FanFIC no.87 'Una agradable sorpresa. Rob'

Somos un Blog ROBsessed, donde solo deseamos seguir contando la versión de Irina en la historia Robsten como lo veníamos haciendo anteriormente. Este FanFic es parte medular de este Blog ROBERT PATTINSON EN ESPAÑOL, razón por la cual  suplicamos RESPETO al comentar los relatos. Si No os sentís preparados para leerlos No lo hagáis, eso no va a ofender a Irina. Pero rogamos evitéis críticas destructivas que si pueden molestar mucho y crear mal ambiente en el Blog.

Asi quedarán organizados los FICs en este blog:

LUNES:  FanFic Robsten de Irina
                     Fic la Fundación de VTeam ***NUEVO***
MARTES:  Fic 'El fin del Mundo' de Xim
MIÉRCOLES:  FanFic Robsten de Irina 
JUEVES: Fic 'El fin del Mundo' de Xim
                   Fic la Fundación de VTeam  ***NUEVO***
VIERNES: Fic '50 Sueños de Verano' de Irina

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FanFIC no. 87

"UNA AGRADABLE SORPRESA.ROB"

El 12 de junio tuve que hacer un parón en el rodaje de Agua para Elefantes porque la maquinaria promocional de Eclipse se había puesto en marcha amenazando con arrasar en taquilla una vez más. 

Tocaba rueda de prensa en el Four Season de L. A., todos por separado y con entrevistas para los medios, televisiones y varias sesiones fotográficas. Todo un maratón agotador de ir y venir en donde solo te dejan el tiempo justo para tomarte un café y apenas picar algo. 

Kristen, Taylor y yo nos íbamos cruzando por los pasillos, cada uno en una dirección sin poder evitar unas risitas cómplices. A ella le toca la peor parte con continuos cambios de vestuario, peluquería, maquillaje y sus odiados tacones. Yo me lo paso bien, no me parece desagradable el hecho de contestar como a 100 medios diferentes, aunque al final solo pretendo no repetirme demasiado y ser algo divertido sin volverme loco escuchándome a mí mismo. Kristen creo que se lo toma demasiado en serio, en mi opinión, y por eso se estresa tanto con las entrevistas. Yo se lo digo siempre, que responda sin pensar pero dice que es incapaz de hacerlo. Por eso parece tan rígida la mayor parte de las veces porque intenta dar con la palabra adecuada, sonar honesta y en cambio yo tengo diarrea verbal la mayor parte del tiempo. 

Luego nos vemos las entrevistas juntos y nos meamos de la risa. A mí me gustan las que nos hacen los de Access Hollywood con Shaun Robinson, que tiene fijación con mi pelo y siempre es simpática y respetuosa. Ella me ha confesado que adora a Kristen así que ya somos dos. Pero el mejor de todos es Joshua Horowitz, de MTV, es un tío genial que nunca va por lo personal y hace preguntas originales y divertidas. 

Ese año no había Comic Con pero sí convención de Twilight en L. A. Aquello fue una locura total. Miles de fans acampando durante días para tener acceso al salón de convenciones y poder ver a los interpretes de la Saga. Aun hoy es el día que no comprendo él por qué de esa adoración tan fiel que nos profesan. Yo jamás he tenido ese grado de fanatismo por nadie, ni siquiera por Van Morrison o Jack Nicholson, lo juro. 

Nos sentaron a Taylor, Kristen y a mí en tres sillas de director sin mesa delante ni nada. Luego, frente a un auditorio repleto comenzó la ronda de preguntas. Taylor era el único que estaba a lo que tenía que estar. El pobre intentaba responder a las preguntas en serio, soltando toda una perorata y mientras, Kristen y yo estábamos venga a reírnos de todo lo que decía. Es un buen tipo y no sé cómo nos aguanta. 

El intentó contraatacar metiéndose con nosotros pero conmigo no tiene nada que hacer. Soy el rey de las respuestas rápidas. Luego tuvo la osadía de meterse con Kristen y ella casi lo mata en vivo y en directo. En realidad fue por mi culpa, porque yo le pregunté si en Amanecer se iba a acostar con un bebé. Y él respondió: ¿Y tú no te acuestas con ella?, devolviéndome la broma y entonces Kristen dijo ´´!Stop!´´, a ambos. 

Después solté lo de que me encantan los bebés, lo cual es verdad y Kristen me miró sin poderse creer lo que estaba oyendo. 

´´¿Tu película favorita?´´, fue la siguiente pregunta para los tres. Yo me reí de la respuesta de Taylor con ´´Él Diario de Noah´´ y dije que la mía era ´´The Runaways´´. Taylor no se tenía de risa pero Kristen me sacó el dedo medio y soltó que la suya era ´´Remember Me´´. Mi carcajada fue inmensa y también la de ella. 

Kristen estaba de un excelente humor y eso no es raro, por mucho que la prensa se empeñe, pero había algo en su mirada, como si supiese algo que yo no sabía y que le divertía. Comencé a acercarme, a susurrarle al oído y como siempre nos distrajimos el uno al otro. Cuchicheos, miraditas, toqueteo y coqueteo por parte de los dos, porque los hombres también coqueteamos, es divertido. Entonces Taylor se colocó con su silla de espaldas a nosotros para nuestra sorpresa, haciendo reír a todo el público. Y encima tuvo la osadía de darle palmaditas en la espalda a Kristen, con lo que yo casi me muero de risa. 

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Al terminar seguíamos sin poder parar de reír los tres y no perdí la oportunidad de seguir con las bromas. 

- Taylor – dije dándole una sonora palmada en el hombro mirando a Kristen -. Eres todo un valiente. 

- No, solo se le está pegando la tontería de algunos – dijo Kristen con una amplia sonrisa, dándome un codazo. 

Y tanto Taylor como yo soltamos una carcajada. 

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Nos alojábamos en el Hyatt Regency Century Plaza en L. A., en un bungalow privado para pasar esos días de promoción juntos. Kristen cada vez pasaba menos tiempo en casa y más conmigo, sobre todo desde que se habían separado sus padres. Esa tarde decidimos pasarla descansando en el hotel. Era casi la hora de la cena y estábamos sentados en la terraza del bungalow, junto a la piscina. 

- Esta vez no te has enfadado – dije mientras bebía un té helado. 

- No, esta vez no. No me gusta enfadarme contigo – dijo bajando la mirada con dulzura. 

- ¿Ah no? – sonreí bromeando, cogiendo su barbilla para hacer que me mirara. 

- No – susurró -. Lo odio. 

- Pues parece mentira – reí acercándome para besarla suavemente en la mejilla. 

- ¡No me tomes el pelo! – sonrió. 

- No te tomo el pelo solo quiero que te rías. 

- Ya me río – se quejó intentando aguantarse la risa. 

- Más. Quiero que te rías todo el tiempo, aunque sea de mí – dije con ternura. 

- Da igual cuanto me ría – suspiró y dio un sorbo a su agua con una rodajita de limón -. Siempre sacan la foto en la que tengo peor cara. 

Me puse serio de pronto. Era cierto. Los medios de comunicación ya habían decidido cómo debía percibirla el público, ese ávido de chismes y de vidas ajenas a falta de una propia o lo suficientemente divertida. Y eso me daba mucha rabia porque en realidad Kristen es muy muy divertida y risueña aunque tenga carácter. El tener un genio de mil demonios no está reñido con la alegría y la dulzura en su caso. 

Acaricie con ternura su rostro y me incliné para besarla en la frente consiguiendo que dejara de fruncir el ceño. 

- Pero hoy estás de muy buen humor, preciosa – susurré. 

- Sí, creo que sí – sonrió. 

- ¿Y es por algo en particular? 

- Aha – asintió sonriendo más aún. 

- Bueno, qué me estás ocultando – dije mirándola fijamente. 

- Tengo la casa. Para el alquiler. Solo tenemos que concertar una cita con el agente inmobiliario – me soltó mordiéndose el labio. 

- Así que era eso – reí – acariciando su mejilla y dándole un pellizquito -. Por eso estás tan contenta. 

No me respondió. Se limitó a reír y a plantarme un sonoro beso en la boca, demasiado breve para mi gusto. 

- Te dije que me ocuparía – susurró sonriendo. 

- Y lo has hecho de maravilla – dije besándola con fuerza -. Cambiando de tema, preciosa. Mañana llegan mis padres. 

- ¡No me habías dicho nada!– exclamó. 

- No lo sabía, en serio. 

- Pero la premiere no es hasta dentro de dos semanas – dijo sorprendida. 

- Son ingleses, les encanta el sol de L. A. Quieren pasar unos días sin lluvia. 

- Lo digo porque hoy es… 12. El 14 grabamos con Kimmel... 

- Yo el 15 con Jay Leno. 

- Y la semana que viene me toca promo en N. Y., el 27 y 28. ¡Ah y es el estreno de la peli de Scout! No voy a poder estar con ellos mucho. Uf, ¿y cuándo vamos a ir a ver la casa juntos? 

- Me fió de tu buen gusto. 

- No, en serio Rob, no podemos alquilar algo sin verlo los dos. 

- Vamos mañana – propuse. 

- ¿Mañana? 

- No tenemos nada ¿no?. Es que ya no sé en qué día vivo, amor 

- Recibir a tus padres. 

- No solo a mis padres. Al final viene media familia. Mis tíos, mis primos y mis hermanas. 

- ¡Con más razón! Tenemos que ir a recibirles, Rob – dijo seria. 

- ¿Y cómo lo hacemos para que no se monte una batalla campal en el aeropuerto? – resoplé -. Es mejor que quedemos directamente en el hotel. Lo comprenderán. 

- Vale. Y por la tarde nos vamos a ver la casa – dijo acariciando mi espalda. 

De pronto me eché a reír recordando cierto detalle de la visita familiar. 

- Te vas a morir de risa – murmuré. 

- ¿Por qué? Dime. 

- Mi familia se aloja en el Beberly Willshire, por expreso deseo de mi tía. 

- ¿Qué? – exclamó Kristen -. No me digas que… 

- Sí, mi tía quería dormir en el famoso hotel de ´´Pretty Woman´´, en pleno Rodeo Drive. 

 

- ¡Oh, dios! – dijo echándose a reír a carcajadas. 

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Al día siguiente dejamos a mi familia instalada en el hotel y por la tarde quedamos con el agente inmobiliario. Todo fue muy discreto, nos recogieron en el hotel, en una furgoneta con las ventanillas tintadas y nos llevaron directamente a la propiedad. Era un lugar apartado, lejos de la acumulación de mansiones de Hollywood, con mucho arbolado que tapaba la visión de la casa desde el camino de entrada. La casa tenía dos plantas, garaje, jardín y estaba junto a un lago. Era un lugar hermoso y sobre todo tranquilo. Y a Kristen le encantó la cocina. 

- ¿Te gusta? – me susurró al oído. 

- ¿Y a ti? – sonreí. 

- Lo que más me gusta es la cocina – rió. 

- A mí el baño – bromeé. 

- Anda, dime si te gusta – dijo ansiosa tirando de mi brazo. 

- Me encanta, amor – dije tomándola por la cintura. 

El agente inmobiliario nos esperaba en la puerta. Miré alrededor. Me gustaba el ambiente de aquella casa, soleada, alejada del bullicio de la ciudad, aunque finalmente no tenía el famoso estilo colonial español pero eso era lo de menos. Por otro lado no la íbamos a utilizar mucho porque yo seguía rodando Agua para Elefantes y Kristen comenzaba en breve su propio rodaje en Montreal pero ambos teníamos ganas de tener un lugar nuestro, que no fuese una habitación de hotel. 

- ¿Firmamos? – sonrió Kristen mirándome. 

- Firmamos – dije besándola en la frente. 

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Un lugar donde guardar nuestras cosas, nuestros libros, donde escuchar música, componer, tocar la guitarra hasta altas horas de la noche o ver películas juntos comiendo palomitas. Kristen quería cocinar, dar cenas para nuestros amigos y leerme guiones y que yo se los lea. ¡Hasta ha pensado en tener un huerto ecológico! Yo quiero escribir guiones hasta caer de sueño. 

Estuvimos haciendo planes todo el camino de vuelta, sin parar de hablar, completamente ilusionados. 

Aunque he de reconocer que también me daba un poco de miedo o más bien vértigo. Era un paso más, la prueba de fuego para saber si no era todo un espejismo, si podíamos pensar en una vida y en un futuro en común. 

Como me dijo mi padre, lo fácil es enamorarse. Ahora venía lo difícil, mantener ese amor a toda costa.