Fic 'La Fundación', Capitulo 33 por V-Team

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Fic La Fundación  Capitulo 33
"Behind the Scenes - ROB"

por V Team

Imágenes: Elena

-¿Eso quiere decir…?

-Rob, eso quiere decir que estamos cerca, con muchas probabilidades de encontrarla –contesta Lena.

Eso lo entendí perfectamente, pero lo que quería decir implícitamente es que, mi tiempo con “V” estaba contado. 

 Tenía sentimientos encontrados. Por un lado me sentía tan feliz por devolverle a su hija y por otro que el alma se me desmoronaba.

-Sería buen regalo de Navidad para “V” darle esta noticia, pero prefiero no decirle nada hasta que tengamos una idea más clara. Además estará ocupada con su familia.

-Rob, “V” no quería que nadie lo supiera pero ella está en Cancún, no se fue con las chicas a las Bahamas, prefirió ahorrar lo del viaje para seguir pagando al investigador que ella contrató.

-¿Cómo dices? ¿Y por qué no me lo dijiste antes? 

***

Luego que Lena me dijera que había noticias de Mía y que “V” estaba sola en la casa de la Fundación, preparé mi maleta, a mis padres no les sorprendió porque sabían que me iría a ver a mis amigos, así que no tuve que dar muchas explicaciones y entienden que tengo una vida. 

Fue difícil llegar a México, los vuelos estaban saturados, hice varias conexiones y tuve que esperar mucho tiempo en los aeropuertos. Cuando bajé del avión y sentí ese aire caliente en Cancún, me sentí aliviado, como si tanto esfuerzo hubiera valido la pena. Tomé un taxi y me sentí desesperado nuevamente por estar a su lado. Aún estaba inseguro por el jet lag pero debían pasar de las seis de la tarde.

Cuando llegué a la caseta de vigilancia, que da acceso a la zona residencial, el guardia me miró extrañado. Inseguro, finalmente permitió la entrada al taxi que me dejó 200 metros adelante a la puerta de La Fundación. Una vez frente a la casa marqué mi clave en el teclado de la chapa electrónica de seguridad que Lena había mandado instalar y poder prescindir de las llaves, el sistema reconoció mi clave y a continuación me pidió colocar mi huella dactilar. Jamás el proceso se me hizo más lento. 

 Supuse que “V” estaría en su habitación, dejé mi maleta a mitad de la entrada y de tres zancadas subí la escalera, corrí a su cuarto pero no estaba allí, la ventana del balcón estaba abierta de par en par y la cortina se agitaba con el viento. 

Caminé hasta el balcón esperando verla cerca de la playa, pero no. “V” estaba nadando en la piscina y mis ojos se sorprendieron al verla, trague saliva al reparar en lo que mi mente estaba pensando, tomé un par de tollas de su baño y bajé a buscarla. 

Camine despacio desde los jardines hasta la piscina, intento no asustarla silenciando mis pies a cada paso. 

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 Veo la maravillosa silueta de su cuerpo desnudo por detrás flotando en el agua, nada hacia el lado contrario de donde yo me encuentro, lo primero que me pasa por la mente es desvestirme y acompañarla pero me detengo observando su sensualidad que se mezcla con el agua. La veo girar dentro del agua, desplazándose y mirando hacia el fondo, finalmente se detiene casi en el centro de la alberca y sale del agua como una hermosa sirena. Tiene los ojos cerrados, supongo, debido a la irritación que le causa el agua, inmediatamente peina su cabello empapado hacia atrás con sus manos y abre sus ojos lentamente.

-¿Puedo nadar contigo? –le digo por si acaso cree que solo me imagina.

-¡Rob! ¿Qué haces aquí? –me cuestiona e instintivamente, como si jamás la hubiera visto denuda, cubre sus pechos con su brazos, provocando que mi deseo por tenerla aumente.

-Acabo de caer del trineo, Santa te pide disculpas por el retraso.

-Estás loco –me dice sonriendo, ya no puede ocultar su felicidad. Está encantada, como yo, de que esté aquí.

Arrojo las toallas al camastro atrás de mí y comienzo a quitarme la ropa lo más rápido que puedo, me arrojo al agua y me acerco a ella, con mis ojos mirando fijamente los suyos, se ve sorprendida y complacida al mismo tiempo. 

-No puedo creer que estés aquí.

-Te extrañaba tanto –confieso. 

La abrazo, su boca luce tentadora y comienzo a besarla con urgencia, ella me corresponde, el roce de nuestros labios eran dos fuegos encontrándose, uniéndose y formando una sola llama, más fuerte y luminosa.  

Su boca era tentadora, pero lo fue más su piel que parecía resplandecer bajo el agua. Como un niño que acaba de descubrir algo nuevo, comienzo a acariciarla y al mismo tiempo me cercioro de que cada parte de su cuerpo permanezca en su lugar, sobre todo aquellas en las que recientemente me había autoproclamado su dueño. Ella comienza a imitarme y agrega al ritual de caricias unos besos a lo largo de mi cuello y alrededor de mi oreja, haciéndome estremecer. 

Intento seguir con mi exploración por a través de su cuerpo, no sigo un mapa, lo hago por instinto sin perder de vista su rostro, pero mi deseo por poseerla me consume. La avalancha de emociones se apodera de ambos, la alzo por encima de mi cintura y ella rodea mi cadera con sus piernas para finalmente unirnos en un solo ser. Apenas se oye un ligero chapoteo de agua que acompaña nuestros movimientos y nuestros gemidos se confunden con la brisa.

-Oh, Rob –susurra y gime de nuevo provocando que no resista más. El viaje tan largo me está cobrando factura y mi energía está en el límite.

Tiembla entre mis brazos y sé que finalmente juntos tocamos el cielo.

***

Permanecemos un rato así, abrazados, disfrutando de la cercanía. No solo mi cuerpo siente placer junto al suyo, también mi mente y mi alma, todas las sensaciones que recogen mis sentidos, inundan mi ser de dicha. Acarició su cabello empapado y retiro algunas gotas que han bajado por su rostro, se ve hermosa; acarició sus labios con uno de mis dedos y la beso.

Salimos de la alberca y la envuelvo con una toalla, froto sus brazos para que entre en calor, me pierdo en su tierna mirada. 

-Rob, eres un sueño, todavía no creo que estés aquí.

-Soy real, estoy aquí, pero estoy a punto de caer rendido, ¿podría demostrártelo en la cama?

-Donde tú quieras.

-Sería capaz de todo por ti –le digo con la mano en el corazón.

Tomo con suavidad su rostro entre mis manos y la beso dulcemente.

***

Descansamos en su habitación, no sé cuanto he dormido, abro los ojos y “V” no está. Estoy completamente desnudo, y recuerdo que dejé mi ropa junto a la piscina y mi maleta en la entrada. Me envuelvo en una toalla y camino a mi cuarto, ahí debo tener ropa. 

Tomo la camiseta azul que le encanta a “V” y unos pantaloncillos cortos. Busco por la casa, en su habitación y en las áreas comunes, pero por fin la encuentro en la cocina.

-Amor –dice al verme –te estaba preparando el desayuno, debes estar hambriento, anoche no cenaste nada y ya es tarde.

Me acerco a ella y la rodeo por la cintura, luego le doy un beso en la frente.

-¿Qué hora es?

-Es casi medio día, has dormido casi 14 horas. ¿Rob te sientes bien? –Me pregunta y toca mi frente –¡Dios mío estás ardiendo! Regresa a la cama, voy por el botiquín.

-No es para tanto, solo estoy cansado, lo que pasa es que tú me prendes nena –sonríe.

-En serio Rob, no te ves bien.

Me alejo de ella porque siento la necesidad imperiosa de estornudar. La verdad es que me hago consciente de mi cuerpo y no me siento bien.

-Tal vez el cambio de clima no te hizo bien. Anda, vuelve y enseguida te llevo el desayuno.

Hago lo que me pide, me lleva el desayuno. Me enamora nada más verla entrar con la charola sonriéndome. Deja la charola a un lado y me toma la temperatura, la tengo un poco elevada, pero no es para tanto, estaré bien con un antigripal. Ese día “V” se encarga de mimarme y yo me dejo consentir.

***

Me recupero casi de inmediato, fue un resfriado pasajero. Estamos pasando días maravillosos, juntos, a solas. Paseamos por toda la casa sin tener que fingir, sin preocuparnos de disimular, besándonos si se nos antoja, tomándonos de la mano, abrazándonos, y amándonos intensamente, en la playa, la tina, la cama, y hasta en la cocina.

Ahora mismo estamos teniendo un picnic en el suelo de la cocina, acabamos de hacer el amor en la barra y nos ha dado hambre, tomamos un delicioso vino chileno y comemos jabugo. Es una suerte que Maca siempre tenga bien surtida la cava y Berta la despensa. “V” toma una uva roja con los dedos y la pone en mi boca.

-¿Cuéntame cómo estuvo el rodaje? Esperaré ansiosa ver esa película.

-Estuvo muy bien –contesto en cuanto trago la uva –Fincher es muy bueno, me gustó trabajar con él. Me ha dado otro guión y podría ser que trabaje con Brad Pitt.

-¿De verdad? –Asiento –esto es increíble, Rob –ríe. –Yo, aquí, bebiendo vino con el actor más guapo y talentoso del mundo que a su vez se codea con actores que serán leyenda, esto no es real –termina sonriendo.

-Y no olvides que además soy pariente de la realeza de Inglaterra.

-Y un vanidoso –me dice ofreciéndome otra uva –Es en serio, una no va por la vida pensando que pueda conocer a alguien como tú. 

-Lo mismo digo bonita, he conocido muchas mujeres, hermosas cierto, pero frías, algunas vacías por dentro. A veces uno llega a pensar que las mujeres bellas por dentro y por fuera, como tú, en definitiva no existen.

-¡Estás loco! yo soy simplemente… una mujer ordinaria.

-Te equivocas, eres extraordinaria.

Me cerco a ella, comienzo a besarla, la acuno entre mis brazos para ponerla suavemente en el suelo y hacerle el amor de nuevo, y demostrarle toda la pasión y el amor que siento por ella.

***

Por la noche, cuando ella duerme y observo su descanso incapaz de conciliar el sueño, me quedo pensando en lo que me dijo, estoy casi seguro que “V” mira lo nuestro como un sueño y está convencida que un día tendrá que despertar y todo terminará. Quisiera despertarla y explicarle que no es así. Quiero demostrarle que esto es real, quisiera que comprendiera, lo mucho que la amo y la necesito, que ella llena ese vacío que había en mí, que empecé a amarla desde el día en que la vi en ese noticiero, que es la mujer que yo buscaba y tanto esperaba. Quiero que me prometa que pase lo que pase, no la perderé. Pero no deseo presionarla, puede que el miedo me traicione y le confiese que estamos cerca de Mía y no quiero hacerlo, no hasta que estemos seguros que podemos recuperarla. No quiero ilusionarla antes de tiempo.

***

Es inútil conciliar el sueño, salgo despacio de la cama, no quiero hacer ruido. Bajo a la cocina, tomo un par de cervezas y dejó que la brisa y el mar me despejen desde la terraza. Regreso a la casa, me encierro en el despacho y comienzo a prepararle a mi chica una sorpresa.

...CONTINUARA...