Fic 'La Fundación', Capitulo 32 por V-Team

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Fic La Fundación  Capitulo 32
por V Team

Imágenes: Elena

Lamento mucho no haber podido despedirme de Rob y tampoco haber podido advertirle sobre las sospechas de Fina y Berta. Pienso que estos días podrían servir para que las cosas se enfríen, pero en el fondo sé que no será así cada vez me es más difícil separarme de Rob. Extraño las lindas cosas que siempre me dice con esa voz que me derrite y ese tono en el que me dice “bonita”.

Estoy haciendo mi maleta, tendremos un viaje imprevisto a Monterrey, el alcalde de la ciudad preside un evento a beneficio de un hogar para niños, la meta es reunir fondos para que tengan una cena navideña, regalos y ropa abrigadora; la Fundación Crawley destaca entre la lista de invitados, pero la verdad es que entre algunos políticos se ha corrido el rumor de una Fundación dirigida por misteriosas y hermosas mujeres.

Berta fue quien conoció al alcalde en un evento aquí en Cancún hace dos meses como nuestra representante de relaciones públicas y desde entonces parece que el hombre ha quedado prendado de la española.

Me reúno con las chicas en el estacionamiento. Las elegidas para asistir al evento somos Carol, Ani, Fina, Vero, por supuesto Berta y yo. Vicente nos lleva al aeropuerto y de camino Carol bromea con Berta.

-Te imaginas Berta, que el Alcalde estuviera realmente enamorado de ti.

-¿Y acaso las flores que le envió la semana pasada junto con la invitación no son reales? –comenta Vero.

-Basta chicas que no toleraré suspicacias –comenta Berta muy seria.

No puedo evitar reírme ante el rollo que están armando

-Oh Berta no vas a decirnos que no te parece atractivo el Alcalde Treviño –comenta Ani que estaba presente el día que se conocieron.

-Sí, Andrés es guapo pero no es mi tipo.

-¡Uoh! ¿Ya lo llamas por su nombre? –Pregunta Carol –¿En verdad es guapo?

-Oh sí que lo es –agrega Ani –es un hombre maduro, alto, buen cuerpo, pelo entrecano y ojos hermosos como los de Rob.

Yo había visto al Alcalde en las noticias y coincidía con Ani, excepto en una cosa, los ojos de Rob eran incomparables, no había ojos más hermosos que los suyos.

Durante el vuelo, las bromas siguieron para Berta quien empezó a encontrarle sabor al juego y dejó de ser divertido para las chicas.

-Bueno nunca me imaginé como esposa de un político pero imagino que tendrá sus ventajas

Nos hospedamos en un hotel junto al Parque Fundidora, este parque es una especie de museo de sitio en el rubro de la arqueología industrial, ahí mismo había un mirador desde donde se podía ver el centro de la ciudad, a donde también se podía llegar a través de un río artificial. Las chicas extranjeras están impresionadas por el tamaño de la ciudad, les explicamos que Monterrey junto con Guadalajara y el D.F. son las más grandes del país. Además, Monterrey es sede de importantes grupos industriales y comerciales, por su alto nivel económico es una de las ciudades más importantes del América Latina. 

 

Luego de instalarnos en el hotel damos un paseo por el parque donde también se puede apreciar el emblemático Cerro de la silla. Por la tarde comenzamos a arreglarnos para el evento con el Alcalde. Todas estamos muy elegantes sin exagerar ya que no se vería bien en un evento a beneficio.

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El Alcalde ha enviado un chofer por nosotras que nos llevará hasta el Museo Metropolitano de Monterrey y Antiguo Palacio Municipal, un hermoso recinto de más de un siglo de antigüedad y en cuyo patio central se llevaría a cabo el evento.

Carol, Berta y Vero están relacionándose con representantes de otras Fundaciones a las que podemos llegar a acuerdos en beneficio de niños desamparados. Ani y yo estamos mirando algunas obras de arte que serán subastadas cuando alguien detrás de mí llama mi atención.

-¿Y tú qué haces aquí? –reconozco la voz y me giró para enfrentarlo.

-Sr. Duarte –digo para saludar a mi ex suegro –espero que ahora sí me tenga alguna noticia de su hijo. Es increíble que en todo este tiempo no se haya comunicado con usted, a menos que claro, usted esté encubriéndolo.

-Sabes que no es así, jamás apoyaría a Carlos en separar a mi nieta de su madre –contesta en voz baja entre molesto y apenado –pero tú no me has respondido.

-Trabajo para una Fundación, comprenderá que necesito recursos para buscar a mi hija, ya que no tengo el apoyo de nadie.

El Sr. Duarte baja la mirada y frunce el seño.

-Te deseo suerte, y sigue disfrutando de la noche –dice y se retira.

Siento rabia al pensar que en realidad mi ex suegro sí sabe algo de su hijo pero me lo oculta para protegerlo Ani parece comprenderme muy bien y me pone una mano en el hombro. Un momento después nos reunimos con las demás para tomar una copa y comer bocadillos.

Sorpresivamente el Alcalde llega para saludarnos es muy galante con todas pero besa la mano de Berta cuando la saluda, y ella parece nerviosa. Como bien lo describió Ani, Andrés Treviño es muy atractivo, agradece nuestra presencia y nuestro apoyo al evento. Hacia el final del evento lo vemos platicar con Berta a solas y nuevamente lo vemos despedirse muy cortés.

De regreso al Hotel Ani les cuenta de mi incidente con el Sr. Duarte y las chicas me dan muestras de apoyo.

-Estoy bien chicas, no se preocupen, aunque sospeche de él, no tengo pruebas.

-Al menos lo pusiste en su lugar –dice Carol.

***

El siguiente día lo aprovechamos para conocer la ciudad de Monterrey. Regresamos al Parque fundidora donde tomamos un pequeño bote en el Paseo Santa Lucía, el río artificial que nos llevará hasta la Macroplaza en el centro, durante el trayecto, en el que se pueden admirar fuentes y obras escultóricas un guía nos explica sobre la historia de la ciudad. 

El recorrido en la Macroplaza lo realizamos a pie, es la parte central de la Ciudad y ocupa el cuarto lugar en la lista de las plazas más grandes del mundo, ahí se concentran los edificios de gobierno más importantes así como museos, monumentos, edificios coloniales y la Biblioteca central, es un importante centro de edificios de comercio, además de tener espacios de recreo, fuentes y hermosos jardines. 

Luego del paseo en la Macroplaza nos trasladamos a un restaurante muy conocido y al cual no puedes dejar de ir cuando vas a Monterrey, El Rey del Cabrito, muy visitado por celebridades nacionales y en donde se prepara el típico platillo regio, el cabrito al pastor, el cual acompañamos con guacamole, la salsa típica mexicana de aguacate, frijoles con veneno, que nos otra cosa que frijoles refritos con asado de puerco y otro platillo típico, los machitos.

-¿En verdad esto es…? –Preguntó Ani refiriéndose a los machitos. Carol y Vero soltaron la carcajada.

-No Ani, no es lo que estás pensando, los machitos son en realidad los intestinos del cabrito, a lo que tú estás pensando le llamamos criadillas –contesta Carol.

En ese momento se aparece el mesero con una botella de tequila reposado y de buena marca, el cual no hemos ordenado, cuando le decimos que no lo hemos pedido dice que es una cortesía de un caballero. Nos desconcertamos y por educación aceptamos la botella. Ani y Berta le hacen un poco de gestos al tequila, pues es en verdad un bebida fuerte, a Carol y Vero, que están más acostumbradas, les parece delicioso. 

Cuando estamos en el postre, un delicioso rollo de guayaba y glorias, las glorias son dulces de leche; nos sorprende en la mesa el Alcalde Treviño que se ha presentado para preguntarnos si fue de nuestro gusto el tequila. Por supuesto le agradecemos.

-Señoritas, las dejo, espero sigan disfrutando de su estancia en la ciudad. Berta… hasta más tarde –dice y sale del restaurante.

Todas nos hemos quedado con la boca abierta, no teníamos idea que Berta tenía una cita, por supuesto las bromas continúan.

-Basta niñas que voy a enfadarme en verdad, no pude negarme, es muy amable pero insistente.

-Bien Berta, no te preocupes, solo regresa temprano ¿quieres? Mañana salimos temprano –le digo para terminar el asunto.

***

Ni siquiera nos damos cuenta a qué hora regresa Berta, lo que es cierto es que tiene una sonrisa de oreja a oreja en el desayuno.

-¡Por favor Berta! da detalles.

-Chicas sólo les puedo decir que Andrés es un caballero, y me ha dicho que puedo venir a vivir a Monterrey cuando yo quiera, por supuesto que le he dicho que es muy pronto para mí, y me ha contestado que es de los que saben esperar.

Todas lanzamos gritos emocionados y suspiros ante lo que nos cuenta.

***

Ha pasado tan solo una semana desde que regresamos de Monterrey y Berta ya ha recibido flores dos veces. 

-“V” quería comentarte algo –me dice Berta cierto día que todas descansamos en la terraza –tal vez sea un dato importante. Andrés me comentó que uno de sus colaboradores viajó a Europa con tu ex suegro recientemente.

-Berta es un dato muy importante, siempre he creído que Carlos salió del país. No quiero abusar de tu amistad con el Alcalde pero es un dato que le servirá al investigador. 

Lena que estaba descansando junto con nosotras se disculpa y pasa un buen rato en el despacho.

***

Luego de terminar con los pendientes de la Fundación y algunos otros en la casa hogar, todas se están preparando para dejar Cancún, menos yo. No quiero que se sientan mal porque me quedo sola, así que les he dicho que partiré de último momento. Algunas visitarán a sus familiares y otras tendrán un viaje en grupo, pero yo prefiero quedarme y no hacer el gasto. La única que sabe que permaneceré en Cancún es Lena, le garantizo que estaré bien y que no es necesario que Vicente y Dolores sacrifiquen sus días de descanso por mí.

Tres días antes de Navidad todas nos reunimos en el comedor, tenemos una cena especial y un brindis para despedir este año, ya que nos veremos hasta el 5 o 6 de enero.

-No me molesto contigo porque no nos acompañas a las Bahamas, solo porque sé que visitarás a tus padres –me dice Fina. 

Me hace sentirme mal por mentirles, pero pienso que es mejor invertir en el investigador, además unos días sola me harán bien, necesito pensar, analizar mi situación y lo que haré en el futuro.

***

Es 26 de diciembre, llevo cuatro días completamente sola, me la he pasado dando caminatas por la playa y leyendo libros sentada junto a la alberca.  He llegado a sentir miedo durante las noches en que todo se vuelve terriblemente silencioso en la enorme casa y solo el mar embravecido me recuerda donde estoy e inmediatamente pienso en Rob. Mi querido Rob ¿qué estará haciendo ahora? ¿Estará disfrutando con su familia o tendrá unos días de diversión con sus viejos amigos?

El sol está por ocultarse, me preparo una piña colada, tomo la novela que estoy leyendo y me voy a disfrutar del atardecer a la piscina. La soledad es terrible compañera y hasta he considerado viajar finalmente para visitar a mis padres para Año Nuevo, aunque será una suerte si encuentro boleto de avión.

Leo un par de páginas más de mi novela, los protagonistas por fin tienen un encuentro apasionado y me pierdo en la narrativa del autor imaginando que somos Rob y yo, no es precisamente una novela erótica, es más bien de misterio pero cada detalle es sublime, me hace estremecer y mi cuerpo añora el calor de mi ángel, mi corazón late muy fuerte y me doy cuenta que me he excitado. Se me apetece nadar un rato y calmar mi cuerpo que arde, me lo pienso por un minuto, no traigo puesto el traje de baño y tendría que subir a mi cuarto a cambiarme.

-¡Qué diablos! –digo en voz alta –estoy sola.

Me quito la camiseta de algodón y dejo caer el short de mezclilla bajo mis pies junto con mis pantis. Me lanzo a la alberca y ni siquiera siento frío al sentir el agua helada en contacto con mi cuerpo, siento que todos los músculos se me relajan. Estoy disfrutando bastante, me olvido por completo de todo y dejo que mi cuerpo flote por un buen rato en el agua.

Cuando decido que es momento de salir, recuerdo que no he traído una toalla, salgo del fondo de la alberca y acomodo mi cabello mojado hacia atrás con mis manos.



 Abro los ojos un poco irritados, lentamente y me encuentro con el ser más perfecto de la tierra parado frente a mí, regalándome una hermosa sonrisa y sosteniendo una toalla en su hombro.

-¿Me invitas a nadar contigo?

...CONTINUARA...