Fic 'La Fundación', Capitulo 17 por V-Team

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Fic La Fundación  Capitulo 17 
"Behind the Scenes - ROB"

por V Team

Imágenes: Elena

La prisa por llegar a la cama la hace caer hacia el final de la escalera, me preocupa que sea haya hecho daño pero parece divertida, gira su cuerpo posando su trasero en uno de los últimos escalones y el vestido se le sube a hasta la mitad de los muslos y sus rodillas quedan separadas, ésta posición tan sugerente me invita a tomarla ahí mismo, pero necesito una posición cómoda para lo que pienso hacerle, sin embargo me detengo un momento para besarla, acariciarla y desnudarla. 

Hacer el amor por segunda vez fue aún más intenso que la primera, sentía que me quemaba cuando sus manos recorrían mi piel, cuando sus dedos se enredaban en el vello de mi pecho y cuando sus labios recorrían mi boca, mi cuello y suavemente el lóbulo de mi oreja, su cuerpo se agitaba deseoso contra el mío intentando llevarme el ritmo. Alcancé el climax inmediatamente después que ella, fue alucinante, “V” era una mujer adorable, tierna y apasionada. Mis manos estaban sosteniendo su espalda y mi cabeza recargada en su maravilloso pecho, quería estar así siempre, junto a ella. Intento reponerme del intenso momento y levanto mi rostro para verla, admirarla, está radiante, me quedo embobado disfrutando de su belleza hasta que no resisto y le planto un beso. 

-Eres hermosa –le digo esperando que crea en que soy absolutamente sincero y se moja los labios mirándome dulcemente. 

-Prométeme que no vas a desaparecer –le suelto ante la amenaza latente que siento de perderla. Su gesto cambia de uno casi alegre a uno apesadumbrado. 

-No por ahora… no sin despedirme. 

En realidad no es eso lo que quiero escuchar, me gustaría que me dijera que no se irá nunca, que estará a mi lado siempre, pero sé que es mucho pedir y sé perfectamente la única razón por la que está ahora aquí. 

-Tú has sido tan bueno, eres como un ángel, pero yo tengo que… 

La interrumpo poniendo mi dedo índice sobre sus labios, sé lo que va a decirme y no quiero oírlo, prefiero pensar que va a quedarse eternamente y no llegará el inevitable momento.  Tampoco quiero que se sienta presionada y prefiero seguir disfrutando esto mientras dure. 

-No me digas nada, sólo quiero saber si para ti fue tan bueno como lo fue para mí. 

-¿Bueno? Rob, fue… fue maravilloso. 

Sonrío de satisfacción y me abalanzo sobre ella para poseerla de nuevo. 

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Sé que me nos hemos quedado dormidos muy juntos, lo sé porque siento su tibio cuerpo descansando junto al mío, quisiera abrir los ojos y confirmar que no es un sueño pero mis párpados están muy pesados, mis extremidades se sienten extrañamente relajadas, estar con “V” me invade de paz, muevo ligeramente mi mano y siento su piel, la dejo sobre ella, como diciéndole al mundo que ese cuerpo es mío. 

El suave frescor de la madrugada me despierta, su cuerpo no está a mi lado para calentarme y me alarmo un poco, luego la escucho sollozar, me levanto de la cama porque no la veo y la encuentro sentada en mitad de las escaleras envuelta en una sábana. Me siento junto a ella y levanto su rostro entre mis manos. 

-¿Qué tienes bonita? ¿Por qué lloras? ¿A caso te hice daño? 

Sacude la cabeza en señal de negación se recarga en mi hombro, y yo la rodeo con mi brazo. Me parte verla llorar porque la siento tan frágil y si pudiera haría lo que fuera por eliminar su tristeza. 

-Me siento culpable por estar aquí, siendo tan feliz a tu lado –me dice luego de un minuto –y pienso que Pía tiene razón yo no debería estar aquí, debería estar buscando a mi hija. 

-Pero has hecho todo lo posible, no tienes por qué sentirte culpable –la abrazo y la beso dulcemente –no seas tontita, no eres una mala madre, ni siquiera lo pienses. 

-¿En verdad lo crees? 

-Por supuesto, precisamente porque estás luchando es que estás aquí y no te fuiste desde el primer día ¿recuerdas? 

Asiente y sonríe levemente, la acaricio y trato de confortarla, parece que la he convencido o al menos persuadido. 

-Discúlpame –me dice bajito –no quería arruinar este día. 

-No has arruinado nada, el día apenas comienza. Tengo que irme a trabajar, y espero que estés aquí cuando regrese. 

-Mi vuelo es mañana –dice coqueta. 

-Quisiera llevarte pero este Director es un poco pesado, estaremos en locación y el lugar estará lleno de fotógrafos. 

-No quiero molestarte en tu trabajo –me dice comprensiva. 

-No me molestarías pero serías una tentadora distracción –le digo plantándole un beso el cual me corresponde –Quisiera ser tu guía para que conozcas la ciudad, llevarte a cenar, no sé, hacer algo. 

-No te preocupes, en realidad no vine a eso. Así que… 

-Es que vas a aburrirte si estás aquí todo el día. 

-Prefiero eso y no exponerte, el harem me reclamaría por no cuidarte, eso también es parte de nuestro trabajo. 

-Hablando de harem, tengo que irme a trabajar, alguien tiene que mantener a todas mis esposas. 

Soltamos una carcajada y le doy un beso antes de meterme a la ducha. Cuando salí “V” estaba en la cocina, había preparado café y tostada francesas, tenía puesta mi camisa dejando al descubierto sus hermosas piernas y me vinieron unas ganas tremendas de hacerle el amor ahí mismo, pero ya se me hacía tarde. Desayuné deprisa y me acompañó a la puerta para despedirme. 

-Te veré en la noche –le dije luego de darle un largo beso. 

******* 

Cuando regreso al hotel, la luz es suave, la mesa está puesta y hay velas encendidas. Me encanta el detalle y pienso que podría acostumbrarme a esto. Encuentro a “V” bajando por la escalera en jeans y con una camiseta azul de tirantes, su atuendo es completamente informal y aún así se ve hermosa con su cabello suelto. 

-Te preparé la cena –me dice rodeándome por el cuello aún en uno de los escalones, yo la rodeo por la cintura y beso sus hombros que están al descubierto –no es gran cosa, hice lo que pude con lo que tenías en la despensa. 

-No soy exigente –le digo deslizando mis manos por sus curvas –en cualquier caso seguro que el postre es delicioso. 

-Eres terrible –me dice sonriendo. 

Recuerdo que tengo una botella de vino tinto por ahí y sirvo dos copas, la pasta que ha preparado está deliciosa y tenemos una cena tranquila. Esta vez soy yo quien responde a un interrogatorio, aunque la verdad es que entre cada pregunta digo una payasada, me encanta ver sonreír a “V”, su risa es cristalina y me guardo cada sonrisa en la memoria porque es raro verla así. 

-Eres muy gracioso, por eso las chicas te adoran. 

-¿Y tú? 

-Yo creo que debería ir a ver un terapeuta, no es sano poner los ojos en alguien que vive en poligamia –me dice en broma. 

-Lo dices en broma, pero sabes que por eso prefiero que la Fundación Crawley siga siendo un secreto para la gente que me conoce, nadie me va a creer que tengo nueve chicas viviendo en una casa trabajando para mí y que todas son mis amigas. 

-No –dice seria –nadie va a creerte eso –termina entre risas. 

-Ya sé, por eso esto es tan complicado, pero me gusta todo lo que Lena ha logrado con la Fundación, no tenemos un fin específico, pero eso da flexibilidad a las chicas para ayudar y apoyarme cuando lo necesito. Y a mí me permite ayudar económicamente en buenas causas por medio de otras instituciones y seguir en el anonimato. 

-Sí y es muy lindo lo que haces, pero créeme hay tanto qué hacer y a veces no es sólo el dinero lo que se necesita, se necesitan manos. 

-Lo sé. 

-Oh, no me lo tomes como un reclamo yo entiendo tu posición, era solo una reflexión –dice poniendo suavemente su mano en mi mejilla –cuando era adolescente era tan idealista, a veces tengo ideas extrañas. 

-Me encantas así. 

-Eres tan bueno, por eso le encantas a todas. 

-¿Y a ti? ¿Qué sientes tú por mí? –le pregunto poniendo mi mano sobre la suya. Ella se ruboriza y agacha la cabeza 

-Yo… creo que estoy completa e irremediablemente enamorada de ti. 

Su confesión me pone en ebullición, esta vez sé que no llegaremos a la cama, de un salto llego a su boca y en pocos minutos ya estoy de nuevo perdido en su cuerpo. 

...CONTINUARA...