Fic 'La Fundación', Capitulo 36 por V-Team

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Fic La Fundación  Capitulo 36
"Behind the Scenes - ROB"

por V Team

Imágenes: Elena

Estos días con ella han sido fantásticos, estoy convencido que es la mujer ideal para mí, pero todo esto parece tan difícil. Mientras más nos acercamos a Mía siento que el final está cada vez más cerca, si tan solo pudiera convencer a “V” de que no me deje nunca. ¿O tal vez soy yo el que debe dejar todo por estar con ella? La duda me invade.

Jamás consideré alguna vez dejar de hacer lo que más amo. Tal vez Lena tenía razón y yo no soy el hombre que “V” merece. Ella y su hija merecían una vida tranquila y no la que yo les ofrecía, sin embargo Lena tenía razón en una cosa, yo jamás le pregunté a “V” si era lo que ella quería. Quizá aún tenía una oportunidad.

***

Paso los primeros días con mi agente, revisamos la agenda y me muestra algunos guiones que prometo revisar, aunque la verdad no tengo cabeza para ello. El primer compromiso por cumplir es una entrevista con Ellen Degeneres, después tengo que viajar a París para la nueva campaña de Dior, y de ahí aprovecharé para ir a España, las últimas noticias fueron que el investigador estaba muy cerca de Mía y quisiera ver más de cerca cómo va el asunto.

Una camioneta negra pasa por mí al hotel, me trasladan al foro donde se graba el programa de Ellen, ella es una mujer con la que me siento cómodo, me parece simpática y respetuosa. No tengo problemas para aceptar estar en su programa. 

Mientras espero mi entrada en el backstage, pienso en “V”, me pregunto cómo sería si ella estuviera entre el público apoyándome, como alguna vez lo hizo mi familia, lo pienso por un momento y creo que no me gustaría, si acaso ella estuviera en mi futuro, me encargaría de protegerla lo más posible y jamás exponerla a nada de esto, sería algo que después tendría que pagar muy caro. 

La última vez que Lena habló con el investigador le pedí que me lo comunicara, quería que me dijera si ya tenía la ubicación exacta del tipo ese y de Mía. En realidad no la tenía aún, pero me dijo algo que me dejó intranquilo, al parecer Carlos visitaba frecuentemente un hospital, el hecho me inquieta, no se me ocurrió preguntarle si lo hacía solo o con la niña, ni por cuánto tiempo llevaba haciéndolo. Solo espero que Mía esté bien. 

Estoy completamente absorto en mis pensamientos, y un poco ansioso, me distraigo por un momento y no escucho cuando Ellen me presenta y los aplausos del público me devuelven a donde estoy, reacciono cuando ella dice: “Hey Robert, ¿sigues ahí?”. 

Me siento nervioso, es increíble que después de tantos años de entrevistas me siga sintiendo así, creí que un día ya no sentiría nada, pero no es así, claro que la sensación ha disminuido pero no dejo de sentirme un poco intranquilo, otra cosa que no cambia son los gritos de las fans para recibirme y que de la misma manera me resultan apabullantes. Saludo a Ellen y me acomodo en la butaca, los gritos no cesan y me río nervioso, tomo un sorbo de café en vez de juguetear con mis manos, como siempre hago cuando estoy ansioso.

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Ellen: Tú has cambiado, sin embargo los gritos permanecen.

Yo: Sí, debería venir más seguido, solo por la bienvenida.

Ellen: Robert, creí que tendría que ir a buscarte hace un momento, cuando no pareciste de inmediato. Recuerdo que una vez que estuviste aquí hablamos sobre la aplicación “¿Dónde está Robert?” todo mundo parecía saber tu ubicación, pero parece que la aplicación ha desaparecido, ¿dónde te has metido ahora? Ya no te dejas ver, ¿acaso te has vuelto ermitaño? o ¿los pappz se han compadecido de ti?

Yo: Probablemente, lo cierto es que para pasar desapercibido me disfrazo.

Ellen: ¿En serio?

Yo: Sí cada vez trato de ser más creativo, acabo de comprar un disfraz de Drácula. 

Ellen: Oh, creo que tu creatividad se está agotando –responde levantando una ceja y el público se vuelca en risas.

Yo: Bueno tengo otro, me parece muy útil, el de hombre invisible –la gente aplaude eufórica.

Ellen: ¡Claro! Así que ese es tu secreto. Bien Rob y qué hay de tú tiempo libre, recuerdo que una vez llegamos a la conclusión que corrías peligro cuando no estabas en un set.

Yo: Y lo sigo corriendo, ya ves, la realidad supera la ficción.

Ellen: Cuéntanos al respecto.

Yo: Bueno, me ha pasado de todo, no hace mucho me perdí en una isla, tuve que comer gusanos para sobrevivir como Simba en el Rey León.

Ellen: No sabía que comer gusanos fuera peligroso a menos que fueran venenosos.

Yo: Oh no, no lo son, en realidad estaban bastante buenos y enfermé de indigestión –las chicas del público me festejan mis tonterías y se ríen animosas. 

Ellen: Cuéntame sobre la película que acabas de terminar.

Yo: Es una película de David Fincher. Trata sobre la maternidad subrogada. Mi personaje es el ex novio de la chica que renta su vientre, pero cuando llega el momento de entregar al bebé, la chica huye con él y yo le ayudo a esconderse porque estoy convencido de que el bebé es mío.

Ellen: Es un tema bastante actual, ¿así que te conviertes en secuestrador de bebés?

Yo: Algo así, pero solo por las circunstancias.

Ellen: Por supuesto, no serías capaz de hacer algo así.

Yo: De hecho yo fui secuestrado recientemente –el público se queda en silencio y Ellen se sorprende aunque parece segura que saldré con algún chiste.

Ellen: No me digas, hablando de periodos de inactividad peligrosos.

Yo: Sí pero fue bueno al final.

Ellen: ¿Y qué pudo tener de bueno tu secuestro?

Yo: El grupo de agentes que comandaron mi rescate, cuando despojaron sus rostros de esas capuchas negras resultaron ser interesantes y exuberantes mujeres –el público aplaude.

Ellen: ¡Oh vaya! Tú vida sí que es emocionante, ¿esto fue cuando te perdiste en la isla?

Yo: No estoy seguro, creo que fue antes –Ellen me mira como si hubiera perdido la razón.

Ellen: ¿Estás seguro que no fue en un sueño?

Yo: Espero que no, eran mujeres admirables y de buen corazón. Sería decepcionante.

Ellen: Bien Robert, tal vez algún día veamos una película inspirada en estos hechos poco comunes que te suceden.

Yo: Sí tal vez, no lo había pensado sabes.

Ellen: Rob fue un gusto tenerte aquí, y ya sabes que no podía faltar tu regalo.

Ellen saca una canasta llena de bóxers, creo que la situación me ruboriza a pesar que es la tercera o cuarta vez que recibo el mismo regalo.

Cuando me despido de Ellen detrás del escenario, me felicita por mis ocurrencias, obviamente no tiene ni idea que todo lo que dije tiene algo de cierto. 

***

En el trayecto de L.A. a París pienso en una petición de Lena, quiere que un par de chicas se integren a la Fundación. Al parecer el trabajo en la Fundación ha crecido a tal grado que las actividades que las chicas realizaban hasta ahora las está rebasando, además sospecho que con lo precavida que es Lena está pensando que alguien debe realizar las actividades en las que colaboraba “V”, ahora que se reencuentre con Mía y quiera regresar al D.F. 

También está el asunto de Berta y el político ese que la está rondando, sé que no es de mi incumbencia pero la mayoría de los políticos tienen mala pinta, no me gustan nada. Pero la verdad es que las chicas no tienen un contrato con nosotros, la Fundación es para ellas un refugio y pueden irse cuando gusten. 

Es increíble la tranquilidad con la que pienso en todo esto, supongo se debe a que siempre supe que esto pasaría, pero la verdad es que mi corazón empieza a desmoronarse y el día que lo inevitable suceda al fin, estaré hecho polvo. Sé que esto me acerca al final de mi historia con “V”, sin embargo esto es lo menos que puedo hacer por mi dulce chica y estos meses maravillosos que me ha regalado.

Para distraerme reviso los expedientes de Samira de Argentina y Pe de España, las candidatas de Lena para ingresar a la Fundación.

***

Afortunadamente en París tengo una estancia corta, solo un par de días, sesión de fotos y listo. Me he entendido bien con el fotógrafo, comprendí perfecto lo que quería y facilité el trabajo. Los de Dior están muy contentos conmigo y quieren extender el contrato por un año más.

Estoy en la habitación de un lujoso hotel con vista a la Torre Eiffel, pienso en lo increíble que sería que ahora “V” estuviera aquí conmigo y admirar esta postal, caminar junto al Río Sena, tomar vino en un típico bar parisino, disfrutar juntos de la ciudad del amor, pasar juntos la eternidad, viajar alrededor del mundo, formar una familia. Sí tan solo hubiera una forma de convencerla…

Llamo a Lena, necesito conocer la situación legal del asunto, saber si habrá problemas para llevar a Mía de regreso a México una vez que demos con ella. De nada servirá convencer a “V” de quedarse si no resolvemos antes el asunto de Mía, además presiento que Carlos no lo pondrá nada fácil. El teléfono da varios tonos y Lena no contesta, no sé ni qué hora es en México, seguro que estará dormida. Cuelgo e inmediatamente entra una llamada de Lena.

-¿Rob? perdona, estamos en el hospital.

-¿Sucede algo Lena?

-“V” sufrió un accidente.

...CONTINUARA...