Fic 'La Fundación', Capitulo 20 por V-Team

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Fic La Fundación  Capitulo 20 
"Behind the Scenes - ROB"

por V Team

Imágenes: Elena

“V” se despide y baja del auto, un sentimiento cálido me inunda el alma, el sentimiento es confuso porque sé que voy a extrañarla, el impulso de ir tras ella me invade acelerando mi pulso, sé que me arriesgo demasiado pero no puedo contenerme, esta chica ha roto todos mis esquemas. Mientras voy corriendo agachado entre los autos aparcados voy dando orden a mis ideas, y es que con “V” todo ha sido diferente, ahora veo chispazos de claridad en mi mente, ella vino por mí, no por todo lo que me rodea, desde el principio me trató como un desconocido, no como si me conociera y me trató como lo que soy: un hombre que no tiene derechos sobre ella, y ahora el hecho de que haya accedido venir a verme me resulta más especial. Ambos sabíamos que el sobre con los papeles era un pretexto, si no para qué demonios era el correo.

Cuando intercepto a “V” está a punto de caer pero la tomo entre mis brazos y la acomodó en mi regazo. 

-Lo siento pero necesitaba darte las gracias –le digo cuando me reclama que la he asustado. 

-No tienes por qué. 

-Claro que sí, eres la única que me ha rechazado desde que soy Robert Pattinson el actor, por eso sé que viniste por mí, por el hombre; no por lo que se cree que soy. 

Se queda mirándome desconcertada como si no diera crédito a lo que le digo y espero que lo siguiente no la confunda más. 

-Me has hecho recordar lo que es el amor –le suelto intentando que comprenda lo profundo de mi sentir. 

-Tú a mí me lo has mostrado por primera vez –me dice y comienzan a rodar lagrimas por sus mejillas, la estrecho fuertemente, mi corazón se ha subido al cielo y creo que mi ego también, trato de reprimir eso pero es imposible y me emociono al saber que he encontrado a una mujer que me hace vibrar y a la cual yo también la hago sentir. 

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Estoy a punto de abordar mi vuelo a la Ciudad de México, le he cambiado los planes a Lena que me recogería en el aeropuerto por la tarde pero logré cambiar mi vuelo por uno que llegará más temprano. Estoy feliz de ayudar a más personas y poder conocer a las nuevas integrantes de la Fundación pero sobre todo me emociona reencontrarme con ella. Durante las seis semanas que no estuvo a mi lado, añoré cada día su dulce voz y su tibio cuerpo. 

Al principio creí que era solo una fuerte atracción pero luego, cuando supe que no estaría siempre conmigo me di cuenta que era algo más. Era tan tierna, la sentía tan indefensa, me inspiraba tanto protegerla y había algo más que aún no terminaba de comprender, no sé si era su corazón noble o su alma de niña, a veces me parecía tan inocente, a pesar de ser un par de años más grande que yo. 

Cuando la llamé a Cancún por teléfono se escuchaba nerviosa como una muchachita que no quiere ser descubierta. Yo no tenía problema en gritarle al mundo que estaba loco por ella, pero “V” prefería que fuéramos discretos, yo estaba seguro que a las chicas no les molestaría pero ella estaba sensible al respecto después de lo de Pía. 

En el vuelo revisó los expedientes de las chicas nuevas y miro sus fotos, los famosos documentos que me llevó “V” a L. A., luego me quedo dormido y sueño con ella. 

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El avión aterriza poco después del medio día, mientras camino a la salida me siento ansioso, quiero abrazarla y besarla, pero sé que no le caería en gracia y tampoco sería lo mejor frente a las nuevas integrantes, así que decido reprimir mis deseos y reservarlos para la intimidad. 

Me decepciono un poco al ver que solo Lena ha venido por mí. 

-¿Y las demás? 

-Hola ¿Cómo estás, Lena? Me da gusto verte –me responde Lena con sarcasmo. 

La abrazo esperando que me perdone. 

-Disculpa, ¿Cómo estás? 

-Bien gracias, las demás han ido a conocer un par de monumentos cerca del hotel, “V” quería llevarlas a un paseo más largo pero como cambiaste tu vuelo, ha optado por algo cercano al hotel. Y yo no creí conveniente que tu encuentro con las nuevas fuera aquí. 

-Tienes razón, debe ser algo más… privado –respondo, –y ¿a dónde han ido? 

-Creo que al Monumento a la independencia y… 

-¿Al Ángel? –le pregunto recordando que así es conocido, y donde me han dicho se celebran las victorias de la selección de fútbol. 

-Ajá, ya sabes qué es muy emblemático de la ciudad, y también irán al Monumento a la Revolución. 

 

-Ese no lo conozco. 

-Tal vez te lleve algún día, es una edificación enorme, en realidad es la cúpula de lo que sería el Palacio Legislativo a finales del Siglo XIX, pero fue suspendida su construcción por falta de recursos y en los 30´s se decidió fuera el Monumento a la Revolución y Mausoleo. 

-Tu país está lleno de sorpresas. 

-Si –dice Lena cortante pero con satisfacción. 

* * *

Pasamos a la recepción del hotel para mi registro y me dan dos llaves, me guardo una y la otra se la doy a Lena como siempre, aunque ésta vez me gustaría dársela a alguien más. 

-Voy a reunir a las chicas en mi suite y después pasaré a las nuevas a la tuya. 

-De acuerdo. Le digo a Lena y nos separamos. 

* * *

Ya en mi suite me meto a la ducha para refrescarme un poco y me cambio de ropa. Pido algo de comer y apenas logro estar listo a tiempo, escucho que llaman a la puerta. 

-¡Adelante! –digo desde el baño donde me encontraba lavándome los dientes y salgo para hacer mi aparición. Veo entrar a Lena seguida de las chicas nuevas. 

-¡Oh Dios mío! ¡Era verdad! –dice una de las chicas creo que es Liz, según la foto de su expediente. 

-¡Lo sabía! –dice Angela. 

-¡Rob! querido, buena sorpresa nos has dado al llegar antes –dice Fina que parece ser la menos sorprendida. 

-Bienvenidas a la Fundación Crawley –les digo como saludo y para formalizar, luego me acerco para saludar a cada una con un abrazo de bienvenida. 

Angela parece ser la más emocionada, aunque Liz parece seguir sin dar crédito. El rostro de Fina se ve feliz pero muestra mucha calma. 

-Sé que ya les han dado un explicación de lo que hacemos y para mí es muy grato recibirlas, les agradezco decidieran quedarse para colaborar con nosotros. 

-Cariño, gracias a ti por la oportunidad, sé que mi sobrina no tuvo qué ver en esto y que fuiste tú quien lo sugeriste, gracias por darle a mi vida un nuevo horizonte. 

Sonrío ante lo que acaba de decirme Fina, ya Irina me había dicho que era un encanto y ahora lo compruebo, no sé que responderle y solo estrecho su mano entre las mías, y ella me mira fijamente a los ojos encantada. 

-Rob esto es como un sueño hecho realidad, estoy tan feliz –comenta Ángela. 

-Creo que necesitaré un tiempo para asimilar esto –dice Liz un poco más relajada y todos reímos. Luego Lena me deja a solas con ellas para conversar y conocerlas un poco más. 

* * *

Todas parecen haber encontrado ese hogar que necesitaban y una familia en quién apoyarse, además de un trabajo en el cual se sientan útiles como es el caso de Fina, Angela estaba teniendo dificultades para encontrar empleo y Luz la recomendó para que saliera de la depresión en la que estaba. Liz había tenido una riña con su familia y ahora se sentía sola, ahora estaba ilusionada y sentía que aún había gente buena en el mundo. 

-Aunque estaba incrédula al principio, ansiaba que llegara el día en que te conociera en persona, ahora no sé qué decirte. Creo que no puedo más que agradecerte por todo lo que haces y ayudas y permitirme estar aquí –dijo Liz –es genial saber que hay gente buena y qué tu eres parte. 

* * *

Luego de conversar un rato, las chicas deciden irse para arreglarse para la cena. Les digo que las alcanzaré en un minuto. Me tomo mi tiempo y viendo que se acerca la hora de la cena busco a las chicas en la suite de Lena. 

Entro un poco nervioso, trato de desviar mi mirada para no delatarnos y primero saludo a Irina, tenía tanto tiempo de no verla, desde la última premier que tuve en España. Conocí a Irina mientras rodaba Little Ashes y desde entonces nos hicimos grandes amigos, luego se me ocurrió invitarla a la Fundación pero no aceptó tenía su vida hecha en España. 

-¿Cómo estás? –le digo mientras la abrazo –siempre es un gusto verte. 

Le doy un abrazo largo, me alegra mucho verla, fue una verdadera amiga mientras estuve en España y lo sigue siendo, pues seguimos teniendo comunicación, pero no hay nada como ver a los viejos amigos en persona. 

-Muy bien, tú te ves fantástico, ¿algo que no me hayas contado? –dice por lo bajo cerca de mi oído para que nadie la escuche y me río de ver lo bien que me conoce. 

Reservo a mi hermosa morena para el final, se ve exquisita en ese vestidito negro de hombro descubierto, la abrazo fuerte para demostrarle cuánto la he extrañado pero la suelto pronto para no incomodarla. Huele delicioso, una extraña combinación entre algodón y frutas, y dulce muy dulce. 

-¿Nos vamos? –Dice Lena – ¿Qué les apetece cenar? 

-Lena, me tomé la libertad de reservar un privado en Sir Winston Churchill´s –comida inglesa pienso inmediatamente –bueno es muy formal, no sé si realmente les apetezca, puedo cancelar –continua “V”. 

Comida inglesa, mm, francamente no la puedo despreciar, sobre todo porque estoy seguro que reservó pensando en mí y me encanta el detalle. 

-Ustedes están perfectas –les digo a las chicas viendo sus coquetos vestidos –pero yo no traigo nada adecuado. Aún es temprano, ¿me permitirían comprarme algo de camino? 

-Claro. 

-Por supuesto. 

Todas parecen estar de acuerdo. De camino al restaurante nos detenemos en una tienda de ropa para hombre en la calle Presidente Mazaryk, una de las más caras de la ciudad según Lena y donde se encuentras las marcas más exclusivas. La escena debe ser muy curiosa, para quien mira de lejos. 

Las dos dependientas vestidas de traje ejecutivo se ponen nerviosas en cuanto ven a tanta gente entrar, una incluso comienza hablarme en inglés, creo que me ha reconocido pero la veo confusa al escuchar que le contesto en español, la otra dependienta invita a mis chicas a sentarse y un joven les ofrece bebidas. Le explico rápido a la mujer que me atiende lo que necesito y ella trata de adivinar mi talla, rápidamente me ofrece varias prendas. Me pruebo un par de blazers y unas camisas a juego, por supuesto en cada cambio salgo del probador para que me den el visto bueno. Las chicas están indecisas y dicen que me veo bien con todo, me abochornan sus comentarios y creo que disfrutan teniéndome en este tipo de situaciones. Es como si Maca, y Vero ya las hubieran aleccionado, diciéndoles que mientras más pronto decidan menos tiempo me tendrán posando, así que termino eligiendo el blazer gris, camisa blanca y una corbata de seda. 

En cuestión de minutos ya estábamos llegando al restaurante. Me sorprendo nada más al ver la enorme mansión estilo inglés donde se ubica el restaurante, es una construcción hermosa y me siento nostálgico, me recuerda los días que pasamos juntos en The Charlie. 

Somos recibidos por un amable caballero que nos dirige a nuestro privado. El lugar es verdaderamente encantador y formal al mismo tiempo. El ambiente lo envuelve una atmósfera tranquila con luz tenue, las alfombras son rojas igual que las cortinas, las paredes están tapizadas de madera y la decoración es de estilo clásico. Por supuesto casi ni necesito mirar la carta, sé lo que quiero, el Roast Beef horneado en la forma clásica, servido con Yorkshire Pudding y salsa de Raíz Fuerte, a las chicas les sugiero el Filete Wellington. 

Estamos disfrutando de una deliciosa cena, las chicas parecen felices y eso me encanta, Irina me pone al corriente desde la última vez que hablamos y por supuesto nos reservamos ese tema que ella y yo tenemos en secreto. Cuando estamos en el postre, “V” se disculpa para ir al tocador, por supuesto no pierdo la oportunidad de hablar con ella a solas y un minuto después también me disculpo. Camino buscando los sanitarios y encuentro un pasillo angosto con una puerta diminuta al fondo y a un costado dos puertas con los clásicos símbolos de ladies and gentleman. 

La puerta del fondo parece ser el cuarto de limpieza, me viene una idea a la mente y me aseguro que sea lo que pienso, apenas me da tiempo de asegurarme que la puerta no tiene llave y vuelvo a cerrarla, en eso “V” sale del tocador, se sorprende al verme, 
la tomo por la cintura y la atraigo hacia a mí con fuerza y con la otra mano doy vuelta a la perilla de la puerta que está a mi espalda, la empujo con mi cadera y la meto junto conmigo al diminuto y oscuro cuarto, mi olfato quiere asegurarse de su dulce aroma mientras mi nariz delinea su cuello hasta su hombro y se pierde en su cabello. 

-Te extrañé tanto –susurro en su oído. 

-Y yo a ti –dice casi suspirando. 

Mis manos ansiosas recorren su cuerpo recordando cómo se ve en ese vestido y luego se aferran a su trasero, ahí en el lugar más extraño y menos romántico le doy el beso que hubiera deseado darle desde que llegué.

...CONTINUARA...

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