FanFIC no.154. 'En el teatro Dolby I. Rob'

NOTA: EL FIC ROBSTEN DE IRINA SE PUBLICA LOS LUNES Y JUEVES

Para leer Fics Anteriores de IRINA clic ---> AQUI

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * 

                                                                                                    FanFICno.152

"EN EL TEATRO DOLBY I

KRISTEN."

Sabía que ella estaría allí. Nick me lo dijo de pasada cuando se conocieron las nominaciones, mirándome por el rabillo del ojo. Yo disimulé haciendo que no me importaba, es más, al oírlo tampoco me afecto tanto. Su nombre llevaba sonando un tiempo como posible nominada y me alegré por ella, mucho. Kristen se lo merecía, había trabajado muy duro y aguantado estoicamente toneladas de mierda y mentiras. Yo sabía lo mal que lo había pasado. Marcus se enteró por Scout y me lo contó. Sabía de su retiro, de cómo se había planteado dejarlo todo, de abandonar su sueño de niña de ser actriz.

Ese día, charlando con Marcus, recuerdo que me sentí impotente por no poder ser capaz de hacer algo por ella. Estuve en contacto con su familia pero les pedí que no le dijeran nada. Yo no albergaba rencor en mi corazón, no hacia ella. Eso era imposible. Estaba en paz. Solo sentía una inmensa admiración y un cariño sincero. Todo estaba perdonado, el pasado era eso, pasado y el pasado no existe, ya fue. Deseaba su felicidad más que nada en el mundo.

´´Si nos encontramos esta noche la felicitaré, un apretón de manos, tal vez un abrazo y ya está´´, me dije. ´´Tal vez podamos charlar como amigos, tal vez si…´´, pero deseché rápidamente ese último y fugaz pensamiento, que no quise reconocer, esa esperanza que volvía a renacer tímidamente en mí con solo nombrarla porque sabía que era imposible.

------------

Pasé el día tranquilo, sin pensar mucho. Intentando no darle vueltas a las cosas. La noche había sido larga y extraña pero de día todo se vuelve más fácil.

Todo estaba recogido, la casa la cerraría Nick y la pondría a la venta. Ya estaba todo listo y yo preparado para esa noche. O eso creí hasta que por la tarde, de camino al teatro Dolby, me puse jodidamente histérico, tanto que a Nick casi le contagio mi nerviosismo. Y eso que él es un tío muy templado pero entre el tamborileo de mis dedos, el chasqueo de nudillos, abrir y cerrar el botellín de agua para bebérmelo de forma compulsiva y tirar de la cinturilla del pantalón a la vez que me removía en mi asiento supongo que le saqué de quicio porque encendió la radio del coche dando un resoplido.

Casualidades de la vida en esos momentos en esa emisora comenzaba a sonar ´´Flightless Bird  American mouth´´, lo que hizo que yo soltase un bufido exasperado que hizo que Nick apagase la emisora.

-          Rob… - farfulló Nick. 

-          Uff, lo sé, lo sé pero es involuntario – dije mesándome los cabellos.

  

-     Trata de hacerlo, trata de relajarte – dijo dándome unas palmadas en la espalda.

 
Asentí. Habíamos llegado. Inspire aire con fuerza llenando mis pulmones y justo al abrir la puerta del coche resoplé con fuerza. Miles de flashes cegadores, gritos y más gritos.

´´No había escuchado ese nivel de ruido desde…´´, pensé y no pude evitar sonreír.

John Stewart estaba trabajando en la alfombra roja, como siempre y nada más verme se me acercó para darme un cálido apretón de manos que yo correspondí seguido de un sentido abrazo.

 

-          ¿Cómo va todo, Rob? 

-      Bien, John, bien. Todavía trabajando por lo que veo. Tú siempre al pie del cañón. 

-      Es el último año, lo prometo. Esta noche es muy especial para mí y quería estar presente. 

-         Sí, sí que lo es – asentí -. Espero que lo gane. Se lo merece. 

-         Gracias, Rob – me dijo dándome una palmada en la espalda.

Dar clic en "MAS INFORMACION" para seguir leyendo el fic

Una vez dentro del Dolby no me crucé con Kristen en ningún momento y eso me hizo sentirme muy ansioso de pronto. ´´En realidad estoy deseando verla, a quién intento engañar´´.

Cuando me pongo nervioso bebo agua, reminiscencias de mis tiempos de fumador y siempre me entran ganas de hacer pis, o más bien es la sensación. Pero para el tercer botellín, y ya en el backstage del Dolby, me di cuenta de que no eran los nervios, que en realidad me estaba meando de verdad.

Raudo y veloz me encaminé a los lavabos más cercanos, los que estaban pasando el bar. Salía del lavabo de caballeros ya aliviado, y algo menos nervioso, cuando en el hall de los servicios, al salir por la puerta, me di de bruces con alguien. No tuve tiempo de evitar el encontronazo, literalmente choqué.

 
-          ¡Ups! Perdón – me disculpé de inmediato.

No me había dado cuenta de quién era. Bajé la vista y vi una chica menuda, pelirroja, algo encorvada, con los zapatos en la mano y cuando ella susurró un tímido ´´disculpa´´ reconocí su voz al instante.

Casi a la vez que se disculpaba levantó la vista y fue cuando me topé con sus hermosos ojos verdes fijos en mí, mirándome sorprendida. Sonreí al verla, no pude evitarlo, allí estaba ella, Kristen. El corazón volvió a palpitar rápido, fuerte, como siempre debió hacerlo.

------------

Kristen estaba guapísima, espectacular y en ese instante en que nuestras miradas se volvieron a cruzar supe que Tom tenía razón, que siempre la había tenido, que jamás la dejé ir del todo.

Nos quedamos mirándonos un instante y tuve que coger aire para soportar aquella sensación tan familiar que me llenaba el pecho. Ella entreabrió un poco los labios como para decir algo pero ningún sonido escapó de su garganta. Yo estaba conmocionado y no se me ocurría nada inteligente que decirle.

´´¡Tantas veces pensando en este momento, imaginando lo que le diría al verla de nuevo y ahora tengo la mente en blanco, joder!´´, maldecí para mis adentros.

-          ¿Nervios? – pregunté finalmente, sin saber por qué. Fue lo primero que me pasó por la cabeza. 

-          Eh, sí… son… son muchas horas de gala - susurró carraspeando. 

-          ¿Qué tal tus pies? – sonreí mirando sus zapatos. 

-          ¡Oh, ya sabes!, jodidos como siempre – sonrió.

Me eché a reír. Seguía siendo la misma chica de antes, haciéndose la dura, soltando tacos, odiando los tacones. Nos quedamos inmóviles, frente a frente, como si ninguno de los dos quisiese dar el primer paso para marcharse. El corazón me latía con tanta fuerza que retumbaba en mis oídos. Ella bajo la cabeza de pronto, como si no pudiese mantener el contacto visual por más tiempo. ´´Está nerviosa´´, pensé.

´´¡Oh, dios!… siento que tengo tantas cosas que decirle…´´ pensé. Me toqué el pelo nervioso. ´´No apartes la mirada. Mírame. Mírame un poco más, preciosa´´. Volvió a elevar sus hermosos ojos verdes y me parecieron tristes. 

Suspiró y volvió a carraspear y se mordió el labio y al hacerlo sentí como el deseo, mi deseo por ella, regresaba fuerte, golpeándome sin compasión. Fue entonces cuando me lancé.

-          Por cierto, me encantó tu película – dije sinceramente. 

-          ¿La… la has visto? - preguntó sorprendida.

  

-          Sí, en un screening el mes pasado. Me invitaron. Estás increíble en ella – le solté. 

-          Gracias – sonrió avergonzada y entonces decidí jugármela.

  

-          Te mereces ese premio. Has hecho un excelente trabajo, en esta y en otras tantas. Y si hubiese sido miembro de la Academia hubiese votado por ti sin dudarlo. 

-          Gracias, Rob – sonrió azorada y me pareció que su voz había temblado un poco al pronunciar mi nombre.

Sentía que el corazón me iba a explotar de tan fuerte que me latía. ¡Qué distinto sonaba mi nombre en su boca!

Kristen es perseverante y muy trabajadora. Ella es de otra pasta, diferente a las demás. Me gusta esa especie de insolencia tan ajena a otras actrices de su edad. Sé que es políticamente incorrecta, desafiante, difícil pero eso es lo que la hace tan fascinante a mis ojos. Dolorosamente lúcida, tierna y frágil, dura y fuerte a la vez. No se conforma, parece no conformarse nunca. Siempre quiere ir más allá en su trabajo, ama ser actriz, lo sé.

-          Las demás nominadas no te llegan ni a la altura del zapato. Lo digo en serio – añadí.

Puso los ojos en blanco y sonrió avergonzada, ruborizándose de un modo delicioso, sin dejar de mirarme y sentí una punzada de nostalgia tan fuerte que me costaba respirar.

Recorrí su silueta con mis ojos. Su piel blanca y suave, la curva de sus pechos que se adivinaban bajo el  vestido verde subiendo y bajando al compás de su respirar profundo, su cintura, sus dulces caderas… ´´Céntrate tío´´, me dije a mi mismo consciente de mis propios pensamientos.

-    A ti tenían que haberte nominado este año. Es injusto. Es una gran película pero faltas tú en las nominaciones. Tu papel era extraordinario, en serio. Y estabas… jodidamente increíble – asintió ella con un énfasis difícil de soportar. 

´´Ten compasión de ni, nena´´. ¡Ella también me había visto y le había gustado mi trabajo! De pronto me sentí exultante, como si hubiese ganado todos los premios del mundo de una sola vez. 

-     Bueno, ya sabes que a los guapos no nos dan el Oscar – bromeé haciéndola reír. Solo quería eso, escuchar su risa una vez más -. ¡Ups, eso ha sonado muy… ególatra! 

-    No, es la verdad. O haces de tullido, de retrasado o adelgazas y engordas 20 kilos en dos meses o nada de nada.

-      O eres Daniel Day Lewis. 

-      Ah, sí, entonces sí – rió. 

-    No me importa. Soy feliz con el trabajo que hago y no necesito más – dije encogiéndome de hombros. 

-    Ya lo sé. Un gran trabajo, por cierto  – asintió -. Además el Globo de Oro es mejor que el Oscar, tiene verdadero prestigio y todo el mundo lo sabe. Esto es solo espectáculo y siempre se quedan fuera personas geniales.

Asentí. Volvimos a quedarnos callados y entonces me di cuenta de que, aunque alejados, habíamos estado unidos por un lazo invisible durante todo ese tiempo transcurrido. Comprendí que ese vínculo especial entre los dos, ese entendernos sin palabras aún existía, lo habíamos conservado a pesar de todo, a pesar del tiempo y de nosotros mismos.

Pero teníamos que regresar al mundo, salir de nuestra burbuja particular.

-      Creo… creo que debemos volver - murmuré señalando la salida. 

-   Es verdad, tienes que presentar un premio – asintió Kristen bajando la cabeza. 

-      Sí, o lo hacemos o arruinaremos la gala – sonreí con cariño. 

-    Ve tú primero. Yo aún tengo que calzarme estos instrumentos de torturar mujeres.

Volví a reír y ella me miró con ternura, una ternura que me desarmó por completo y me dejó una sensación de angustiosa e intensa necesidad.

-     Vas a ganar, ya lo verás. Confía en mí. – le dije apuntándole con el dedo, justo antes de salir camino del teatro. 

-      Este año no está nominada Meryl Streep. Tengo esperanzas – bromeó. 

-   Nos vemos dentro – le dije sonriendo a posta, con toda la intención de devastar su falsa entereza y creo que lo conseguí porque percibí un tímido suspiro en sus labios.

´´Esos labios tan… divinos…´´, pensé. Comencé a alejarme de ella saludándola con la mano, sintiendo como un dulce dolor se me alojaba en el pecho. No quería irme de su lado, no podía. No logré evitar mirar hacia atrás. Una vez más.

Y recibí la sonrisa más dulce, alegre y maravillosa de toda mi vida. La de Kristen.

´´Ya te echo de menos otra vez´´, pensé sonriendo y volví a darme la vuelta perdiendo su imagen, que se quedó grabada en mi mente.

 

-------------

Como en una nube, feliz, abrumado y con una sonrisa perenne en la cara regresé al backstage e hice la presentación más espantosa de toda mi vida pero me dio igual. Después, solo me quedó esperar que anunciasen el premio a la mejor actriz. Quería estar allí, entre bambalinas, para darle la enhorabuena.