Fic 'La Fundación', Capitulo 45 por V-Team

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Fic La Fundación  Capitulo 45
BEHIND THE SCENES   y  'V'
por V Team

Imágenes: Elena

Rob 

Behind the scenes

Tanto Berta como Fina están encantadas con la niña y juegan con ella en la pequeña sala de la suite. Estoy sentado, prácticamente desparramado, en una butaca frente a ellas. Las observo sin escucharlas en realidad, aún trato de asimilar todo. 

Aún no logro quitarme de la mente el momento en el que el ama de llaves me hace desistir de golpear a Carlos. “Desahuciado” retumba en mi mente. Hay cosas que nunca imaginas que puedan pasar y cuando te llegan así, de golpe te marcan. No dejan de darte vueltas en la cabeza, experimentas muchas emociones y valoras lo que tienes a tu alrededor. No puedo evitar compadecerme de Carlos, pero no justifico lo que hizo.

-¿Podré ver a mis abuelos? –pregunta Mía entusiasmada.

-Bueno primero tenemos que ir a ver a tu mamá y ella seguro te llevará después –contesta Fina.

-¿Cuando regresaremos a México? Extraño mi habitación.

-Probablemente pasado mañana, pero debes saber que tu mami no está en la ciudad está en Cancún, ¿conoces Cancún? –pregunta Berta.

-No lo sé, creo que fui cuando era más pequeña.

-Pues te encantará, tenemos una casa preciosa, es enorme y esta frente a la playa –agrega Fina.

-¿Tiene piscina? –pregunta emocionada y dando un salto.

-Oh sí, una muy grande.

Su cara es de satisfacción. No puedo evitar sonreír al verla feliz.

-Por fin sonríes, ¿por qué estabas triste? –me pregunta la niña.

-Solo estaba cansado.

-Lo mismo me decía papá pero sé que mentía.

Mía tiene razón, una pequeña esperanza se albergaba en mi corazón al creer que “V” decidiera quedarse cuando le regresara a su hija, pero ahora, cuando se enterara que el padre de su hija iba a morir… ¿estaría dispuesta a pasar con él los últimos días de su vida?

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“V”

Han pasado varios días desde que Rob se fue y las chicas no han regresado, la verdad me siento un poco celosa, quisiera estar a su lado en este momento, acompañarlo a donde fuera pero estar con él. Tengo un presentimiento extraño, no me gustó la forma en que Rob pronunció la palabra despedida. 

Si al menos las chicas hubieran regresado pronto sabría que él estaba bien o que lo habían dejado entusiasmado con su nuevo proyecto. Esta angustia me estaba matando. Rob se traía algo, no me cabía duda, en definitiva su comportamiento no había sido normal. Si Rob no estaba bien, yo tampoco podría estarlo.

Vago por la casa confundida, sin dejar de pensar en eso que tenía Rob actuando extraño y esperando que no sea yo la causante de ello. Me encuentro a las chicas mirando televisión.

-Acomodate “V”, es la entrevista que dio Rob a Ellen –me siento en el sofá y abrazo un cojín, no es lo mismo que Rob en vivo pero verlo por TV es algo. Rob habla de su proyecto con Fincher y explica brevemente de qué trata. Después Rob confiesa haber sido secuestrado recientemente. 

-¡Dios! No puedo creer que haya dicho eso –dice Vero.

Todas nos quedamos boquiabiertas, menos las nuevas que no saben que eso fue real. “El grupo de agentes que comandaron mi rescate resultaron ser interesantes y exuberantes mujeres” dice Rob sobre su rescate. Lena pone los ojos en blanco.

-Ay Rob, tú y tus payasadas –grita Lizz.

-¡Qué boludo! –dice Juno.

“Eran mujeres admirables y de buen corazón”, explica Rob cuando Ellen le pregunta si el secuestro no fue un sueño, todas suspiramos.

-Es un amor –dice Carol.

Coincido con Carol, Rob es un amor, es un ángel, aunque a veces sea un payaso y nos altere con sus ocurrencias, es irremediable no quererlo. Ahora solo ansiaba volver a verlo y que él fuera el mismo de siempre conmigo.

Rob

Behind the scenes

Finalmente estamos en la ciudad de México, estamos esperando la conexión a Cancún. Mía me ha vuelto loco, me arranca sonrisas y aleja mi mente de lo triste. Es encantadora y se burla de la forma que pronuncio algunas palabras, dice que debo practicar con trabalenguas, me ha enseñado algunos y por supuesto los digo peor que un bebé. Pasa de mi mano a la de Fina o la de Berta según se acomode o lo que quiera ver, pero jamás se aleja de nosotros, es muy lista y hasta me ha pedido le enseñe a tocar el piano. 

Cuando me toma la mano me siento importante y al mismo tiempo creo que tengo una gran responsabilidad, como sí en ese momento todo dependiera de mí, protegerla, llevarla por buen camino, incluso su bienestar.

Ahora mi problema es doble, no solo extrañaré a mi preciosa “V”, ahora también extrañaré a Mía. El pensamiento me pone triste y pensativo de nuevo. La niña corre con Fina para que la lleve al baño.

-¿Estás bien? –pregunta Berta cuando nos quedamos solos.

-No, la verdad no me deja en paz el hecho de que ese hombre esté desahuciado. ¿Y Si se aprovecha de eso para regresar con ellas y que “V” lo perdone?

-Por supuesto que no, eso no sucederá, esto no tiene nada que ver, su relación había terminado mucho antes de que todo pasara. Ella ya no lo quiere, lo detesta, ahora solo podría sentir compasión por él.

-Tal vez tengas razón.

-Claro que sí, no te preocupes.

Las palabras de Berta me reconfortan, ahora no puedo esperar a que V… tenga de nuevo paz al ver a su hija.

“V”

Estaba trabajando en un proyecto de la Fundación en la portátil, cuando apareció Lena pegándome tremendo susto que me hizo dar un salto. 

-Tranquila “V”, que sólo soy yo. A nombre de todas y de la Fundación, te pido que bajes al despacho por tu regalo de cumpleaños.

-¿Regalo de cumpleaños? Faltan algunos días para eso.

-Lo sé, pero por favor te pido que lo hagas. Creo que te gustará.

Bajé al despacho como me pidió Lena, abrí la puerta lentamente y ahí estaba él, mostrándome su ancha espalda, no pude evitar emocionarme, grité su nombre, corrí hacía él y se giró para recibirme, me prendí de su cuello y besé sus mejillas.

-Oh Rob, volviste –digo con lágrimas en los ojos, lo había extrañado más que nunca.

-Sí, quería darte tu regalo personalmente –me rodea por la cintura y me alejo un poco para mirarlo mejor.

-¡Oh Dios mío! ¿Qué te pasó? –dije al ver su pómulo amoratado.

-No fue nada, me pelee con un imbécil –dijo elevando el volumen de su voz, lo miré preocupada al verle la herida –en serio, no fue nada –recalca y camina para alejarse de mí.

-“V”, tal vez ya sea tarde para confesarte esto pero… ¡Dios! No sé si tengo derecho –lo miro confundida, no entendí lo que quería decirme –espera aquí.

Sale del despacho y no tarda ni un minuto en regresar. Aparece de nuevo en la puerta y con un brillo especial en los ojos. Apenas esboza una sonrisa.

-Este es tu regalo de cumpleaños –dice abriendo la puerta por completo y detrás de él aparece Mía.

-¡Mamita! –Grita mi pequeña extendiendo sus bracitos hacia mí.

-Mía –digo con un nudo en la garganta. 

No lo podía creer, estaba estrechando a mi hija muy cerquita de mí, lágrimas de felicidad corren sin parar por mi rostro, al fin tenía a mi niña. No sé cómo describir lo que siento en ese momento, me parece un sueño, pero sé que es real, por fin estamos juntas. Mi cerebro solo se pregunta ¿cómo? Pero a mi corazón no le importan las respuestas, se ocupa de ensancharse dentro de mi pecho, subiendo las emociones a la garganta, impidiendo el paso a cualquier palabra. Trato de calmarme.

-Te extrañé tanto princesa –digo limpiándome las lágrimas para verla mejor, había crecido tanto, pero era ella, mi pequeñita. 

Busco a Rob con la mirada, quería preguntarle cómo, pero ya no estaba. Durante un rato, me la pasé abrazando a mi hija y ella platicándome muy rápido y a tropezones sobre su estancia en otro país y de sus nuevos amigos, Mía era la adoración de Carlos así que estaba segura que no la había maltratado. Las chicas aparecieron, querían conocer a Mía y enseñarle la casa. Todas estaban encantadas con su presencia. La presento con todas.

-Ellas con Lena, Maca, P., Lizz, Carol, Angela, Xim, Juno, Ani, Vero, Samira, 8:56, Fina y Berta. Chicas ella es mi hija, Mía.

-A ellas ya las conozco mami, son mis amigas –sonrío ante sus palabras y voy hilando lo que pasó.

Mi niña estaba ansiosa por entrar a la piscina, y todas querían llevarla. Llamé a Lena antes que dejara el despacho junto a las demás, necesitaba agradecerle.

-Agradécele a Rob. Él lo hizo todo, no quería decirte nada para no ilusionarte con falsas esperanzas. Cuando el investigador avisó a Irina que Carlos estaba en España, él mismo quiso ir por ella.

-¿Pero cómo? No entiendo.

-Bueno no en vano dicen que es uno de los hombres más influyentes del mundo –dice Lena sonriente.

...CONTINUARA...