina en la historia Robsten como lo veníamos haciendo anteriormente. Este FanFic es parte medular de este Blog ROBERT PATTINSON EN ESPAÑOL, razón por la cual  suplicamos RESPETO al comentar los relatos. Si No os sentís preparados para leerlos No lo hagáis, eso no va a ofender a Irina. Pero rogamos evitéis críticas destructivas que si pueden molestar mucho y crear mal ambiente en el Blog.

Asi quedarán organizados los FICs en este blog:

LUNES:  FanFic Robsten de Irina
                     Fic la Fundación de VTeam ***NUEVO***
MARTES:  Fic 'El fin del Mundo' de Xim
MIÉRCOLES:  FanFic Robsten de Irina 
JUEVES: Fic 'El fin del Mundo' de Xim
                   Fic la Fundación de VTeam  ***NUEVO***
VIERNES: Fic '50 Sueños de Verano' de Irina

Para leer Fics Anteriores de IRINA clic ---> AQUI

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * 

FanFIC no. 69

"Vocación. Rob"

por IRINA (Irene Mendoza)
Imagenes: Elena

Me dijeron que no hacía falta que me dejara bigote y eso me decepcionó un poco porque ya me había hecho a la idea y me hubiese ayudado a meterme en el papel. Pero me alegró muchísimo no tener que hacer deporte para lucir en pantalla. 

Odio hacer deporte en un gimnasio, matarme a sudar y sobre todo hacer flexiones para que luego no consiga emular ni por asomo la tableta de chocolate de Taylor Lautner. 

El director de Bel Ami me lo dejó bien claro, en el siglo XIX nadie hacía deporte, así que no me esforcé para nada. 

Solo con los trajes de época cualquier tío luce genial, en mi opinión. 

La ropa antigua favorece tanto a hombres como a mujeres y tras la toma de mis medidas para el vestuario de mi personaje y las pruebas con los primeros diseños me di cuenta de que bastaba probarse alguno de esos chaqués y esos cuellos de camisa altos y almidonados para parecer todo un dandy y meterme en el papel del seductor sin escrúpulos George Duroy. 

Casi todas las grabaciones se realizaban en Londres así que iba a poder 'disfrutar' del invierno londinense. 

- Ya echo de menos el sol de L. A. hasta me empieza a sonar raro como hablan los londinenses – comenté a Tom, dando un paseo por el centro. 

- Tú lo que echas de menos es otra cosa – bromeó Tom -. A este paso perderás el acento inglés. 

- Sí, ya me pasa – dije – Ya sabes que se me pegan los acentos con facilidad. 

- ¿Has visto eso? – dijo señalando un expendedor de periódicos de la calle. 

El diario era uno de esos amarillistas y en portada aparecíamos Kristen y yo, con una niña de Ventnor con la que nos habíamos sacado una foto por separado. 

Acto seguido de esa foto un titular anunciaba nuestra ruptura tras una acalorada discusión. 

- ¿Qué jodida basura es esa? – bufé enfadado. 

- Pues nada, que se supone que habéis roto por… décima vez, según la pseudoprensa esa de mierda. 

- Allí es igual o peor – suspiré hastiado -. Y eso que ni siquiera hemos confirmado nada. Imagínate si lo hiciésemos, sería un caos. 

- Estoy de acuerdo, creo que si les das algo a los buitres ya no pararan. Siempre querrán más y más. 

- No se puede vender una entrevista exclusiva al ¨Hello¨ y luego pretender que te dejen tomarte unas copas tranquilo. No es ser consecuente. 

- Sí, tienes razón. ¡No me gustaría estar en tu pellejo, amigo!– dijo Tom dándome una palmadita en la espalda -. Anda pasa de esa mierda y vamos a comer algo. 

Dar clic en 'MAS INFORMACION' para seguir leyendo el fic

- Sí pero primero tengo que comprarme ropa interior. No traje casi ninguna en la maleta, ya sabes, odio hacer maletas. 

Se me olvidó con las prisas y como no me acuerdo de llevarla a la lavandería pues acabo por no tener de repuesto. 

Me pasa lo mismo con los calcetines. Cuando la ropa es normal la robo, como en Crepúsculo, pero los calcetines del XIX no me van, parecen medias de mujer. 

- ¡Tío, eres un jodido desastre! – rió Tom. 

-------- 

Días después participé en el telemaratón para recaudar fondos para las víctimas del horrible terremoto que había asolado Haití y no tardaron en lloverme las críticas por lucir una barba que los medios denominaron de vagabundo, lo que alimentó los rumores de nuestra ruptura y de mi dependencia del alcohol, para no variar. 

Mientras terminaba enero y Kristen viajaba a Sundance para presentar The Runaways con Dakota y Welcome to The Rileys en el Festival, yo seguía ensayando y memorizando el guión, al que le habían hecho cambios de última hora, cosa que detesto y me armaba de paciencia con las interminables pruebas de vestuario que requiere una película de época. 

Y así llegó febrero y el rodaje. Bel Ami comenzó a garbarse el día 11. 

------- 

- Sí, aquí también aseguran que hemos roto, a todo color y con todo lujo de detalles. Qué bien informado están estos capullos. Mejor que nosotros – dijo Kristen con sarcasmo -. Es todo tan absurdo… Dentro de unos meses volverán a embarazarme, seguro. 

- Sí, preciosa – resoplé hastiado -. Pero vendemos más revistas nosotros que las que hablan de la crisis mundial. 

- Cambiando de tema, ¿Cómo va el rodaje? 

- Bien, bien. Ya sabes, madrugones y eso pero lo estoy pasando muy bien. 

- Cuéntame, ¿qué tal es Uma? – dijo bajando la voz. 

- Pues al principio me daba respeto, tan alta y con la voz fuerte, pero es una tía muy simpática. Como Scott Thomas, que es un encanto de mujer. Son unas actrices increíbles, en serio. Es muy fácil trabajar con ellas. 

- ¿Y la Ricci? Tiene fama de egocéntrica por Hollywood. 

- Pues de momento para nada, muy simpática. 

- ¿Cómo de simpática? 

- Lo digo en plan profesional. 

- Ya, es que tú eres encantador con las mujeres – noté un tono de reproche en su voz. 

- ¿Encantador? Solo soy educado, Kristen. 

- Sí pero algunas luego piensan que es algo más, confundes. 

Noté como su voz se volvía menos suave y no entendía nada. 

- ¿Qué confundo? ¿Estás pensando en alguien en concreto o lo dices por esa foto con unas chicas que circula por ahí? – pregunté extrañado. 

- Puede – hizo una pausa que me resultó incómoda -. Déjalo. 

- Me pidieron una foto. Estaba con Tom, solo que a él no le sacaron en la foto – dije algo molesto. Kristen no contestó -. ¿Se puede saber a qué viene esto, Kristen? 

- A nada. Es que me he acordado de un comentario que me hizo Nikki el otro día. 

- ¿Has estado con ella? – pregunté sin ánimo de interrogarla. 

- Sí, hablamos el otro día pero no de ti, si es lo que te preocupa – dijo alterada -. Lo ha vuelto a dejar con su novio y estaba mal. 

- No, no me preocupa. Me da igual que quedes o no con Nikki pero creí que ese tema había quedado zanjado – dije intentando calmar el tono de mi voz pero creo que no lo logré. 

Reconozco que me irrité, que pensé en responderle que a mí también me parecía que ella daba mucha confianza a los tíos permitiéndoles tanto abrazo y toqueteo y que todos no eran Taylor Lautner pero preferí callarme. Le hubiese dicho que yo siempre guardaba las distancias con las mujeres, que ella había sido la única excepción, pero no me estaba gustando la deriva que había tomado la conversación. Kristen sonaba extraña, rara. 

- Eh espera. ¿Qué pasa? ¿Por qué estamos discutiendo? 

- No me pasa nada – suspiró -. No te enfades conmigo, por favor. 

- No me enfado, pero a ti te pasa algo. ¿Te estás dando cuenta de que me estás atacando sin motivo? – hubo un silencio y oí como suspiraba con fuerza, me pareció un sollozo -. ¿Estás bien, preciosa? 

- Mis padres se van a separar, Rob – dijo angustiada. 

- ¿Qué? ¿Por qué? – dije alarmado. 

- No me lo han dicho, ni a mí ni a mis hermanos. Es verdad que casi llevan vidas separadas, que ni se ven por culpa del trabajo pero siempre han sido muy independientes y yo creí… creí que estaban bien – estaba llorando. 

- Lo siento amor. No llores, cariño – susurré. 

- Yo les noté muy tensos justo antes de las navidades pero no quise reconocerlo. Perdóname Rob. Estoy pagando contigo todo esto y no es justo. Es que… justo ahora que estamos separados… le doy vueltas a la cabeza… 

- No sé qué decirte, amor. 

- Lo sé, lo sé – suspiró -.Tú allí y yo aquí…, no me hagas caso. ¡Oh, soy idiota! No debería estar agobiándote con mis chorradas de neurótica. 

Tenía que pensar algo para tranquilizarla. 

- No me agobias, amor. Aunque ahora mismo me gustaría poder estar contigo, dándote un fuerte abrazo. Uno de los míos, de oso, ya sabes – bromeé. 

- A mí también me gustaría – rió y sentí un gran alivio al oírla. 

- Pero podemos hablar – le dije dulcemente. 

- Sí, solo charlar contigo ya me ayuda. 

- Para eso estamos, preciosa. 

- Si estuviese trabajando sería más fácil, se me quitaría de la cabeza el tema – suspiró. 

- ¿No hay nada a la vista? 

- No, de momento no. Pero ya sabes cómo es esto, en cualquier momento me llaman para On the Road. Aunque se está retrasando demasiado y… 

- Y estás impaciente por trabajar en algo, en lo que sea, como si lo viera. 

- ¡Sí, joder! Ya me he cansado de descansar. Estoy aburrida – suspiró. 

- Bueno, algo harás por L. A. cuenta. 

- Pues… no mucho, en serio. Estoy esperando a los estrenos que tengo pendientes allí, hago deporte, leo guiones de mierda… lo normal – bufó -. ¡Ya quiero rodar On the Road! 

- Pero te guardan el papel aunque estemos rodando La Saga, ¿no? 

- Sí, eso me prometieron – suspiró de nuevo -. Bueno, ¿y tú? Antes te he notado de muy buen humor. 

- He encontrado mi vocación – dije con voz solemne -. Ya me he decidido. 

- ¿Seguro? ¿No más dudas? 

- No, lo tengo claro, actor. Creo que es… la actuación es como jugar, te olvidas de la realidad que te rodea y te sumerges en tu papel, como cuando eres niño y te crees... Superman. Es la misma sensación. Y es genial. 

- ¿Superman? - río Kristen a carcajadas. 

- Te ríes de mí pero por lo menos te ríes. 

- Es que te he imaginado jugando a ser Superman – suspiró -. Me alegro mucho, Rob. 

- ¿Y qué tal por Sundance? 

- Muy bien pero hace mucho frío en Utah. Dakota y yo nos lo hemos pasamos genial y hemos recibido buenas críticas. 

- Lo sé, te lo dije. Me muero por verte en The Runaways, preciosa. De cuero… ummm. 

- Vale perver y yo por ver Remember Me?– rió -. ¿Al final estrenas en marzo? 

- Sí, no me han confirmado las fechas pero podré escaparme a N. Y., seguro. 

- Genial, adoro esa ciudad. Me trae… buenos recuerdos. 

- Y a mí, nena – susurré -. ¿No me cuentas nada más? 

- ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué te echo muchísimo de menos? ¿Qué no puedo vivir sin ti? - dijo con voz burlona y luego dulcemente -. Lo hago, ya lo sabes, Rob. 

- Yo también a ti, amor – susurré -.¿Quiere mi celosa algo para San Valentín? 

- No, ya sabes que esas cosas no me importan. Creo en el día a día, no en las fechas señaladas por los centros comerciales. 

- Pero aun así pienso estar contigo vía Skype. 

- Y no soy celosa – refunfuñó. 

- Vale, lo que tú digas – reí. 

- Vestido de época – susurró. 

- O desvestido, como prefieras – dije. 

- Ummmm, lo pensaré – rió -. Te he visto con un chaqué y un café de Starbucks. No pega nada. 

- ¿Me espías por internet? ¡Lo que hay que oír! – reí. 

- Como no me mandas fotos… Estás sexy con ropa de época. 

- ¿Ah, sí? – murmuré. 

- Aha, mucho – susurró con voz sexy -. Rob… 

- ¿Qué, preciosa? 

- Te quiero. 

- Y yo a ti, buenos días, amor. 

- Buenas tardes, Rob. 

--------- 

Al día siguiente Steph, mi agente en Gran Bretaña, me confirmó como presentador en los BAFTA para el 21 de ese mes de febrero. Me apresuré en llamar a Kristen, además me había dejado algo preocupado y la sorpresa me la dio ella, pues iba a estar en los Premios de la Academia del Cine Británico recogiendo el galardón del público a Mejor Actriz Emergente, el Orange RasingStar. 

- No te lo había dicho porque no estaba segura aun. Quería que fuese una sorpresa. También voy a estar en el Elle Style Awards con Ruth y Dakota al día siguiente y el 23 en un evento de Burberry. Eso no me hace tanta gracia, me aburren los desfiles de moda pero al menos estaré tres días en Londres contigo, aunque no creo que tengamos mucho tiempo para nosotros. Bueno, menos es nada. 

- ¡Genial, preciosa! Ya lo sacaremos de donde sea – dije entusiasmado. 

- De regalo tardío de San Valentín – rió Kristen. 

--------- 

A veces todo cuadra y esa fue una de ellas. El 27 de febrero comenzaba la promoción de Remember Me, y aunque había la diferencia horaria la desperté. 

- ¿Sabes qué hora es aquí, chalado? – dijo con la voz pastosa por el sueño. 

- ¡No, sí…, me da igual! ¿Puedes arreglarlo para quedarte en Londres hasta el día 26? 

- Supongo que sí, ¿por qué? 

- Así podremos volver juntos a N. Y. Empiezo el 27 la promo de Remember Me. El 1 de marzo es el estreno en N. Y. 

- ¡Genial! – gritó. 

- Tengo tantas ganas de verte… Bueno, no solo de verte, preciosa – reí. 

- Y yo, amor. Y ya que me has despertado y que no me voy a poder dormir… ¿estás en el hotel? ¿Tienes algo que hacer ahora? – susurró provocativa. 

- Sí y no – reí loco de contento -. Sí estoy en el hotel y no tengo nada que hacer ahora. 

- Anda, coge tu portátil y conéctate. Tienes una vídeo conferencia. 

...CONTINUARA...