Esperando que nuestra SORPRESA del
REGRESO DE LOS FICS DE IRINA,
les haya gustado... aquí presentamos el FIC 3.
PUBLICAREMOS LOS DIAS LUNES
PUBLICAREMOS LOS DIAS LUNES
Aviso sobre los FICS, sobre todo dirigido a las chicas más jóvenes que nos leen ya que aparecerá contenido sexual explícito, con palabras y situaciones (Lemons). Personas impresionables fácilmente y de mente no abierta dejamos a vuestra conciencia la decisión de leerlo o no
FIC-IRINA 50 Sueños de Verano'
Capitulo III "Jamaica"
por IRINA (Irene Mendoza)
Me levanto de la
cama feliz, optimista como nunca. Mi segundo sueño ha sido incluso mejor que el
primero. Y creo que ya sé lo que debo hacer para que continúen estos excitantes
“episodios” que tengo de madrugada. Solo debo seguir la misma rutina de las dos
noches anteriores y ocurrirá de nuevo. Confío en ello.
Hoy he pasado el
día en la playa porque solo allí, bajo una sombrilla, se soportan bien estas
altas temperaturas que sufrimos este mes de agosto tan tórrido. Todos escapamos
de la ciudad y nos dirigimos a la costa donde la brisa hace todo más llevadero.
Me he tumbado sobre la toalla contemplando el mar y un velero que surca las
aguas, fantaseando con mi próximo sueño y con los dos anteriores Incluso me he
dado un refrescante baño. Gracias a eso creo que esta noche voy a dormir de
maravilla.
Una cena fría y
acercándose la media noche me dispongo a poner en marcha mi rutina. Ordenador
portátil, sofá, ventanas abiertas, poca luz y a esperar a que me venza el sueño
y que aparezca Rob de nuevo.
*
* *
Estoy en un puerto, en el embarcadero
y a mí alrededor permanecen anclados un montón de yates y catamaranes. En mi
sueño Rob está a mi lado, me toma de la mano y me ayuda a subir a bordo de un
precioso velero antiguo con casco de madera oscura llamado el “Xaimaca”. Rob me
comenta que se lo ha prestado un amigo y que lo llama así en honor a los indios
arawaks, los primeros que poblaron la isla antes de los conquistadores
españoles e ingleses. Deduzco que estoy en Jamaica aunque no sé por qué razón
pero no importa, mi sueño comienza de maravilla.
La brisa huele a mar y el sol calienta
mi piel. Bajo al camarote. Es elegante, clásico, de madera, con su cama de
matrimonio, baño y parece cómodo. Me entusiasmo aun más al abrir la maleta que
hay sobre la cama y descubrir mi lujoso vestuario playero, cargado de vistosos
y escuetos bikinis, camisolas de seda y pareos.
Estoy encantada, voy a navegar por el Caribe, el balandro es precioso y me va a dar la oportunidad de lucir todo mi vestuario, comprado ex profeso para ello, lo sé. El motor del barco se pone en marcha y veo cómo nos alejamos de la orilla.
Estoy encantada, voy a navegar por el Caribe, el balandro es precioso y me va a dar la oportunidad de lucir todo mi vestuario, comprado ex profeso para ello, lo sé. El motor del barco se pone en marcha y veo cómo nos alejamos de la orilla.
Salimos a navegar desde Port Antonio,
rodeando todo el norte de la isla hacia el oeste, en dirección a las cuevas de
Negril, con Rob completamente embadurnado de protector solar.
El piloto nos informa de que la mar está
revuelta debido al viento que sopla del norte así que para evitar marearnos bajamos
a tierra a dar una vuelta por un mercado tradicional. Compramos frutas y
sombreros en el pequeño puerto pesquero de Oracabessa. Comemos en el pueblo y
al regresar al barco por la tarde el piloto nos sugiere practicar submarinismo
en el arrecife de coral que bordeaba los acantilados rocosos e intrincados. Prefiero
quedarme en el barco, anclado junto a una recóndita cala y aprovechar para
echar la siesta, tomar el sol y… lo que se tercie. Se nota que estamos en una
zona tranquila, alejados de las abarrotadas zonas turísticas habituales. El
piloto echa el ancla. Rob se da un breve baño para refrescarse del calor.
Regresa enseguida y se acerca a mi todo mojado.
- Esto
es un verdadero paraíso – dice Rob agarrándome por la cintura y besándome en el
cuello. Cierro los ojos y le beso con pasión. Me moja. Huele a sal, a mar -. Si
quieres podemos ir a nadar junto al arrecife.
Rob acaricia mi trasero y mis muslos y
se aprieta contra mí. Le aparto con suavidad al percatarme de que el piloto nos
mira.
- Ahora
no, quiero tomar un poco el sol primero – susurro.
- Está
bien – dice suspirando desilusionado pero sonriente.
He decidido hacerle esperar consciente
del poder que ejerzo sobre él. Eso me divierte. Es estimulante mantener su
deseo en vilo, me excita.
Rob baja al camarote y yo me quedo en
cubierta, dispuesta a tumbarme al sol. Al poco rato sube con su tablet y se
dispone a sentarse a leer en bañador. En mi sueño sé que tiene algún guión
nuevo entre manos.
Se enfrasca en su lectura y deja de prestarme atención. Eso
me sorprende y contrariada me dispongo a que vuelva a fijarse en mi.
Sé que lo
hace por mi rechazo de hace un rato, que le divierte tomarme el pelo pero no me
amilano. Comienzo a ponerme crema bronceadora acariciando mi piel lentamente e
incluso me quito el pareo mirándole descarada. Me pongo boca abajo mientras lee
y le descubro con los ojos fijos en mí y una gran sonrisa en los labios. Me
está comiendo con los ojos, me hace un exhaustivo repaso deteniéndose en mi
culo, apenas tapado por el diminuto bikini. Vuelve a bajar la cabeza y continúa
leyendo. Le observo de reojo. El ceño fruncido de vez en cuando, los ojos
abiertos, enormes.
Se pasa la mano por el pelo, distraído, tira de los pelos de
su pecho, se toca el labio inferior y lo pellizca entre los dedos y yo… me
derrito. <<Quiero esos dedos en mi, pellizcando mis pezones>>,
pienso y siento como me sofoco sin remedio. <<Es tan sexy, tan dulce, tan
atractivo, tan masculino, tan…>>. Me quedo embobada deleitándome con su belleza
pero él se da cuenta y me mira. El contacto visual entre los dos le hace levantarse.
Se acerca lentamente y se pone arrodilla junto a mí.
- ¿Quieres
qué te eche crema en la espalda? Te vas a quemar – me susurra.
- Sí, gracias – respondo con una sonrisa de triunfo.
- Sí, gracias – respondo con una sonrisa de triunfo.
Me retira la melena con delicadeza y
me echa un chorro de crema de arriba a abajo de la espalda provocándome un
delicioso estremecimiento. Sus cálidas manos esparcen solícitas la crema,
presionando sobre mi piel. Cierro los ojos concentrándome en sentir su tacto.
¡Es tan agradable…!
- ¿Bajamos
a echar la siesta? El camarote tiene aire acondicionado – me propone en voz
baja.
Pero en mi sueño tengo el día juguetón
y decido posponer el momento. Todo esto, el barco, el mar, el sol, es todo tan
increíble que no quiero dejar la cubierta aun.
- ¿Un
poco más tarde? – pregunto con voz dulce e inocente – Es que me encanta
tumbarme al sol.
- Sí,
como los lagartos – se ríe.
Rob me mira con cariño y no insiste.
Se levanta y se encamina al camarote. Siento una punzada de decepción. No veo
al piloto por ninguna parte, parece haber desaparecido de mi sueño. Vuelvo a
tumbarme, esta vez sin la parte de arriba del bikini, disfrutando del calor del
sol sobre mi piel.
Me tumbo boca abajo intentando echar una cabezadita pero no pude evitar pensar en Rob y yo copulando desnudos sobre cubierta y me excito.
Me pongo boca arriba sin conseguir apartar esos lascivos pensamientos de mi cabeza y me arrepiento de mi jueguecito. <<Eres tonta, ahora podrías estar haciendo el amor con él>>, piensa mi subconsciente pervertido.
Me tumbo boca abajo intentando echar una cabezadita pero no pude evitar pensar en Rob y yo copulando desnudos sobre cubierta y me excito.
Me pongo boca arriba sin conseguir apartar esos lascivos pensamientos de mi cabeza y me arrepiento de mi jueguecito. <<Eres tonta, ahora podrías estar haciendo el amor con él>>, piensa mi subconsciente pervertido.
Al rato, la leve brisa que hace
soportable, el calor cesa y todo parece detenerse. Hay una quietud sofocante
que lo envuelve todo. El agua ya no golpeaba rítmicamente los costados del
barco. Me levanto y oteo el horizonte. Del camarote llegaban los ronquidos de
Rob. Es el único sonido que se escucha. <<Este sueño está siendo muy
extraño, más de lo habitual. ¡Qué fastidio!>>, pienso algo ansiosa e
impaciente.
Me asomo por la borda esperando que
regrese el viento fresco del norte para calmar este calor sofocante. No hay
ningún barco cerca y tengo muchísimo calor así que decido darme un baño rápido
sin ropa, para refrescarme y quitarme esta desazón de encima. Me desprendo de
la escasa tela que aun me tapa y me lanzo al agua de cabeza, en una zambullida
perfecta.
Al notar el frescor del agua en mi
cuerpo caliente me invade la calma. Doy unas cuantas brazadas y después paro a
observar los remolinos verdosos que el movimiento de mi cuerpo deja en el agua.
Parece que estoy sola en el universo. El roce del agua en mi piel desnuda es
muy sensual. Chapoteo un rato alejándome del barco hacia las rocas, inundándome
de aquel frescor. El agua transparente deja ver las rocas y la arena del fondo,
fina y clara.
Vuelvo al barco, tonificada y fresca,
para tumbarme sobre la toalla caliente y secarme al sol. La brisa ha regresado.
El suave balanceo del balandro y el sol calentándome la piel me arrullan. Me pongo
boca abajo, con solo un sombrero de paja como atuendo y me duermo, escuchando
el ruido del mar.
No sé cuánto tiempo transcurre. Sé que
despierto al dejar de sentir el calor del sol sobre mi cuerpo desnudo. Algo me
da sombra y vuelvo la cabeza. Es Rob, que detrás de mí me contempla con
deleite, entornando un poco los ojos, con los labios entreabiertos, que se
tuercen en una sonrisa de satisfacción. Lleva un pareo mío de vivos colores
anudado a la cintura.
- Te
queda bien el pareo – digo riendo.
No me responde. Sonrió y me doy la
vuelta despacio, provocativa. Ya boca arriba le observo con deseo y abro mis
piernas invitándole a entrar. Rob continúa de pie sin dejar de deslizar su
mirada por mi cuerpo. Sus ardientes ojos lo dicen todo.
- ¿Hace
calor ahí abajo? – su voz suena ronca, sensual.
- Sí,
mucho. Estamos solos. Ven – reclamo con la voz más sexy que puedo poner.
Rob se quita el pareo dejando a la
vista una firme erección. Sonrío triunfante y al momento le tengo sobre mí,
penetrándome. Estoy muy excitada, húmeda, ávida por sentir la tensión de sus
músculos presionando encima de mí. Me cubre con su cuerpo grande y flexible. Su
piel caliente, tersa y brillante frotándose contra mi carne suave y tierna.
Me encanta Rob. Le oigo gemir de gusto. Pienso en lo bien
que me lo hace, en su vigor. Me encanta volverle loco.
-
Te… gusta… jugar conmigo,
¿verdad? – pregunta jadeante.
-
Uhm, sí… - gimo intensamente.
Le rodeo el cuerpo con mis piernas facilitando que sus
embestidas sean muy profundas. Se inclina hacia mí para lamerme.
- ¡Qué bien sabes a sal…! – susurra sobre mis pechos
- ¡Qué bien sabes a sal…! – susurra sobre mis pechos
Su saliva arde y su lengua me quema la piel. Impulsa su
cuerpo hacia el mío, a través de mi carne, avanzando dentro, más dentro hasta
empaparme y hacer temblar cada fibra de mi cuerpo. Rob entra en mí una y otra
vez sofocado por el esfuerzo y yo le sigo aguantando su ritmo hasta alcanzar el
clímax.
Terminamos empapados de sudor, resoplando estremecidos. Sale
de mí suavemente, con mi cuerpo aun tembloroso debido al orgasmo. Rob deja escapar
un quejido y cae sobre mi cuerpo con los ojos cerrados y una expresión de
absoluto placer en la cara. Le acaricio el pelo y gruñe de gusto. Nos quedamos
así, bajo el sol, totalmente relajados y saciados.
- Me
muero de calor. Voy a darme una ducha fresca – digo al rato, incorporándome un poco
Mientras me alejo contoneándome hacia
el camarote adivino su mirada en mi espalda, repasando todo mi cuerpo y siento
ganas otra vez. Me doy la vuelta para mirarle y le sonrío invitándole a
acompañarme. Rob me devuelve la sonrisa.
El continúa sin resuello, desnudo, tendido sobre la toalla. Le dejo allí sofocado, resoplando, estremecido aun y al poco oigo sus pasos tras de mí, amortiguados por el suelo de madera, siguiéndome hasta el camarote para continuar haciendo el amor.
El continúa sin resuello, desnudo, tendido sobre la toalla. Le dejo allí sofocado, resoplando, estremecido aun y al poco oigo sus pasos tras de mí, amortiguados por el suelo de madera, siguiéndome hasta el camarote para continuar haciendo el amor.
Pasa la tarde, llega la noche y el mar
se va amansando, como nosotros. Con el amanecer llega la calma. Apenas sopla
una ligera brisa y yo, desvelada por completo, me quedo en cubierta
contemplando la salida del sol sobre las aguas caribeñas verde oscuro, que se van
tornando turquesas lentamente, a medida que nos acercamos a Ocho Ríos, juntos
él y yo.
* * *
Wow, Irina realmente haces que me transporte y viva tu sueno. Me encanta como escribes y sobre todo lo que escribes, espero ansiosa el próximo.
ResponderEliminarwow, maravilloso voy a dormir delicioso! irina eres increible, ya extrañaba tus fics! saludos desde la maravillosa ciudad de Cancún.
ResponderEliminarAndrik R. <3
Estoy delirando!!!! Irina, me fascinó, aluciné con este sueño; cerré los ojos y hasta sentía las manos de Rob echándome crema bloqueadora en la espalda...mmmm, que delicia...Que manera de escribir tienes!!!, realmente tienes un don increible, no se trata sólo de escribir y relatar un sueño que todas quisiéramos vivir con Rob,sino que el efecto que logras de transportarnos, hacernos leer pensando que somos las protagonistas y llegar a sentir de verdad lo que relatas...TE FELICITO!!!
ResponderEliminarElena...wow!!, que imágenes , y el gif con la comestible y deliciosa espalda de Rob ,que con sólo verla es una invitación a tocarla...Me mató!!!!
Gracias Chicas!!!
Irina estoy completamente de acuerdo con Maca, así que poco puedo añadir, salvo felicitarte por transportarnos mágicamente a un sueño colectivo. Los bronceadores han entrado en una categoría nueva después de leer tu fic, sin olvidar los micro bikinis con las manos de Rob cerca.Buenos días a todas.
ResponderEliminarHOLA CHICAS: NO HABIA PODIDO ENTRAR A LA PÁGINA, Y ESTABA DESESPERADA, ME MORIA POR LEER EL FIC, Y COMO SIEMPRE SORPRENDENTE, GUUUAAAUUUUU, QUE VACACIONES, ¿se imaginan???, POR SUERTE TENEMOS A IRINA, QUE PUEDE HACER REALIDAD TODOS NUESTROS SUEÑOS.
ResponderEliminarGRACIAS ELENA E IRINA, POR ESTOS MÁGICOS MOMENTOS,
XIM.
Hola Chicas!!!, y quiero agregar que el momento en que Rob se acerca ( a cada una de nosotras, ya que obvio nos adueñamos del sueño) luego de su baño, nos agarra por la cintura, besándonos por el cuello y nos moja....mmmm, todo saladito, eso es la definición misma de la ANTICIPACIÓN....
ResponderEliminarHola Krizia , coincido contigo , los bronceadores ahora los miraré con otros ojos...
Hola Xim, realmente son mágicos estos momentos, y sólo para nosotras...
Sssssiiiiiiiiii!!!!!!!!!!, este sueño estuvo wow, wow, wow, como dijera Chaho Gaytan, no cabe duda que de ahora en adelante los bronceadores ocuparan un lugar muy especial en nuestra mente y que decir de nuestras próximas vacaciones en la playa!!!!!!!, Irina, como siempre MAESTRISIMA, y vengan mas sueños, la lista de posibilidades cada vez mas amplia, Elena como siempre GENIAL
EliminarVero,
Chicasss...recién estoy más tranqui...y puede detenerme a leer y transportarme con el relato!!!...coincido con TODAS!!!no hay más que agregar!!!!!WOwww Irina...realmente logras sacarnos de la realidad y vivir por unos segundos en cada una de las fantasíassss!!!...ERES UNA GRAN ESCRITORA!!!!...queremos más...más...más fic...para poder seguir SOÑANDOOO!!!Elena...tus ilustraciones excelentes como siempre...la frutilla del postre!!!!
EliminarSaludos!!!
Irina, Irina, Irina, que te puedo decir? nos haces entrar en tu sueño, gracias Elena por las fotos que complementen la poca falta de imaginación que tengamos. El que sigue por favor!!!
ResponderEliminarwowwwwwwwwwwwwww superrrrrrrrrrrrr me encantoooooooooooooo ay diossss miooooooo jdrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr yo hariaaa lo mismooooo ja ja ja ja
ResponderEliminarfelicidades irina mia <3
marce
DIOS MÍO!! REALMENTE ERES SORPRENDENTE IRENE. TIENES EL DON, DE ESO NO ME CABE DUDA. ESCRIBES MARAVILLOSAMENTE. ES COMO SI UNO ESTUVIERA AHÍ...DISFRUTÁNDO. ME ENCANTA COMO ESCRIBES. NO DEJES DE HACERLO POR FAVOR..PORQUE TODOS TUS ESCRITOS SON PARA DISFRUTARSE. GRACIAS POR ELLOS. FELICIDADES!!!. SARAH (Desde Campeche, México)
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