FanFIC no.73 'Billie Holiday.Rob'

Somos un Blog ROBsessed, donde solo deseamos seguir contando la versión de Irina en la historia Robsten como lo veníamos haciendo anteriormente. Este FanFic es parte medular de este Blog ROBERT PATTINSON EN ESPAÑOL, razón por la cual  suplicamos RESPETO al comentar los relatos. Si No os sentís preparados para leerlos No lo hagáis, eso no va a ofender a Irina. Pero rogamos evitéis críticas destructivas que si pueden molestar mucho y crear mal ambiente en el Blog.

Asi quedarán organizados los FICs en este blog:

LUNES:  FanFic Robsten de Irina
                     Fic la Fundación de VTeam ***NUEVO***
MARTES:  Fic 'El fin del Mundo' de Xim
MIÉRCOLES:  FanFic Robsten de Irina 
JUEVES: Fic 'El fin del Mundo' de Xim
                   Fic la Fundación de VTeam  ***NUEVO***
VIERNES: Fic '50 Sueños de Verano' de Irina

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FanFIC no. 73

"BILLIE HOLIDAY.ROB"
Imágenes: Elena

Ahí estábamos los dos, en ´´nuestro´´ hotel, desayunando en albornoz sobre la cama tras la ducha. Bueno, Kristen estaba en albornoz, yo con una toalla alrededor de la cintura.


Le encanta robarme el albornoz en los hoteles pero una vez que ya lo he usado por lo menos un par de veces. 

Ella comía un pastelillo de arándanos, en pequeños trocitos que cortaba con sus dedos.


Me dio a probar un trozo a la boca y le chupé el dedo manchado de mermelada. 

- Bueno, ¿te ha gustado el desfile de Burberry? – le dije mientras tomaba café. 

- ¿La verdad? - me miró divertida -.Un jodido aburrimiento. 

- Lo tuyo no es la moda – reí. 

- No, me temo que no a pesar de todo lo que Ruth insiste.

- No te culpo. Es que es un rollo. Sé lo que me digo. Un mundo demasiado… frívolo – dije degustando mi segundo Croissant. 

- Lo conoces bien – dijo cogiendo mi taza para servirme más café. 

- Sí, un poco. Tener una madre que trabaja para una agencia de modelos ayuda. Ella fue modelo ocasional de joven, en los 70's. Pero es un mundo peor que el del cine, te lo aseguro. Hay una competencia tan cruel… 

- Vi fotos de Clare de joven, en tu casa. Era guapísima. – dijo tendiéndome la taza -. A mí no me va ese rollo, de momento no le encuentro mucho sentido. Me gusta la ropa pero… la mayor parte de las veces me da igual, ya lo sabes. Lo que me prestan para ponerme no sé ni de quien es. No le doy importancia. 

- Es igual, tienes estilo, el tuyo propio. 

- ¿Tú crees? 

- Por supuesto – dije sin dudarlo. 

- No soy precisamente una modelo. 

- No te hace falta. Las modelos son poco interesantes en su mayoría – le dije sintiendo su inseguridad disfrazada de cierta dureza. 

- Sé que saliste con una modelo – dijo sin mirarme a los ojos -. Mayor que tú. 

- Vaya, has cotilleado por ahí – dije intentando quitarle importancia. 

- Un poco –dijo con una media sonrisa traviesa. Pero pronto se puso sería mirándome fijamente a los ojos - ¿La… amabas? 

- No como a ti – contesté sin asomo de duda. 

- Eres todo un caballero – dijo con un leve tono de tristeza en su voz. 

La tomé de la barbilla para obligarla a que me mirara. 

- Mírame – susurré acariciando su mejilla. Ella apoyó su rostro en ella haciendo que mi pecho se hinchara de ternura -. Mi niña tonta… No soy un caballero, mi vida. Es la verdad. 

- Sí que lo eres – dijo echándose en mis brazos y acariciando mi nuca, haciéndome suspirar. 

- Puede que lo sea. Está claro que te trato como una dama – sonreí besando su frente -. Con una excepción. 

- ¿Cuál? – sonrió traviesa mordiéndose el labio. 

- La cama. Ahí jamás pienso ser un caballero contigo – dije besando con ansia su cuello y echándola sobre la cama. 

- Me gusta que no me trates como un caballero en la cama –susurró. 

- Uhmmm, ¡vaya! 

- ¿Te extraña? – sonrió. 

- No, porque a mí también me gusta que no seas… exactamente una dama – sonreí con picardía sentándome de nuevo -.No tenemos tiempo que si no…. 

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- Uno rápido – susurró en mi oído mordisqueando un poco el lóbulo de mi oreja, haciéndome enloquecer. 

- Tengo que irme a rodar, amor. Hoy rodamos todo el día y no sé a qué hora llegaré – suspiré de pura frustración. 

- Te esperaré – jadeó en mi boca -. Prepararé un baño para los dos. Me encanta bañarme contigo. 

Me miró con la cara más sexy del mundo, mordiéndose los labios con toda la intención y no pude resistirme. Tiré de ella y la senté sobre mis piernas. Hundí una mano en su pelo aun mojado y con la otra comencé a desnudarla y quitar el cinturón que cerraba el albornoz. Me besó profundamente, pero de forma suave, acariciándome mientras que el albornoz resbalaba de su cuerpo y caía sobre la cama.

Recorrí sus piernas con mis manos, desde el pie hasta los muslos, Mientras ella besaba mi cuello con toda su boca, labios, dientes, lengua. Alcancé su sexo y lo acaricié presionando, deslizando mis dedos hasta descubrir su entrada tierna y húmeda. Kristen ahogó un grito de placer contra mi hombro y comenzó a acariciar mi miembro arriba y abajo. Dejó de besarme para afanarse en sus caricias. 

Nos tocábamos el uno al otro dándonos mutuo placer, jadeantes y sabiendo que teníamos los minutos contados, que cada momento era precioso para nosotros. 

Me rodeó con sus bonitas piernas acoplándose entre las mías, abiertas. Comencé a moverme despacio, penetrándola suave, meciéndome entre sus muslos. Arqueó su cuerpo permitiéndome entrar más profundo. Yo la sujetaba por la espalda notando como todo su ser se relajaba entre mis manos, dejándose llevar. Solo sus muslos presionaban mis caderas con fuerza. Cada nuevo empuje provocaba que sus pechos oscilasen y que un gemido se escapara de mi garganta sin poder evitarlo. Intensifiqué mis embestidas y ella se echó en mis brazos, aferrándose a mis hombros. Noté como se acercaba, sentí como temblaba atrapándome en su interior. Me miraba intensamente a los ojos, yo le devolvía la mirada, la miraba fascinado, perdido en sus dulces caderas, susurrando, resoplando los dos. 

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Esa noche, a remojo en la bañera, me sentía agotado con Kristen entre mis piernas apoyando su cabeza en mi pecho, después de habernos lavado el uno al otro y algo más. Habíamos apagado la luz del cuarto de baño, solo nos iluminaban los focos de la bañera de hidromasaje y únicamente se escuchaba el chapoteo de las burbujas en el agua caliente. 

- ¡Uhmmm, qué bien! Creo que me voy a quedar dormido. 

- ¿Y darle plantón a tu hermana Lizzy? Ni hablar, me gusta mucho como canta. 

Y se levantó gloriosamente desnuda para tirar de mí. 

- No puedo contigo Rob, ¡anda levántate perezoso! – me riñó. 

- ¿Perezoso? Hace un rato no he sido nada perezoso contigo – reí admirándola desde abajo. 

- Venga, si no te dejaré sin el masaje que te he prometido. 

- Hoy me duele la espalda, me han pateado el culo en el set – dije haciendo un mohín y levantándome a regañadientes. 

- ¡Anda quejica! Pareces un niño haciendo pucheritos – dijo besándome en los labios. 

Salimos de la bañera y la seguí no sin aprovechar para darle un cachete en el culo que le pilló por sorpresa y la hizo chillar y a mi reír a carcajadas. 

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En el concierto de Lizzy estábamos todos los Pattinson y también muchos amigos, entre ellos Tom. Nosotros, para no variar, llegamos tarde, justo cuando iba a comenzar mi hermana. La llamé desde el público y ella bajó a saludarnos. 

- Hola chicos. Gracias por venir – dijo mi hermana repartiendo abrazos. 

- Hola hermanita – dije dándole un beso cariñoso en la mejilla. 

- ¿Estás nerviosa Lizzy? – preguntó Kristen. 

- Cómo un flan – resopló -. Ya sabes, pero en cuanto empiezo se me pasa. Aunque justo antes siempre pienso que no voy a ser capaz de soltar una sola nota. 

- Sí, sé a qué te refieres, como cuando vas a rodar una escena y no sabes por dónde empezar y luego todo sale sin más, sin proponértelo – dije, y Kristen y Tom asintieron. 

- Te pareces a Rob cuando está de los nervios. Resoplas – rió Kristen haciendo reír a Lizzy-. No me había fijado hasta ahora. 

- Tienes mucho público, hermanita. No te preocupes – dije yo. 

- Sí, la mayoría son amigos y familiares pero está bien. Me siento arropada esta noche. 

- Papá y mamá andan por ahí atrás. 

- Ya les veo, ¿Y Victoria? 

- Está enfrente del escenario, a la derecha – dijo Tom. 

- Vale. ¡Qué nervios! 

Abrazó a Kristen y ella aprovechó para cuchichearle algo al oído. Luego Lizzy sonrió y asintió. 

- ¡Guay! – le respondió Kristen muy sonriente. 

- ¿Qué estáis tramando vosotras dos? – pregunté divertido. 

- Nada – dijeron las dos a la vez con carita de santas. 

- ¡Eh, Lizzy ya sabes que aun estás a tiempo de salir conmigo, cariño! – gritó Tom. 

- Sí, claro Tom. ¡Cuando las ranas críen pelo! – y le dio una palmadita en la espalda justo antes de encaminarse al escenario. 

Le miré como a un paparazzi y le solté un puñetazo en el brazo. 

- Siempre me ha gustado tu hermana, desde niños – dijo Tom en su defensa. 

- ¡Ni se te pase por la cabeza Sturridge! Además a mi hermana no le gustas nada – dije sonriendo a mi amigo. 

- Pues no entiendo por qué – murmuró encogiéndose de hombros. 

Mientras tanto, Kristen nos escuchaba partiéndose de la risa. Lizzy ya estaba con el micrófono en la mano, de pie frente al público, dispuesta a empezar su concierto. Comenzó a interpretar parte de su repertorio haciendo que el público bailara a ratos y sus fans incondicionales corearan sus canciones y a mitad del concierto se decantó por un par de versiones lentas, para mi sorpresa. 

- Esta canción es de Billie Holiday y… y me la ha pedido una persona. Ella me ha pedido que se la dedique a alguien y bueno…. Es para ti. Ya te ha encontrado.

Someday he'll come along, the man I love And he'll be big and strong, the man I love And when he comes my way I'll do my best to make him stay He'll look at me and smile, I'll understand And in a little while he'll take my hand And though it seems absurd I know we both won't say a word

Algún día va a venir, el hombre que amo Y será grande y fuerte, el hombre que amo Y cuando se cruce en mi camino Voy a hacer mi mejor esfuerzo para hacer que se quede Él me mirará y sonreirá, Lo entenderé Y en poco tiempo él cogerá mi mano Y aunque parezca absurdo Yo sé que ninguno de los dos diremos una palabra

Mi hermana comenzó a desgranar las notas de aquella vieja canción y enseguida me di cuenta a quien se refería. Era Kristen quien me la dedicaba. 

Maybe I shall meet him Sunday Maybe Monday, maybe not Still I'm sure to meet him one day Maybe Tuesday will be my good news day He'll build a little home, just meant for two From which we'll never roam; Who would, would you? And so all else above I'm waiting for the man I love

Tal vez le encontraré en Domingo Tal vez lunes, tal vez no Sin embargo estoy segura de encontrarle algún día Tal vez el martes será el día de mis buenas noticias Él va a construir una casa pequeña, sólo para dos Por lo que nunca vagaremos, ¿Quién lo haría, lo harías tú? Y así, por encima de todo estoy esperando al hombre que amo

Tomé su mano, como dice la canción y se la apreté fuerte. Ella hizo lo mismo con la mía y sentí una fuerte opresión en el pecho, dulce y acariciadora, muy muy intensa, arrolladora y casi estuve a punto de que mis ojos se llenaran de lágrimas. 

- Te quiero – susurré en su oído sin soltar su mano, con la voz temblorosa por la emoción. 

- Gracias – dijo bajando la cabeza. 

- ¿Gracias por quererte? - pregunté sonriendo con toda mi corazón. 

Le tomé de la barbilla para poder descubrir esos preciosos ojos verdes, las ventanas de su alma, la que solo yo alcanzo a vislumbrar a veces, en brillantes destellos fugaces. 

- Por quererme tanto – susurró 

- No hay de qué, preciosa – reí de felicidad metiendo mi mano en uno de los bolsillos traseros de sus vaqueros. 

- No bromees, ahora no, Rob – se quejó con dulzura. 

- Ya lo sé, sé que no es el momento pero vamos a acabar llorando como dos jodidos idiotas si seguimos así, amor – dije besando su pelo. 

- Tienes razón – dijo sonriendo, girándose y apoyándose en mi pecho – es por culpa de… de la intensidad de estos días pasados. 

- Pues a mí me encanta tanta intensidad – dije apretando su pequeño cuerpo contra el mío y besando su cuello, aprovechando la oscuridad de la sala de conciertos. 

- A mí también – susurró meciéndose conmigo al compás de la música.

...CONTINUARA...